ESTADOS UNIDOS: ANA ROSA QUINTANA

Naciones Unidas: EE.UU. debe impedir que Venezuela llegue al Consejo de Seguridad

Este 15 de octubre, se cumplieron 238 días desde que el líder opositor, Leopoldo López...

16 de Octubre de 2014

Este 15 de octubre, se cumplieron 238 días desde que el líder opositor, Leopoldo López, fue encerrado en una prisión militar de Venezuela. Tras ser arrestado por liderar manifestaciones callejeras pacíficas contra el gobierno, Leopoldo está actualmente siendo juzgado y podría enfrentar hasta diez años de prisión. Tal como se ha visto en las manifestaciones ciudadanas en Ucrania, la respuesta del gobierno venezolano se ha mostrado tan letal como antidemocrática.

Se trata del mismo gobierno que, hoy día, busca -sin oposición alguna- uno de los dos asientos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, designado para América Latina y el Caribe. 

Durante los pasados dieciséis años, el gobierno de Venezuela ha adoptado una agresiva política exterior, de tinte antiestadounidense. Bajo el mandato del desaparecido Hugo Chávez Frías, Venezuela se ha transformado en un Estado totalitario y huésped de adversarios extranjeros de los Estados Unidos de América. Junto a Irán, Siria y Cuba, Venezuela está buscando activamente obstaculizar los intereses estadounidenses.

Chávez y sus amistades regionales también crearon lo que se conoce como Alianza Bolivariana, un bloque político-económico de objetivación comercial. Los países miembro han expulsado a diplomáticos estadounidenses, clausurado programas antinarcóticos liderados por EE.UU. y trabado las relaciones bilaterales.

Pero la presente no es la primera vez que Venezuela intentó acercarse al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En 2006, las ambiciones venezolanas perdieron fuerza cuando Estados Unidos convenció a Guatemala para lanzarse como candidato alternativo, forzando un total de 47 ruedas de votación (el tercer voto más extenso en la historia, para un asiento en el Consejo de Seguridad de ONU), antes de que ambas naciones se retiraran en favor de Panamá. Entonces, en 2008, la apuesta de Chávez por ese asiento fue exitosamente bloqueado por el ex presidente estadounidense George W. Bush.

Pero la geopolítica de 2014 se muestra bastante peor de lo que sucedía en 2008, y hoy Estados Unidos carece del empuje diplomático que alguna vez lo caracterizara. Antes que pelear contra la apuesta venezolana, más de treinta naciones en América Latina permitieron que la nominación siguiera su curso.

A comienzos del año en curso, aquellas naciones reaccionaron de manera bastante similar. A pesar de la letal represión ejecutada por el gobierno venezolano -y que resultó en más de cuarenta muertes y miles de arrestos ilegales, incluyendo el de Leopoldo-, la mayoría de los líderes regionales fracasaron, otra vez, a la hora de desafiar a Venezuela. En ese tiempo, el gobierno en Caracas expulsó a tres diplomáticos de Estados Unidos, acusándolos falsamente de liderar un golpe de Estado. A pesar de lo invocado por líderes del congreso en EE.UU., la Administración Obama prefirió no involucrarse.

La ironía derivada de esta situación remite a Cuba. Para los Castro, contar con Venezuela en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas constituiría el golpe definitivo. Hace poco, Cuba fue hallada culpable de violar sanciones diseñadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tras probarse que había traficado armamento de manera ilegal para los norcoreanos. El régimen de los Castro controla a Venezuela, con decenas de miles de militares y oficiales de inteligencia que se encuentran permanentemente estacionados en el país sudamericano, a cambio de miles de millones de dólares en petróleo.

Aún cuando el Consejo de Seguridad de ONU exhibe una bien ganada reputación por ser poco decisivo, el entonces presidente estadounidense George W. Bush supo reconocer, correctamente, que tener a Venezuela en ese órgano empeoraría las cosas, obstaculizando los esfuerzos futuros de Estados Unidos, tendientes a que el Consejo responda a las amenazas internacionales contra la paz y la seguridad. En cualquier caso, EE.UU. enfrenta más amenazas en el caótico mundo actual que durante bajo la Administración Bush. El presidente Barack Obama ha expresado su compromiso con miras a trabajar con el Consejo de Seguridad, toda vez que fuera posible. Si esto es así, Obama y su Administración deberían echar mano de todos los recursos disponibles a criterio de bloquear los intentos de Venezuela por alcanzar un asiento en dicho cuerpo.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/10/15/us-needs-keep-venezuela-un-security-council/

 

Sobre Ana Rosa Quintana

Es Investigadora Asociada sobre Asuntos Hemisféricos y Latinoamérica en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Más puntualmente, se desempeña en el Centro Douglas y Sarah Alison para Políticas de Seguridad Nacional y Exterior -división del Instituto Shelby Cullom Davis para Estudios Internacionales