INTERNACIONALES: BRUCE KLINGNER

Península de Corea: la eventualidad de un choque militar de orden táctico

La mayor probabilidad para un conflicto militar en la Península de Corea no remite a...

21 de Agosto de 2015

La mayor probabilidad para un conflicto militar en la Península de Corea no remite a una invasión a gran escala ejecutada por Corea del Norte, sino de una serie de respuestas escalables de cara a escaramuzas de nivel táctico. Esto es particularmente certero, si un evento tiene lugar en un escenario de alta tensión -como sucede por estos días.

El intercambio de fuego de artillería entre las dos Coreas de las últimas horas no dejó como resultado muertos ni heridos y, en sí mismo, no gatillará una respuesta más amplia. Sin embargo, el incidente se agrega a un ambiente de por sí trémulo e impredecible.

Seúl ha informado que Corea del Norte disparó numerosa munición de artillería hacia el sur, con lo cual los militares surcoreanos emprendieron una réplica con docenas de disparos -también de artillería. Con toda probabilidad, el ataque norcoreano Kim Jong-untenía por objetivo a los altoparlantes que emiten propaganda contra Pyongyang. A comienzos de este mes, Norcorea llamó a 'ataques indiscriminados' sobre su vecino del sur, a no ser que Seúl detuviera las emisiones de propaganda a lo largo de la Zona Desmilitarizada (DMZ).

En concurrencia con el intercambio de fuego de artillería, Pyongyang caracterizó a las emisiones como una 'declaración de guerra' de parte de Corea del Sur. El Estado Mayor del Ejército Popular de Corea del Norte advirtió que daría inicio a una 'acción militar', a menos que Seúl cese las emisiones en los siguientes dos días.

Corea del Norte ha incrementado el entrenamiento de personal de artillería y de munición antiaérea a lo largo de la DMZ, incluyendo prácticas de 'despliegue de cañones de artillería desde sus búnqueres, para ser apuntados hacia puestos surcoreanos'.

Seúl continuó con las emisiones luego de que soldados norcoreanos se infiltaran y plantaran una mina terrestre que hirió gravemente a dos soldados de Corea del Sur. Seúl también ha respondido al ataque con la modificación de sus reglas militares para el combate ante casos de infiltración, eliminando el requerimiento previo de advertencia hablada y en forma de disparos, previo a apuntar y disparar directamente sobre el enemigo.

Previamente, en respuesta a dos ataques navales de Corea del Norte en 2010, Seúl también había acortado sus reglas de combate marítimo, eliminando restricciones para replicar al fuego. En aquella instancia, los jefes de las tres fuerzas armadas de Corea del Sur advirtieron que podrían responder a un ataque de Corea del Norte 'con ataques firmes y decisivos no solamente sobre el punto de origen de la provocación y sus fuerzas de apoyo, sino también contra el liderazgo y comando'.

El ministro de defensa surcoreano, Han Min-koo, llamó a ampliar las emisiones de propaganda 'a una escala completa', e indicó que Seúl también considera retomar los vuelos de globos aerostáticos con panfletos anti-Pyongyang, en territorio norcoreano. En octubre de 2014, las dos Coreas intercambiaron fueron de ametralladora a lo largo de la DMZ, luego de que el Norte intentara derribar globos con material propagandístico.

Reglas de combate más sencillas para Corea del Sur, combinadas con la exhortación de la presidente Park Geun-hye a los militares -con miras a lidiar con cualquier provocación de Norcorea con severidad-, contribuyen a aumentar la probabilidad de un choque militar a lo largo de la DMZ o del Mar Occidental. El incidente tuvo lugar en ocasión del ejercicio militar anual Ulchi Freedom Guardian, entre fuerzas de Estados Unidos y Corea del Sur -que siempre multiplica las amenazas de Pyongyang lindantes con ataques militares contra el sur.

Pyongyang suele declamar que los ejercicios militares aliados -como los que ahora están en marcha- son provocaciones que justifican los ataques desde Norcorea. Pyongyang advirtió este mes: 'Si los Estados Unidos de América desean que su territorio continental esté seguro, entonces, los ejercicios Ulchi Freedom Guardian deberán interrumpirse inmediatamente'.

El reiterado rechazo de parte de Pyongyang a los entendimientos para el diálogo estratégico entre EE.UU. y Corea del Sur, restringe la eventualidad de un alivio en las tensiones diplomáticas de ambas Coreas. El líder Kim Jong-un parece mostrarse más errático que su padre, incrementando el potencial para un error de cálculo que, partiendo de su régimen, termine empujando a Kim a cruzar una línea roja que motorice una respuesta militar aliada.

Las recurrentes purgas de funcionarios de carrera interpuestas por Kim también han alimentado los debates entre expertos, en relación a la estabilidad del régimen y a la verdadera dimensión del poder del líder en su país.


Traducción al español:  Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/08/20/theres-rising-potential-for-a-tactical-military-clash-on-the-korean-peninsula/

 

Sobre Bruce Klingner
Es Analista Senior en Investigación para el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage. Publica periódicamente análisis y escritos sobre Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y temáticas de seguridad en la región. Klingner se desempeñó veinte años en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Fue jefe de la estación de la CIA en Corea en el bienio 1993-1994.