INTERNACIONALES: JAMES PHILLIPS

Gracias a la Administración Obama, Irán ve aliviadas sus sanciones

La Administración Obama, en busca de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, comienza a dar señales en el sentido de que morigerará las sanciones que llevaron a Teherán a la mesa de negociaciones.

11 de Noviembre de 2013
La Administración Obama, en busca de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, comienza a dar señales en el sentido de que morigerará las sanciones que llevaron a Teherán a la mesa de negociaciones.
 
El jueves, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, declaró que la Administración está considerando aliviar algunas de las sanciones, con el objetivo en cosechar avances sobre las negociaciones con la República Islámica.
 
De hecho, la Casa Blanca ya había decidido aliviar la carga de sanciones para Irán, al ralentizar la implementación de sanciones existentes y demorando la legislación del congreso que impondría otras nuevas. Eli Lake y Josh Rogin reportaron hace pocos días en The Daily Beast que la Administración ha comenzado a suavizar las sanciones, luego de la elección de Hassan Rouhani en junio; con este fin, se retrasó la designación de falsas empresas iraníes, individuos y aeronaves como elementos violatorios de aquellas sanciones.
 
La Administración Obama incluso hizo lobby en Capitol Hill a criterio de posponer cualquier nuevo régimen de sanciones, en busca de evitar la disrupción de la actual rueda de negociaciones con Teherán. Pero la presente remite a una lectura errónea de la situación. El prospecto de nuevas sanciones lograría aumentar el peso estadounidense frente a la República Islámica, incrementando las chances de lograr un acuerdo aceptable con el recalcitrante régimen iraní.
 
El alivio de la presión económica sobre Teherán en medio de las negociaciones sería, incluso, una decisión poco inteligente, conforme obsequiaría a Irán un incentivo para estirar las conversaciones o de alcanzar un ínterim que preserve sus opciones nucleares, al tiempo que impediría la implementación de nuevas sanciones de parte de Estados Unidos y Occidente.
 
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, denunció oportunamente los detalles emergentes de un posible acuerdo con Irán en estos términos como un "muy mal acuerdo" que Israel "rechazaría eventualmente".
 
Arabia Saudita también ha lanzado una voz de alarma, frente a la suavidad de las políticas diseñadas por la Administración Obama de cara a Irán. Según se ha reportado, los sauditas intentan llegar a un acuerdo para obtener un arma nuclear de Paquistán, cuyo programa atómico dispone de fuerte financiamiento.
 
Las señales de que la Administración Obama arribará a un pésimo acuerdo nuclear con Irán no solo aumentará las probabilidades de que Arabia Saudita y otras naciones reaccionen en una suerte de cascada de proliferación; también incrementará las chances de que se produzca una guerra entre Irán e Israel.


* El autor, James Phillips, es investigador senior sobre Asuntos del Medio Oriente para el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage (http://www.heritage.org/). Phillips ha investigado y escrito extensivamente sobre temáticas relacionadas con el Medio Oriente y terrorismo internacional desde el año 1978. Ha declarado como experto ante comisiones del congreso estadounidense en reiteradas oportunidades. 
 
 
James Phillips | Heritage Libertad, The Heritage Foundation