POLITICA: PABLO PORTALUPPI

Mar del Plata, la pequeña Argentina

Históricamente, la ciudad de Córdoba ha sido una caja de resonancia de nuestro país; por alguna extraña razón, siempre ha anticipado lo que después ocurriría en el plano nacional...

24 de May de 2014
Históricamente, la ciudad de Córdoba ha sido una caja de resonancia de nuestro país; por alguna extraña razón, siempre ha anticipado lo que después ocurriría en el plano nacional. Todavía demasiado lejos de la la Docta, Mar del Plata se ha transformado en años recientes en una vidriera de políticos vanidosos y en una pequeña muestra de los problemas que aquejan al país. Proceso que se viera acentuado como nunca durante la 'década ganada' (para muchos, desperdiciada). La 'Ciudad Feliz' es una urbe bellísima, digna de ser vivida todo el año; pero que contabiliza un sinnúmero de problemáticas estructurales y se muestra atrapada en una telaraña lenta y armoniosamente tejida por la dirigencia local. El potencial de esta localidad costera se ha visto tradicionalmente opacado por la carencia de políticas y agallas para convertirla en un polo industrial, que perfectamente hubiese podido sinergizar con una vibrante actividad turística.
 
Mar del Plata llegó a la devaluación de enero de 2002 prácticamente devastada. La convertibilidad había destrozado sus tres principales industrias: el turismo, la pesca y la textil, llegando a convertirse, a finales de los años noventa, en la ciudad con mayor desocupación del país. A partir de la salida de la convertibilidad, la ciudad balnearia resucitó. No obstante hoy -a más de doce años de aquel proceso-, la Feliz se caracteriza por fuertes contrastes de fisonomía. Casi un pequeño universo que ilustra el legado que dejará el kirchnerismo: a pesar del crecimiento exhibido, Mar del Plata nunca se desarrolló en forma equitativa y continúa exhibiendo muchos de los problemas de décadas recientes. El principal rasgo de esta paradoja es que a la ciudad le cuesta abandonar el podio de las urbes con alta tasa de desocupación y subocupación a nivel nacional: el INDEC acaba de reportar que el desempleo bordea el 22%. En cifras concretas, la numerología remite a un aproximado de 60 mil individuos sobre una población económicamente activa de 297 mil. De acuerdo a fuentes de la propia Oficina Municipal de Empleo, 'las demandas laborales se han incrementado mucho durante este año. A la ciudad no solo arriban personas con oficios o sin estudios; hemos recibido solicitudes de parte de abogados, arquitectos e incluso médicos, para trabajar de cualquier cosa'
 
En el plano comercial -ya no solo en virtud de la aguda recesión que comienza a transitar la Argentina-, locales tanto de Juan B. Justo como del centro y calle Güemes se han visto obligados a cerrar sus puertas, no pudiendo hacer frente al costo de los alquileres (un espacio de tamaño estándar en la zona céntrica se cotiza en, aproximadamente, AR$15 mil mensuales) ni a la sostenida caída de las ventas. En el puerto, las empresas de menor calibre que no cuentan con embarcaciones propias apenas logran subsistir, dada la ausencia de políticas centralizadas para el rubro. Pero los padecimientos de la industria pesquera se remontan a mucho tiempo atrás. Lo explica una fuente del sector: "Gustavo Pulti [actual intendente] y Daniel Scioli, por fortuna, han fracasado en su intento de transformar al puerto marplatense en un puerto eminentemente turístico. Siempre cobijaron la intención oculta de que las firmas se mudasen a Necochea y Quequén. Una verdadera locura. No lo lograron, pero el que lo hayan intentado durante tantos años cosechó un efecto devastador, dado que jamás condujeron políticas desde las cuales mejorar la situación de la industria". Pulti fue electo por primera vez en 2007 -habiéndose presentado como candidato de un partido vecinalista, Acción Marplatense. La lista no fue 'colgada' de ningún candidato -lo cual se presenta como un mérito- pero, apenas asumido, el jefe comunal mutó en kirchnerista por conveniencia. De todos modos, es más sciolista que K: en ocasión de las Elecciones Legislativas de 2009, Gustavo Pulti rechazó una candidatura testimonial K. Sugestivamente y al poco tiempo, media ciudad se quedó sin agua en un feriado largo. Las investigaciones deslizaron la posibilidad de un sabotaje en perjuicio de la estación ubicada en Plaza Mitre, que abastece de agua a las zonas más neurálgicas de la ciudad. Pocos días después del evento, el intendente aceptó ser candidato testimonial en medio de una lacónica conferencia de prensa. 
 
