INTERNACIONALES : PAUL ROSENZWEIG

Sobre los pasaportes robados en el vuelo de Malaysian Airlines: cómo evitarlo

Los informes más recientes sugieren que dos de las personas que se trasladaban en el vuelo 380 de Malaysian Air utilizaron pasaportes robados...

10 de Marzo de 2014
Los informes más recientes sugieren que dos de las personas que se trasladaban en el vuelo 380 de Malaysian Air utilizaron pasaportes robados para ocultar sus identidades. Dos de los pasajeros que 'abordaron' el avión (un italiano y un austríaco) están vivos hoy día, y nunca se acercaron a la aeronave. Ambos reportaron el robo de sus pasaportes (dos años y seis meses atrás, respectivamente) mientras se encontraban en Tailandia.
 
¿Cómo es posible que alguien pueda abordar un avión hoy utilizando un pasaporte robado?
 
Antes del 11 de septiembre de 2001, viajar con documentación fraudulenta no era poco común. Ello se debía a que no existía base de datos o central de almacenamiento para documentación perdida. De tal manera que, por ejemplo, si se supiera que un pasaporte estadounidense era inválido y, consecuentemente, identidicado al ser usado para trasladarse a EE.UU., no existía modo en tiempo real para que agentes de Aduana en, digamos, Francia, supieran si el pasaporte americano presentado ante ellos había sido invalidado debido a que fue robado. Si el documento exhibía una fecha de expiración válida y parecía auténtico, era aceptado sin problemas.
 
Despues del 11 de septiembre de 2001, sin embargo, la amenaza del terrorismo internacional y el esfuerzo para detener a quienes viajan ilegalmente empujaron a Occidente a avanzar en la creación de una base de datos a gran escala para registrar documentos de viaje extraviados. Hoy día, esa base de datos se encuentra almacenada en Interpol, que acepta reportes de documentación perdida de parte de 166 países. Hacia fines de 203, más de 39 millones de documentos invalidados fueron listados en la base de datos citada.
 
Pero ello, por cierto, no termina de responder a la pregunta. Dos aspectos continúan presentes y son enfrentados con varios grados de éxito a lo largo del globo. En primera instancia, se trata de la velocidad y el modo en que los países reportan la documentación robada a Interpol. Cuando un ciudadano denuncia documentación perdida ante su propia embajada, toma tiempo para que la información sea compartida a Interpol.
 
El segundo problema -que involucra una preocupación mayor- es que muchos países continúan sin tener acceso en tiempo real de conexión a la base del organismo internacional de policía. No es muy útil saber que un documento ha sido robado, si ese robo no es reportado en tiempo y forma. Ello explica por qué muchos países en Occidente poseen enlace directo y en tiempo real a la base informativa de Interpol, en tanto que suelen revisar la validez del pasaporte al momento de ser presentado. Cuando, digamos, un ciudadano francés arriba a Dulles (Washington, D.C.), uno de los checks realizados consiste en una consulta automática a Interpol frente a la validez de ese pasaporte. Pero no todas las naciones disponen de esta posibilidad -de hecho, la mayoría aún carece de ella.
 
Es prematuro afirmar que alguno de estos asuntos importa a la hora de analizar la tragedia de Malaysian. Podría ser que dos de los individuos que abordaron el avión solo sean víctimas del accidente como el resto, bajo la poco afortunada circunstancia de que, dado que se movilizaban con documentación falsa, sus identidades continuarán siendo desconocidas para sus familias y amigos. También podría ser que el sistema de control de pasaporte operado por Malasia funcionase correctamente, pero que los pasaportes robados no figuraban en la base de Interpol.
 
En otro orden, podría ser que el fallo se debió a la falta de capacidad de Malasia para controlar información en tiempo real con la base de datos del organismo de referencia. Y, en consecuencia, pudiera ser que los portadores de los falsos pasaportes fueran actores maliciosos que desempeñaran un rol en el accidente aéreo. En este punto, no lo sabemos -pero sí sabemos que la cuestión de los pasaportes robados continúa representando una importante vulnerabilidad en todo el mundo. Y que deberíamos redoblar los esfuerzos para clausurar esa brecha de seguridad.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://blog.heritage.org/2014/03/08/two-stolen-passports-used-malaysian-airlines-passengers-heres-make-sure-never-happens/
 
 
Sobre Paul Rosenzweig

Es Analista Senior en The Chertoff Group y Visiting Fellow en la Fundación Heritage. Previamente, se desempeñó como Secretario Adjunto para Políticas en el Departamento de Seguridad Interior de EE.UU. (Homeland Security), y como Secretario Asistente para Asuntos Internacionales. Dedicado al desarrollo de planes estratégicos y enfoques internacionales en amplias gamas de actividades relativas a la seguridad interior, desde inmigración y control fronterizo hasta reglas de protección internacional de la información. También se desempeña como Editor Senior en el Journal of National Security Law & Policy. Sus trabajos también son publicados en español en el sitio web Heritage Libertad.