INTERNACIONALES: BRUCE KLINGNER

Sorpresa: Corea del Norte podrá quedarse con sus armas nucleares

No es que se esperara un resultado diferente, pero Corea del Norte ha rechazado públicamente cualquier interés...

28 de Julio de 2015

No es que se esperara un resultado diferente, pero Corea del Norte ha rechazado públicamente cualquier interés en seguir el camino de Irán en lo que respecta a negociaciones para desnuclearizarse, frente a Estados Unidos. El Ministerio Norcoreano de Asuntos Exteriores afirmó que Pyongyang 'no está interesado en lo absoluto en un diálogo con miras a discutir el asunto de detener o desmantelar sus armas nucleares de forma unilaterial, dado que [el arsenal nuclear del país] no es tema de juego para llevar a una mesa de negociaciones'.

El reciente comunicado del régimen es consistente con lo declarado durante años respecto de las Conversaciones Sextopartitas -a las que calificó de 'nulas'-, descartando cualquier posibilidad de pedidos Kim Jong-unprevios de desnuclearización. En 2014, la Comisión de la Defensa Nacional afirmó que 'Nada sería más estúpido que intentar forzar al ejército y al pueblo de Corea del Norte ha deponer la atesorada espada' de las armas nucleares.

A comienzos de este año, algunos interpretaron el discurso de Año Nuevo del líder Kim Jong-un como un interés de parte del régimen de reanudar el diálogo con Estados Unidos y con Corea del Sur. Pero estas esperanzas se estrellaron cuando Pyongyang más tarde declaró que nunca más se sentaría a la misma mesa que los Estados Unidos de América.

Desde entonces, los Comandantes estadounidenses de las Fuerzas EEUU Corea, el Comando del Pacífico y NORAD declararon conjuntamente que estimaban que Corea del Norte ya cuenta con la capacidad para colocar un arma nuclear en un misil balístico intercontinental, lanzarlo y alcanzar el territorio continental de EE.UU.

El 22 de julio, Corea del Sur anunció que Pyongyang había completado una nueva y más alta torre de lanzamiento en su sitio de prueba de misiles, la cual podría acomodar un misil de mayor alcance que el vector testeado exitosamente en diciembre de 2012. Luego de que la armada surcoreana recuperara los componentes que hacían a las dos primeras etapas del misil desde el lecho oceánico, el Ministro de Defensa Kim Kwan-jin evaluó que el vector comportaba un alcance estimado de diez mil kilómetros, y que podría alcanzar a los Estados Unidos.

Seúl especula con que Pyongyang podría lanzar otro misil para conmemorar el septuagésimo aniversario de la constitución del Partido de los Trabajadores de Corea el próximo 10 de octubre. Cualquier lanzamiento de un misil balístico de parte de Norcorea representaría una violación de numerosas Resoluciones de Naciones Unidas.

En mayo, el Secretario de Estado americano, John Kerry, hizo público el esfuerzo internacional tendiente a 'incrementar la presión, e incrementar el potencial ya fuere para sanciones u otros medios', para alterar el comportamiento de Kim Jong-un. En igual sentido, la Casa Blanca describió la orden ejecutiva de enero de 2015, en respuesta al hacking de Corea del Norte contra Sony Pictures y las amenazas de violencia contra ciudadanos estadounidenses como 'un primer paso… y, ciertamente, no el último'.

Hasta el momento, la Administración Obama no ha anunciado medidas o sanciones en materia de derechos humanos, ya 17 meses después de hecho público el informe de la Comisión de Averiguaciones de Naciones Unidas; el informe había concluído que Pyongyang cometió violaciones tan grotescas contra los derechos humanos que constituían 'crímenes contra la humanidad'.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/07/24/surprise-north-korea-will-keep-its-nukes/

 

Sobre Bruce Klingner
Es Analista Senior en Investigación para el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage. Publica periódicamente análisis y escritos sobre Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y temáticas de seguridad en la región. Klingner se desempeñó veinte años en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Fue jefe de la estación de la CIA en Corea en el bienio 1993-1994.