Algunos creen que fue el ex presidente Carlos Saúl Menem el padrino político de Daniel Osvaldo Scioli pero, en rigor, es Florencio Aldrey Iglesias el mentor original del Gobernador de la Provincia. Aldrey Iglesias es el verdadero 'Don' de la ciudad: es propietario de los únicos dos diarios que circulan -'La Capital' y 'El Atlántico'-; regentea las dos principales señales de radio -Mar del Plata y Atlántica-; controla el tradicionalista Hotel Hermitage y el remozado Gran Hotel Provincial. Una fuente consultada en uno de los medios de referencia subraya: 'Yo he visto a más de un político interesado en ser candidato a intendente pedirle permiso a Aldrey para serlo'. En plena campaña de Daniel Scioli con miras a la gobernación bonaerense en 2007, la orden de Iglesias a los periodistas del diario 'La Capital' -que continúa siendo el más importante de la localidad- coincidió con nombrar a Scioli en todas las tapas durante los treinta días previos a la fecha del comicio. Este estilo de agenda setting no ha cambiado: en cada reportaje hecho a personalidades, los hombres de prensa deben preguntar a sus interlocutores la opinión que estos tienen sobre el Gobernador. Y -como es obvio- la respuesta debe abundar en elogios para la gestión de Dardo Rocha. No existe edición en la que Scioli no figure en las páginas del matutino, sin importar se trate de titulares nimios o carentes de la menor importancia o interés general. Y Scioli se ha ocupado de devolver las recurrentes gentilezas: adjudicó casi por decreto la construcción y puesta en valor del edificio de la vieja terminal de ómnibus, sitio en donde se trabaja en el proyecto de un imponente centro comercial y cultural. Desde sus inicios, la oferta derrotada presentó quejas, aduciendo serias irregularidades en el proceso de adjudicación. Después de la capital de la Provincia de Buenos Aires, Mar del Plata es el segundo domicilio del Gobernador. Este arriba a la ciudad prácticamente todas las semanas y, durante la temporada estival, se instala aquí para fotografiarse con todo artista o personaje disponible.
 
El Gobernador ha puesto mucho dinero en la ciudad -factor que el intendente Pulti no deja de aprovechar para propio beneficio. Podría decirse que, sin los buenos oficios de Scioli, muchas obras y proyectos jamás se hubiesen realizado. Sin embargo, tan poca objetividad suele generar rechazo. Especialmente, si se considera la notoria ambivalencia de la Feliz. El sólido crecimiento registrado en zonas comerciales como Güemes y Constitución se ven forzadas a convivir con los crecientes índices de violencia (el país lo desconoce, pero MDQ se caracteriza por la friolera de un muerto por día a consecuencia de hechos violentos). A su vez, la expansión del Parque Industrial (eminentemente pobre, con sus vías de tránsito destruídas y a oscuras, sin luminarias) contrasta con la elevada desocupación. Obras de importancia como la nueva Terminal de Micros y Trenes (Ferroautomotor) son empatadas con el calamitoso estado del sistema de educación pública y su decadente estructura edilicia -en donde la responsabilidad es, mayormente, de la Provincia. Después del paro docente que exhibiera casi un mes de duración, más de treinta escuelas no pudieron abrir sus puertas por el desastroso estado de su infraestructura: goteras, ausencia de calefacción, paredes con humedad, techos en riesgo de derrumbe. El Consejo Escolar local se muestra desesperanzadoramente desfinanciado: la mayoría de los contratistas aún no cobraron facturas datadas de abril de 2013. En paralelo (tal como es costumbre en los discursos sin contenido del Gobernador), nadie asume sus culpas: ni La Plata, ni el municipio, ni el propio consejo, que acaba de renovar autoridades. Al frente del Honorable Concejo Deliberante, se encuentra ahora Vilma Baragiola -ganadora de las últimas elecciones y a quien muchos sindican como la futura jefe comunal. Los bien informados se han ocupado de comentar que la citada ya cuenta con el 'visto bueno' de Don Florencio Aldrey Iglesias.
 
El kirchnerismo también sabe explotar las bondades de Mar del Plata como vidriera: el cuestionado titular de la ANSES, Diego Bossio -de indudables ambiciones políticas- visita la ciudad cada quince días para entregar terrenos del Plan Procrear. El Ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, admitió públicamente y por primera vez su deseo de ser candidato presidencial en estas costas; ello sucedió durante el último verano, oportunidad en la que aprovechó para presentar material adquirido en el exterior para mejorar el sistema ferroviario. De la otra vereda, también Sergio Tomás Massa trabaja a destajo para hacer pie en la ciudad. Elisa Carrió y Ernesto Sanz recorrieron la Ciudad Feliz pocos días atrás.
 
Mar del Plata es, a todas luces, el ejemplo más ilustrativo y cabal de la ciudad desperdiciada. Atractiva en su fisonomía y presentación, conectada con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por autopista. La Feliz es una urbe a mitad de camino entre un ciudad de importancia y pequeño pueblo: para el porteño, puede ser el sitio ideal para vivir. Para los residentes de localidades del interior, hace las veces de gran centro urbano. Pero Mar del Plata no oculta su faceta de desperdicio, gentileza del comportamiento errático, inepto y por momentos malintencionado de su dirigencia -para muestra, basta un botón: el municipio. De fomentarse políticas públicas orientadas hacia el sincero desarrollo de la terminal portuaria local, la actividad textil y la instalación de industrias en su abandonado Parque Industrial (en lugar de apostar todas las fichas a la oscilante salvación del turismo), MDQ podría, perfectamente, alcanzar el calibre de Córdoba o de Rosario. A la hora de analizar causas y consecuencias, cualquier semejanza con la Argentina K, no es pura coincidencia
 



Foto de portada: de izquierda a derecha, Gustavo Pulti, Daniel Osvaldo Scioli y Florencio Aldrey Iglesias. Crédito: La Política Online
 

 
Sobre Pablo Portaluppi

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Periodismo. Columnista político en El Ojo Digital, reside en la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Su correo electrónico: pabloportaluppi01@gmail.com. Todos los artículos del autor, agrupados en éste link.