INTERNACIONALES: HELLE C. DALE

La propaganda rusa, en acción: falsos mapas ilustran una Ucrania más pequeña

Los especialistas rusos en propaganda política -tecnólogos políticos, si se quiere- están inundando el Internet y las redes...

22 de Septiembre de 2014

Los especialistas rusos en propaganda política -tecnólogos políticos, si se quiere- están inundando el Internet y las redes sociales con mapas redibujados de Ucrania, achicando el país a la mitad de sus dimensiones actuales.

En los nuevos mapas rusos, solo figura la porción occidental de Ucrania. El este ucraniano ha sido renombrado como Novorossiya (Nueva Russia). El cerebro detrás de la operación de propaganda rusa es el antiguo hombre de la KGB y hoy presidente del país, Vladimir Putin. Putin cuenta con el poder de las imágenes por sobre la realidad. Es la clásica maniobra propagandística, formalizada a partir de un nuevo set de herramientas.

En la edición de esta semana de la revista Atlantic, el autor Peter Pomarantsev escribe,

Nadie que viva en esa parte del mundo hoy se hubiera imaginado como residente de Novorossiya y prestando juramento a ella -al menos, hasta hace pocos meses atrás. Ahora, Novorossiya está siendo llevada a la práctica: los medios de comunicación rusos están mostrando mapas de su 'geografía', mientras que los políticos respaldados por el Kremlin están escribiendo su 'historia' en textos para las escuelas. El tema incluso se nombra en agencias de noticias (tanto en idioma inglés como en ruso). Y numerosos twitterfeeds. Casi se parece a una historia de Jorge Luis Borges -con excepción de las bajas humanas reales detrás de la guerra conducida en su nombre.

Los novedosos y apócrifos mapas encajan con el resurgimiento de la propaganda rusa contra Ucrania, desde que los manifestantes dieron inicio a su movimiento en noviembre pasado. Dirigidos por la nueva oficina de propaganda de Moscú, Russia Today, las Mapa ruso de Ucraniarepresentaciones de manifestantes ucranianos en la forma de matones neonazis son comunes en Rusia, e incluso han penetrado en los medios de comunicación occidentales. La recompensa para el gobierno ruso se vio corporizada en la duda mostrada por los europeos a la hora de desplegar sanciones efectivas contra Moscú.

Pero la maquinaria de propaganda rusa, que se remite a las tradiciones de la era soviética, exhibe otros elementos. De acuerdo con el matutino The Wall Street Journal, las oficinas de la cadena televisiva Russia Today -renombrada como RT en 2005- tiene planes para incrementar su personal en su subsidiaria en Berlín, de dos a treinta personas. Hacia fines de agosto, el gobierno ruso anunció públicamente un incremento de US$ 39 millones en el presupuesto para RT, a criterio de inaugurar una nueva señal en idioma francés. Lo cual complementará a las ya existentes en inglés, árabe y español.

El propósito de RT es desafiar la dominancia occidental en materia de medios e incrementar la popularidad y la esfera de influencia en Europa. La agresión rusa ha dado lugar a un nuevo apoyo para la OTAN como garante de la seguridad europea, algo que Rusia aspira a aplastar. Solo el 15% de los alemanes considera a Rusia como un socio creíble, mientras que el 35% opina lo propio de los Estados Unidos (porcentaje que, si bien no es interesante, al menos significa algo).

El objetivo de los rusos, increíblemente, es avanzar en el concepto de los EE.UU. como un problema en el seno de la OTAN, perfilando a los estadounidenses como los agresores en Ucrania. O, tal como lo expresara la comentarista Eva Herman en la Voz de Rusia, en una reciente transmisión en idioma alemán: 'Habrá guerra. Nada, nada parece estar en posición de impedir que la Administración estadounidense siga burlándose de Rusia hasta que la situación estalle'.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/09/18/russia-propaganda-rises-fake-maps-depict-much-smaller-ukraine/

 

Sobre Helle C. Dale

Es Analista Senior en estudios de Diplomacia Pública, para la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Desarrolla trabajos relacionados con instituciones y programas del gobierno estadounidense que hacen a la relación con terceros países y diplomacia tradicional, y elementos críticos en la guerra de ideas contra el extremismo violento. Previamente, se desempeñó como Editora en el periódico The Washington Times.