ESTADOS UNIDOS: JAMES PHILLIPS

Irak: la caída de Mosul y el desastre de la politica antiterrorista de Estados Unidos

La súbita derrota de las fuerzas de seguridad iraquíes en Mosul -segunda ciudad en importancia de Irak- representa una derrota humillante para el gobierno de este país...

13 de Junio de 2014

La súbita derrota de las fuerzas de seguridad iraquíes en Mosul -segunda ciudad en importancia de Irak- representa una derrota humillante para el gobierno de este país, un duro golpe contra la política estadounidense en Irak, y un desastre estratégico que amplificará la amenaza encarnada por los terroristas asociados a al-Qaeda en perjuicio de Estados Unidos y sus aliados.

La rauda victoria cosechada por el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) -antiguamente conocido como al-Qaeda en Irak- es prueba cabal de la amenaza creciente representada por militantes islamistas en la región, y frente a los riesgos inherentes en los fallos de la Administración Obama a la hora de mantener una presencia residual de EE.UU. en materia de entrenamiento militar y contraterrorismo, tras el retiro de las tropas en 2011.

Las fuerzas de seguridad de Irak colapsaron y debieron retirarse de Mosul, en presencia de militantes de ISIS reclutados desde Irak, Siria y movimientos extremistas sunitas del extranjero. La derrota iraquí subrayó las debilidades de las fuerzas armadas de este país, que se percibía mucho antes del retiro estadounidense.

Los insurgentes no solo capturaron cantidades significativas de armamento y equipo abandonado por las desmoralizadas fuerzas de seguridad locales; también se hicieron de un aproximado de 500 mil millones de dinares iraquíes -un aproximado de US$429 millones- del banco central de Mosul. Lo cual convertirá a ISIS en la organización terrorista más rica de la historia, y le servirá para expandir su poder en el futuro -comprando el apoyo de los sunitas iraquíes desencantados con las políticas sectarias del primer ministro Nouri al-Maliki y su gobierno controlado por shiítas.

 

Aún cuando el resurgimiento de ISIS se vio facilitado por el gobierno de mano dura de Maliki, y por la recurrente guerra civil sectaria contra Siria, la Administración Obama también ha desempeñado un rol contraproducente, tras minimizar los prospectos del retorno de al-Qaeda en Irak.

Poco tiempo atrás, la Administración estadounidense había dejado en claro a los iraquíes que se mostraba más interesada en 'finalizar' antes que en ganar la guerra contra al-Qaeda en territorio iraquí. Tal como lo advirtieran en reiteradas ocasiones los analistas expertos de la Fundación Heritage, la abrupta retirada de tropas de EE.UU. en 2011 privó al gobierno de Irak de capacidades críticas en materia de contraterrorismo, inteligencia y entrenamiento, necesarias para mantener la presión sobre al-Qaeda. Ello permitió a la organización terrorista recuperar fuerzas en un ambiente bastante más permisivo.

Ahora, ISIS -cuyo líder amenazara en 2012 con atacar el 'corazón' de Estados Unidos, representa una amenaza creciente contra la seguridad norteamericana. El límite es que la Administración Obama y su apuro por 'terminar' la guerra en Irak ha ayudado a crear las condiciones para perder la guerra contra al-Qaeda.



Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/06/11/fall-mosul-spells-disaster-u-s-counterterrorism-iraq-policies/

 

Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.