ECONOMIA INTERNACIONAL: GERMAN GORRAIZ LOPEZ

España: 'DDD', nuevo virus patógeno en la economía

La economía española se ha basado -durante el último decenio- en la conocida “dieta mediterránea”, (cuyos ingredientes principales eran el boom urbanístico, la exportación, el turismo y el consumo interno...

14 de Octubre de 2013
La economía española se ha basado -durante el último decenio- en la conocida “dieta mediterránea”, (cuyos ingredientes principales eran el boom urbanístico, la exportación, el turismo y el consumo interno), fórmula que creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado, pero vacíos de contenido culinario y con fecha de caducidad impresa (2008). La razón: el estallido de la burbuja inmobiliaria y el hundimiento del castillo de naipes de la economía española. 
 
Sin embargo, según ha indicado el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, “la economía española ofrece signos de un cambio de tendencia en el 2013 que permiten apreciar algunos brotes verdes, aunque frágiles”. Así, según el Banco de España, el déficit de Estado se habría reducido al 4,93% (rondando el 4,5 % pactado con Europa para el 2013); el PIB habría caído tan sólo el 0,1% en el segundo trimestre; la prima de riesgo remolonea en los 250 puntos, y el déficit de la balanza comercial en julio sería un 82,8% inferior al del 2012 (al conjugarse un incremento del 6,9% de las exportaciones con un descenso del 3,1% en las importaciones).
 
Con todo, estaría a punto de surgir en el mercado un nuevo virus patógeno, el DDD, con un ADN dotado de tres enzimas D (Deuda desorbitante, Deflación en ciernes, Desempleo estratosférico), que podría derivar en una plaga con chances de arrasar con todo rastro de brotes verdes en la economía española.

 
Deuda privada
 
El director del Departamento de Asuntos Monetarios del FMI, José Viñals, ha subrayado durante la presentación del informe del FMI sobre Estabilidad Financiera, que “la abultada deuda empresarial de los países periféricos europeos puede afectar al sistema bancario a través de pérdidas en los préstamos a empresas". Según Viñals, “cerca del 40% de la deuda en España está  en manos de empresas que serían incapaces de hacer frente a sus deudas a medio plazo, a menos que hagan ajustes como una reducción de la deuda, de los costes operativos o de los gastos de capital (debt overhag, en inglés), lo cual, sumado a la debilidad de los bancos españoles, provocará que el crédito siga sin fluir con normalidad a tipos de interés aceptables.
 
Así, según el Informe Mundial de Estabilidad Financiera (GFSR, en inglés), el ratio de deuda sobre EBITDA de las empresas españolas (cifra que se obtiene tras dividir la deuda total de las empresas por sus ingresos operativos sin restarles los intereses de la deuda, amortizaciones o impuestos) sería del 5.5, muy por encima del listón del 3 establecido para indicar dificultades en el mantenimiento de la solvencia de las compañías.
 
Por otra parte, resalta en su informe el complicado escenario en el que se produce el desendeudamiento de las empresas pues, "aunque el desendeudamiento es necesario, demasiados recortes de capital pueden seguir socavando las perspectivas de crecimiento en la periferia del euro”, por lo que, de acuerdo al Financial Times, el BCE presidido por Mario Draghi tendría ya preparado un plan de choque que podría contemplar la bajada de tipos en medio punto hasta el 0,25 % para finales del 2013, e incluso la implementación de tipos negativos para la facilidad de depósitos. El escenario forzaría a los bancos de la Eurozona a pagar por dormir su dinero en el BCE.

 
Debilidad de la Banca 
 
Recordar que la bajada de tipos de interés hasta el 0,5% y la continuación de la política de barra libre (LTRO) por el BCE han aliviado los problemas de liquidez de las entidades financieras e incrementado el beneficio de las mismas, debido al diferencial existente entre lo que deben pagar para lograr liquidez del BCE (el 0,5%) y los intereses que marcan en la adquisición de deuda de Estado (cercanos al 5%). Estos beneficios no han tenido traslación a la economía real en forma de financiación del tejido productivo (PyMEs y autónomos), sino que se han destinado a la refinanciación de las grandes empresas y los pagos de intereses de deudas contraídas.
 
Además, Viñals afirma que "algunos bancos necesitarán aprovisionarse contra estas pérdidas", para lo que tendrán que usar "una gran porción de futuros beneficios y, en algunos casos, de la ampliación de su fondos de provisión”; a pesar de que, según los cálculos del Fondo, las provisiones de los bancos de España permitirían hacer frente a unas pérdidas que en el peor escenario alcanzarían los 104.000 millones de euros.
 
Por otra parte, siguiendo las recomendaciones del FMI, el Banco de España ha endurecido las condiciones para que la Banca realice refinanciaciones o reestructuraciones de créditos. Así, se considerarán con carácter general, que son riesgos subestándar (con altas posibilidades de incurrir en impagos en el futuro), y si contamos con que, en la actualidad, el 50% de las refinanciaciones ya estarían clasificadas como dudosas o subestándar, se deduce que la Banca tendrá que destinar más provisiones para estos créditos. Esto tendrá como efectos colaterales una posible constricción de sus ganancias y, por ende, del reparto de dividendos, impidiéndose aal crédito siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales para PyMEs y particulares.
 
Ello, unido a la sustitución de la tradicional doctrina económica del equilibrio presupuestario del Estado por la del déficit endémico (práctica que por mimetismo han adoptado los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas), contribuirá a que el déficit público continúe desbocado y la prima de riesgo se mantenga en niveles próximos a los 300 puntos; todo lo cual, unido a las sucesivas rebajas de la calificación de la Deuda del Estado, podría incrementar las dificultades para obtener financiación exterior. Finalmente, la necesaria aplicación de políticas de racionalización de servicios y optimización de resultados acelerará las previsibles fusiones de los Bancos más expuestas a los activos inmobiliarios y el cierre de incontables sucursales hasta dibujarse un escenario de cinco grandes Bancos para el horizonte 2020.

