INTERNACIONALES : PETER BROOKES

Por qué la crisis venezolana debería importar a los estadounidenses

Mientras que la rebelión en Venezuela está recibiendo cada vez menor atención en las noticias...

02 de Marzo de 2014
Mientras que la rebelión en Venezuela está recibiendo cada vez menor atención en las noticias a raíz del escenario ucraniano, el resultado es igualmente importante -si no más- para los Estados Unidos.
 
¿Por qué? Respuesta: debido a la geografía.
 
Simplemente, aunque ello no signifique minimizar la importancia de los resultados 'Oeste versus Este' que pudieren surgir de Ucrania, lo cierto es que Venezuela se encuentra en nuestro hemisferio y lo que suceda en ese país podría impactar mucho aquí.
 
Aunque se conocen menos titulares sobre Venezuela hoy día en comparación con la época en que el hombre fuerte del país, Hugo Chávez, estaba vivo y en el poder, la nación sudamericana provoca problemas para los intereses estadounidenses.
 
En otras palabras, los ciudadanos de EE.UU. no deberíamos mostrarnos pasivos frente a lo que ocurre en Venezuela.
 
Por ejemplo: fogoneada por la ideología comunista cubana, Venezuela aún es fuente de un virulento sentimiento antiestadounidense en Latinoamérica. Influenciada por Caracas, las capitales latinoamericanas han virado políticamente hacia la izquierda, y se han mostrado menos amistosas para con Washington en años recientes.
 
Venezuela también lidera el ALBA, una asociación política y económica socialista confeccionada por Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, entre otros; los petrodólares venezolanos también han mantenido regímenes como a la Cuba de los hermanos Castro en el poder.
 
Por cierto, La Habana se muestra agradecida ante Caracas, proveyéndole a esta última abundante personal de seguridad para los militares y los servicios de inteligencia venezolanos, incluyendo a personal que reprime con violencia a los ciudadanos que se manifiestan en forma pacífica.
 
Si alguien conoce bien cómo regentear un estado policial, ese alguien son los cubanos.
 
Incluso existen preocupaciones recurrentes frente a Venezuela y el tráfico de narcóticos. Durante el pasado otoño en el Hemisferio Norte, EE.UU. designó a Venezuela como un importante país de tránsito para cargamentos de cocaína colombiana.
 
Como complemento, elementos de las fuerzas de seguridad venezolanas podrían haber facilitado el flujo de estos narcóticos hacia otros países, incluyendo los Estados Unidos, de acuerdo a comunicados oficiales del Departamento de Estado americano.
 
Con el correr de los años, el Departamento del Tesoro ha designado a un número específico de funcionarios del gobierno venezolano como 'personajes extranjeros del crimen organizado que participan del tráfico de narcóticos' (Foreign Narcotics Kingpins).
 
En algunos casos, funcionarios venezolanos y elementos de las fuerzas de seguridad del país han asistido a grupos terroristas como las FARC y el ELN en el tráfico de drogas que sirve para financiar operaciones insurgentes en la vecina Colombia.
 
De hecho, en el pasado existió una iniciativa en el congreso estadounidense, que pretendía convocar a la Administración Obama para que califique a Venezuela como un Estado patrocinador del terrorismo, en virtud de sus estrechos lazos con las FARC.
 
Y, hablando de lazos con el terrorismo, Venezuela ahora ha tendido una alfombra para la bienvenida del Hezbolá -organización libanesa que desempeña un rol activo en la guerra civil siria. Y, como es de público conocimiento, Hezbolá no es precisamente una organización que tenga a EE.UU. en buena estima -y, ahora, se mueve por las cercanías.
 
Igualmente perturbadora es la familiaridad que Venezuela exhibe en torno de Irán. Caracas le ha abierto las puertas a Teherán en América Latina, región en donde la República Islámica ha venido ganando influencia de forma recurrente. También ha ayudado a Teherán a eludir sanciones económicas punitivas surgidas a consecuencia de su programa nuclear.
 
Como los ucranianos, los ciudadanos venezolanos están peleando por la libertad y por el libremercado. Más específicamente, los venezolanos desean superar la marca chavista del gobierno, que se evidencia en represión política, elevadas tasas de criminalidad y privaciones en materia económica.
 
Una victoria para las fuerzas de la libertad política, económica y social significará que Venezuela podría convertirse en un mejor socio de los Estados Unidos en la preservación y la promoción de la paz, la prosperidad y la seguridad en el hemisferio.
 
Los ciudadanos venezolanos amantes de la libertad merecen nuestro apoyo.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://blog.heritage.org/2014/03/02/americans-care-venezuelas-fight-freedom/
 
 
Sobre Peter Brookes

Es Analista Senior en temáticas relativas a seguridad nacional en la Fundación Heritage, Washington, D.C. En la actualidad, Brookes ejerce su tercer período como miembro designado en el congreso estadounidense de la Comisión de Revisión de Seguridad y de Economía entre Estados Unidos y la República Popular China. Anteriormente, se desempeñó en la Administración del ex presidente George W. Bush como secretario adjunto de Defensa para Asuntos de Asia y del Pacífico, en donde fue responsable por la política de Defensa de EE.UU. de 38 países y cinco alianzas bilaterales en el continente asiático.