INTERNACIONALES: MICHAELA DODGE

Cinco alternativas al acuerdo nuclear con Irán

A lo largo de las últimas semanas, la Administración del presidente estadounidense...

28 de Julio de 2015

A lo largo de las últimas semanas, la Administración del presidente estadounidense Barack Obama ha venido trabajando con esmero para persuadir al congreso y al pueblo americano de que el acuerdo recientemente alcanzado con Irán debería ser aprobado -o, de otro modo, habrá una guerra en el Medio Oriente.

El propio Obama declaró:

En realidad, solo hay dos alternativas aquí: o bien la obtención de un arma nuclear por parte de Irán se resuelve diplomáticamente, por vía de negociaciones, o se resuelve por la fuerza, es decir, con una guerra. Estas son las opciones.

En rigor, existen muchas otras y mejores opciones en el espectro, situadas exactamente en medio del viciado acuerdo de la Administración estadouniense y de una guerra en el Medio Oriente. 

Ayatolá iraníLas siguientes son alternativas más atractivas antes que el mal acuerdo logrado por Obama:


1. Sin acuerdo

El congreso debería decidir rechazar el acuerdo de la Administración con Irán, y las siguientes son las razones para fundamentarlo:

 

  • * Demasiada incertidumbre en relación a las obligaciones de Irán de cara al acuerdo;
  • * Procesos débiles de verificación nuclear y de inspección;
  • * Se permite a Irán invertir sus activos financieros congelados en actividades terroristas;
  • * Irán aún mantiene como rehenes a ciudadanos estadounidenses;
  • * No debe recompensarse a Irán por desarrollar actividades nucleares en el pasado -como lo hace el acuerdo-, en abierto desafío a obligaciones internacionales.

Mientras que la Administración está intentando presentar la carencia absoluta de acuerdo como un desastre que incluso conduciría a una guerra, el hecho es que las sanciones han sido la variable que empujó a Irán a pedir el inicio de las negociaciones en primer lugar.

Sin existir un acuerdo, las sanciones estadounidenses y regionales continuarían perturbando a la economía iraní.

Jacob Lew, Secretario del Tesoro de EE.UU., calificó a estas sanciones como sólidas, mediando o no un acuerdo.

De igual manera, Irán se mantendría en la obligación de responder a lo contemplado en el Acuerdo de Salvaguardas de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y se le seguiría exigiendo que ratifique el Protocolo Adicional -este último no ha sido incluído en la letra del acuerdo recientemente alcanzado.


2. Fortalecer el régimen de sanciones desde Estados Unidos

En paralelo, Estados Unidos podría incrementar sus sanciones sobre el régimen iraní.

Lo cual impediría que Teherán continúe financiando su escalada armamentista, o un programa nuclear, contando con centenares de miles de millones de dólares que surgirían del alivio en las sanciones.

A Irán se le negaría acceso a tecnologías modernas, y sus pruebas de misiles balísticos continuarían prohibidas, a diferencia de lo que sucedería si el acuerdo entra en vigencia.


3. Mejorar las relaciones de Estados Unidos con sus aliados

Entre bambalinas, los aliados de los EE.UU. no se han mostrado particularmente satisfechos con el acuerdo con Teherán que respaldara la Administración Obama.

Una mayoríá de ellos deberá vivir con las consecuencias de un Irán más asertivo, mejor equipado y mejor financiado; Teherán contará con más recursos para continuar sus actividades terroristas en el Medio Oriente y, eventualmente, en todo el globo.

No sería conveniente olvidar que Irán intentó asesinar al embajador de Arabia Saudita ante los Estados Unidos, en Washington, D.C.

Si el atentado hubiese sido exitoso, los Estados Unidos se hubieran visto inmersos en un estado de guerra con Irán. Los aliados de EE.UU. ciertamente valorarían una postura americana basada en principios que rechace este viciado acuerdo, y los ayude a garantizar su propia seguridad de cara a los efectos de largo plazo que el convenio tendrá para el Medio Oriente.


4. Mantener todas las opciones sobre la mesa

Estados Unidos debe mejorar su credibilidad en relación a Irán, y dejar en claro que EE.UU. está dispuesto a emplear la fuerza si Irán decidiera construir un arma nuclear.

El congreso podría perfectamente contribuir a este refuerzo de credibilidad, para el caso en que el acuerdo sea rechazado; podría hacerlo, aprobando una resolución que exprese apoyo para la acción militar preventiva en el caso de que Teherán insista con recorrer el sendero hacia un arma nuclear.


5. Negociar desde una posición de fuerza

En tanto las sanciones continúan conmoviendo a Irán y este país se encuentra más aislado diplomática y militarmente, su incentivo para negociar se verá incrementado.

El tiempo está del lado de Estados Unidos; no del lado de los mulás iraníes.

En el pasado, Estados Unidos no tenía inconveniente alguno en abandonar negociaciones que se vislumbraban contrarias a sus intereses -incluyendo escenarios de negociación con enemigos de mayor calibre, como la ex Unión Soviética.

Con todo, la Guerra Fría no llegó a su fin de la mano de un acuerdo, ni de la mano de la guerra.

De forma similar, EE.UU. se rindió al momento de lidiar con el programa nuclear de Corea del Norte, tras defender la vana creencia de que Pyongyang 'cambiaría', eligiendo una vía más pacífica.

Hoy día, Corea del Norte -que coopera cerradamente con Irán- ya cuenta con varias cabezas nucleares, y amenaza a los Estados Unidos con ataques nucleares.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/07/24/5-alternatives-to-the-iran-deal/

 

Sobre Michaela Dodge

Se especializa en el análisis de defensa misilística, modernización de armas nucleares y control de armamento, así como también en análisis sobre políticas estratégicas y de defensa en el Centro Allison para Estudios de Política Exterior de la Fundación Heritage en Washington, D.C. Su trabajo ha sido citado en medios tales como The Washington Times, Fox News y The Daily Caller. También publica sus artículos en la web estadounidense The Daily Signal.