ECONOMIA & NEGOCIOS: ERIC NESICH

YPF: inversión viable (aunque con idas y vueltas)

hablamos de YPF como inversión bursátil....

22 de Julio de 2015
Al referirse los analistas a YPF como inversión bursátil, de lo que se trata es de invertir en una organización con crecimiento exponencial de cara al futuro. No obstante, surge una serie de interrogantes, en relación al porvenir de la petrolera estatal.

El primero de ellos -y acaso principal- remite al megayacimiento de Vaca Muerta, tercero en importancia en el mundo en shale oil (después de Estados Unidos y la República Popular China). El oro negro que reposa bajo tierra es de extracción factible via fractura hidráulicafracking, método que las petroleras estadounidenses perfeccionaron, a la hora de extraer petróleo bajo formato no convencional. La gigantesca oferta petrolero existente, dada la explotación no convencional del shale oil por parte de Estados Unidos y la explotación convencional por parte de Arabia Saudita, condujeron a una sobreoferta del barril de petróleo, el cual cotiza hoy en torno de los US$ 50.
 
YPF necesita de inversión externa para poder llevar adelante este proyecto. Marco en el que hace su ingreso en el escenario la estadounidense Chevron, como principal inversor hasta el momento con US$ 1.500 millones; tras ella, revistan otras petroleras como PEMEX y la malaya Petronas. Pero el precio actual del barril de crudo convierte a la inversión en Vaca Muerta en inviable, a raíz de los altos costos involucrados en el proceso de perforación/extracción.
 
El convenio YPF-Chevron firmado en 2013, que tantas polémicas provocara, comporta un antecedente histórico. No solo Cristina Fernández recurrió a la parodia de la 'soberanía energética' para luego ir en busca de inversiones extranjeras. En las postrimerías del segundo gobierno de Juan Domingo Perón, se registró un evento en mucho similar, que sería el contrato con la americana Standard Oil (ESSO). Pese a que la constitución peronista de 1949 declaraba al petróleo como bien inalienable del suelo argentino, nada le impidió al líder acordar con la compañía fundada por John D. Rockefeller en 1870.

La diferencia es que Perón jamás pudo ver cristalizado el acuerdo, por cuanto éste naufragó en la Cámara de Diputados de la Nación debido a la férrea oposición de entonces -compuesta por comunistas, radicales y por la derecha nacionalista; incluso algunos legisladores del oficialismo peronista se opusieron. Poco después, Perón era derrocado en septiembre de 1955.
 
Con todo -y más allá de las críticas que pudieren posarse sobre el populismo de antaño y actual-, lo concreto es que YPF no puede prescindir de la inversión extranjera. La expropiación de YPF por parte del cristinismo en 2012 nunca se trató de 'recuperar la soberanía popular del petróleo nacional y a la empresa de bandera' -tal fue el leit-motiv para la militancia festejante. En rigor, la verdadera razón fue hacerse del usufructo del yacimiento de Vaca Muerta que, amén de los millones que se necesitan para que de frutos, no deja de representar 'oro en polvo' para las arcas del país.
 
Para muchos, YPF jamás debió ser privatizada, siendo preferible que el valioso recurso energético quedase en manos del Estado. No obstante ello, corresponde destacar que aquellos que demonizaban a Repsol en 2012 fueron los mismos que, veinte años antes, procedieron a la odiada privatización -desde el inefable Partido Justicialista. La nacionalización de YPF no se justifica en otra razón que no sea el interés pecuniario, quedando la verborragia nacionalista de la Casa Rosada para la militancia crédula.
 
Con todo, YPF logró mejores resultados desde 2012 en adelante (en términos de autoabastecimiento) que en los años en que era controlada por la española Repsol, manteniendo un ritmo de producción creciente -ésta creció en mayo pasado un 13,3% en gas, totalizando 1.111.242 millones de metros cúbicos y 6,7% en petróleo (con un total de 1.154.119 metros cúbicos respecto del mismo mes del año pasado). Son datos publicados pocos días atrás por la Secretaría de Energía de la Nación.
 
Por su parte, el total de la industria registró una producción de 3.669.616 millones de m3, lo cual redundó en un incremento de 3,5% de la producción en gas y de 1,4% en la de petróleo, al totalizar 2.734.157 m3. 
 
En el terreno financiero, YPF cotiza a US$ 24,50 en el NYSE, y a AR$ 335 en el Merval. La acción fue castigada por la crisis petrolera registrada hacia fines del año pasado, lo cual empujó al precio de cotización de las acciones de la firma hacia la baja: pasó a cotizar de US$ 38 a US$ 24,50 en menos de un año en Wall Street), y de AR$560 a AR$335 en Buenos Aires. 
 
El ADR en Nueva York lleva una pérdida anual del -7%, mientras que, en el Merval, la acción solo lleva una ganancia de apenas +6% en lo que va de 2015. La compañía informó que el 28/7 pagará un dividendo en efectivo de $1,28 por acción, lo cual es una cifra más bien simbólica para el conjunto de los accionistas.
 
Como comentario final, habrá que certificar que YPF se encuentra en un precio por demás tentador, considerando el enorme futuro que tiene por delante y las variables que han golpeado la cotización a lo largo de estos últimos meses. Sin lugar a dudas, representa una ficha de riesgo en el portfolio de cualquier inversor pero, a largo plazo (háblese de dos o tres años), se trata de un riesgo que bien vale la pena correr.

 
Sobre Eric Nesich

Es Licenciado en Periodismo y Licenciado en Ciencia Política. Columnista de El Ojo Digital especializado en temas económicos y financieros, y aficionado a la investigación relativa a fraudes y estafas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina. Sus artículos son publicados regularmente en http://www.elojodigital.com/categoria/tags/eric-nesich. Su correo electrónico para consultas es eric.nesich@gmail.com.