INTERNACIONALES: LEE EDWARDS

¿Será Hong Kong escenario de la próxima Plaza Tiananmen?

Visité Hong Kong por primera vez en 1969, para entrevista a los jóvenes chinos 'nadadores por la libertad'; éstos habían...

06 de Octubre de 2014

Visité Hong Kong por primera vez en 1969, para entrevista a los jóvenes chinos 'nadadores por la libertad'; éstos habían atravesado la peligrosa bahía de Hong Kong -infestada de tiburones y patrullada por botes artillados de la China Comunista -a los efectos de alcanzar la colonia británica de Hong Kong.

'¿Por qué has arriesgado tu vida para venir a Hong Kong?', pregunté a uno de los jóvenes nadadores que no había conocido otra cosa que el comunismo chino desde su nacimiento. Me imaginé que los muchachos mencionaría a la Revolución Cultural que estaban convulsionando al país, o algún trabajo bien pago, o la posibilidad de contar con un mejor apartamento, u otros beneficios 'capitalistas'. Todos y cada uno de ellos respondió exactamente la misma cosa: 'Quiero ser libre'.

Ellos querían vivir donde quisieran, trabajar donde quisieran, expresarse como quisieran, leer lo que quisieran, y progresar en la vida tan lejos como sus capacidades y su ambición se lo permitiesen. Deseaban liberarse del opresivo gobierno de la China Comunista que buscaba regular sus vidas desde la cuna a la tumba.

Y esa es la historia con los nadadores por la libertad de 1969. Lo propio sucede con los manifestantes pro-libertad de hoy día en Hong Kong. Ambos ejemplos reflejan el deseo innato por la libertad que mora en cada uno de nosotros.

Hong Kong sees second day of mass protests for Occupy Hong Kong

Photo: Newscom

Y de esto se trata el asunto en Hong Kong: si acaso el territorio contará con elecciones libres y abiertas dentro de dos años, eventualidad en la que continuaría disfrutando de su status especial bajo el marco del convenio 'Un País, Dos Sistemas', firmado por Pekín dos años atrás. O si acaso el gobierno comunista manipulará y controlará las elecciones, rechazando el mismo acuerdo que en su momento firmara.

Es que hay mucho en juego en Hong Kong: la imagen de Pekín en la comunidad internacional, el futuro político de Hong Kong, la esperanza frente a una creciente generación de ciudadanos chinos que, un día, puedan despertarse y disfrutar de la misma libertad que sus hermanos en Hong Kong. Complementariamente, Pekín aspira a establecer a Hong Kong como el centro financiero de Asia, una suerte de imán para el comercio exterior y la inversión, atraída por el clima de entrepreneurship del territorio y por un respeto por el Estado de derecho a la manera británica.

¿Qué imagen prevalecerá? ¿Acaso otra sangrienta Plaza de Tiananmen? ¿O acaso los rostros sonrientes y triunfantes de los manifestantes pro-libertad en Hong Kong? La respuesta reposa en el régimen comunista chino, que ya se enfrenta a índices decepcionantes de crecimiento económico y a un pueblo cada vez más intranquilo.

En lo que a Estados Unidos y a Occidente respecta, nuestro rol es claro: tomar partido por Joshua Wong y otros líderes del movimiento pro-democracia de Hong Kong en su búsqueda por lo que nosotros hemos disfrutado durante ya 227 años: una democracia en la que la libertad, las oportunidades, la prosperidad y la sociedad civil puedan florecer.



Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/10/03/will-hong-kong-scene-next-tiananmen-square/

 

Sobre Lee Edwards

Reconocido historiador y analista del conservadurismo estadounidense en la Fundación Heritage, Washington, D.C., Edwards es autor de más de veinte libros, incluyendo biografías de Ronald Reagan y Barry Goldwater. También es presidente de la Fundación por la Memoria de Víctimas del Comunismo (Victims of Communism Memorial Foundation) desde 2007, y que lanzaran en modalidad online el Museo Global sobre Comunismo en 2009. Publica en la web estadounidense The Daily Signal.