 
Deflación en ciernes
 
Según el INE, el IPC de septiembre registró un descenso del 0,2 % respecto al mes de agosto, lo que representa una reducción del 1,2 % de su tasa interanual en el presente ejercicio, (la más baja desde noviembre del 2009), estimando el Gobierno que se pueda alcanzar el 1% a fines de Noviembre. En cuanto al FMI, sus previsiones son de un 1,8% para el 2013 y de un 1,5% para el 2013 y, aunque estima  que el riesgo de deflación ha caído en todo el mundo, considera que España es el país con mayor riesgo de caída de precios después de Grecia, por lo que podríamos asistir a escenarios de deflación en el horizonte del 2014.
 
Por deflación, se entiende “la caída mantenida y generalizada de los precios de bienes y servicios durante un mínimo de dos semestres”, según el FMI y, conjugada con una tasa de desempleo tan bestial como la española (estimaciones del 26,9 % para finales del 2013), podría dar lugar a la aparición de un cóctel explosivo en la economía española de final incierto (el DDD), ya que dichos factores económicos se retroalimentan.
 
De tal suerte que las empresas se ven obligadas a estrechar sus márgenes de beneficios para seguir siendo competitivas, lo que  les impide mantener sus beneficios empresariales, así como realizar las necesarias inversiones en Bienes Equipo y que exhibe como efecto secundario una congelación o reducción del sueldo de los trabajadores; esto da pie para el reseteo de la espiral deflactiva, alimentada por la subsiguiente reducción del consumo. Asistiremos, pues, al finiquito del consumismo compulsivo imperante en la pasada década, debido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores en virtud de la congelación de sus salarios o la dramática reducción de los mismos; lo cual, sumado a la ausencia de la cultura del ahorro doméstico, agravará la ya severa contracción del consumo interno (una reducción del gasto familiar del 3,2 % en el primer semestre del 2013, según el BdE, y estimaciones de una caída del 3,8% para el final del 2013, conforme la opinión de los analistas del BBVA).

 
Desempleo endémico
 
Refiere un estudio de la agencia de calificación de riesgos Axesor que, en el primer trimestre del 2013, se habría batido un récord de quiebras en España, luego de que 2.564 compañías se declararan en suspensión de pagos, pero la previsión del FMI es que la sangría continuará, a menos que se tomen medidas drásticas. Así, según el FMI, España concluirá el ejercicio económico del 2013 con una tasa de paro del 26,9% y del 26,7% para el 2014, citando como factores negativos la continuación de la subida de salarios en España (aumentos del 1,30% en el 2012 y del 0,63% en el primer semestre del 2013) tanto en los bienes manufactureros como en la construcción y los servicios, por lo que el ajuste económico español se habría producido mediante la caída de la producción y el incremento del paro, pero "insuficiente en el lado de los salarios hasta fechas recientes". Se receta un drástico recorte de los salarios nominales (brutos) del 10% y una rebaja de las cotizaciones sociales en 1,75 puntos para crear 1,2 millones de empleos durante los tres próximos años. 
 
Por otra parte, según cccv.es, “la disminución de la inversión en Obra Pública en el Bienio 2010-2012, habría sido de 22.100 millones € y habría supuesto la pérdida de de 235.000 empleos , pero con una inversión en Obra Pública de Infraestructuras Pública de 10.000 millones € (equivalente al 1% del PIB), se podrían crear 230.000 empleos nuevos, entre directos, indirectos e inducidos ya que cada millón de Euros invertido en Obra Civil generaría 12 empleos directos, 6 indirectos y 5 inducidos”.  Por ello, la patronal de las grandes constructoras (Seopan) en su revista “El Monitor”, ha propuesto al Gobierno reactivar en el 2014 una tercera parte de las obras de infraestructura contratadas pero pendientes de ejecución, para lo que se requiere una inversión adicional de 8.000 millones € y que supondría la creación de unos 145.000 empleos y el retorno fiscal de unos 5.000 €, según sus estimaciones. 
 
Además, según un informe realizado por Asefma y la Asociación Española de la Carretera (AEC), “la crisis ha provocado que la red de carreteras presente un estado infame” (similar a la década del noventa), y señala que, “para devolver los firmes a un estado mínimamente adecuado, se necesitaría una inversión superior a 5.200 millones €”; dado que, en el caso de España, la CE ya avaló el retraso hasta 2016 del plazo para reducir el déficit por debajo del 3% del PIB incluido en el programa de estabilidad, dicha dilación en la fecha del déficit excesivo podría ser aprovechado para incrementar la inversión estatal en Obras Públicas.
 
En caso de que la deuda pública y privada prosigan su vuelo por la estratosfera, que los salarios sigan congelados o con incrementos inferiores al IPC, que el crédito bancario siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales a PyMEs, autónomos y particulares, y no se aproveche la dilación en los plazos para reducir el déficit hasta el 2016 en incrementar la inversión en Obra Pública y reducir el desempleo, la economía española se topará con un cóctel explosivo, el DDD, cuyos ingredientes serían una deflación en los precios que impedirá a las empresas conseguir beneficios y a los trabajadores incrementar sus sueldos, una deuda privada imposible de asumir por las empresas, y unas tasas de paro estratosféricas (rondando el 27%). Escenario que podría generar una década de estancamiento en la economía española, que perfectamente podría rememorar a la Década Perdida de la economía japonesa.
 
 
Germán Gorraiz López, blog | El Ojo Digital, Economía internacional