ECONOMIA INTERNACIONAL : GUSTAVO LAZZARI

Cristina Kirchner, Canadá, Australia y las reservas

La presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, eligió el indicador "Reservas/PIB" para comparar la performance de su país con la de Canadá y Australia.

04 de Septiembre de 2013
Gustavo Lazzari es Economista de la Fundación Libertad y Progreso (Argentina).
 
La presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, eligió el indicador "Reservas/PIB" para comparar la performance de su país con la de Canadá y Australia.
 
Según la jefe de estado, la Argentina cuenta con 37.000 millones de dólares de reservas, en tanto que Canadá contabiliza 69.757 millones y Australia, 50.133 millones.
 
En relación al PIB Argentina, tendría una relación de 7,8%; en tanto que Canadá y Australia, un 3,8% y 3,4%, respectivamente.
 
Estos datos dieron espacio a Cristina Kirchner para afirmar que la posición de Argentina es superior, pues "¡nadie pone en discusión la solvencia fiscal de Australia y Canadá!", e insiste: "¿Ustedes escucharon en algún titular que alguien ponga en duda la solvencia o la capacidad de pago de Canadá (y Australia) por tener reservas sólo del 3,8% de su PIB? No; sin embargo, todos los días vemos titulares de calificadores, de gurúes y de diarios económicos poniendo en duda las reservas de la República Argentina, cuando éstas representan un 7,8% del PIB".
 
Arriba al mismo análisis e idéntica conclusión cuando compara las reservas en relación a las importaciones de las tres naciones.
 
El razonamiento es erróneo, y las conclusiones a las que llega la presidenta son falsas. ¿Por qué?

 
¿Para qué sirven las reservas?
 
Las reservas de un banco central sirven para evitar corridas contra la moneda local, para financiar importaciones sólo en los casos de control de cambios y para financiar los pagos externos del fisco, sólo en los casos de inaccesibilidad a los mercados financieros.
 
Veamos los casos señalados por la presidente.
 
1 . Ni Canadá ni Australia tienen una política de control de cambios.
 
Cualquier ciudadano de dicho país puede realizar la importación que desee y financiar dicha importación comprando dólares, yenes o Euros en el mercado libre. Es más; le es posible financiarse en un banco extranjero, e incluso podría darse el caso de pagar con moneda local lo suficientemente fuerte y respetada para cumplir la función de divisa internacional.
 
Por el lado de las importaciones, resulta irrelevante el nivel de reservas de que pueda disponer el banco central de cada uno de esos países.
 
2. Los gobiernos de Canadá y Australia, hasta el momento, se encuentran en posibilidad de pagar sus deudas externas con nuevos créditos, puesto que la totalida de los mercados del mundo están abiertos para ellos. Sus bonos cotizan en todas las bolsas y mercados de valores y no observan impedimento alguno a la hora de lanzar nuevas emisiones.
 
El nivel de reservas de los bancos centrales de Canadá y Australia es irrelevante a la hora de considerar el pago de sus respectivos compromisos externos.
 
3. Ningún ciudadano local de Canadá y Australia especula contra su propia moneda (no sale asustado a comprar dólares, yens o euros). ¿Por qué? ¿Son más buenos y "patriotas" que sus pares argentinos? No. Sucede que ni Canadá ni Australia recurrieron, al menos en los últimos cincuenta años, a sus políticas monetarias con el objeto de esquilmar a sus ciudadanos.
 
En los últimos cincuenta años, la tasa de inflación solo superó en ocho oportunidades el 10% el Australia; esto ocurrió durante la crisis petrolera de 1973 y durante la segunda crisis del petróleo de 1979.  Desde 1990, la inflación no ha superado el 5% anual. En 2012, la tasa anual de inflación fue de 1,76%.
 
En Canadá, sucedió algo similar. Solo en cinco años de los últimos cincuenta, la tasa de inflación superó el 10%. Desde 1991 sucede que, año tras año, la inflación es menor al 5% anual. En 2012, fue de 1,52%.
 
¿Qué  incentivo tiene un canadiense o un australiano para  huir del dinero local? ¿Qué sentido tiene que el banco central de dichos países tenga dólares?
 
¿Es necesario comparar la historia inflacionaria argentina para el mismo período?
 
En los últimos cincuenta años, la Argentina tuvo sólo diez años con inflación menor al 10%, dos años con hiperinflación, veinte años con tasas entre 20 y 30% y dieciséis años seguidos con tasas anuales superiores al 100%.
 
Vale recordar que  un ciudadano argentino de cincuenta años compró sus pañales con pesos moneda nacional, su triciclo con pesos Ley 18.188, su bicicleta con pesos argentinos, la cena de su  primera cita con australes y se casó con pesos convertibles, moneda esta última que difícilmente pueda mostrar a sus nietos.
 
La historia inflacionaria argentina explica, a través de cinco décadas de confiscaciones monetarias, que la decisión más racional de un argentino es dolarizar sus ahorros. Por ello, se requiere al Banco Central de la República de Argentina (BCRA) que disponga de un nivel de reservas bastante más elevado que otros países que no han devaluado sus monedas.
 
La Argentina tiene mucho más para aprender de Australia y Canadá que para cancherear con datos de dudosa fiabilidad y caprichosa interpretación.
 
 
Gustavo Lazzari | The Cato Institute, sitio web en español