ECONOMIA INTERNACIONAL: MACARIO SCHETTINO

México: todo sobre energía

Puesto que el tema energético sigue creciendo, y en varias ocasiones me han solicitado opinión al respecto, pensé que sería buena idea poner en blanco y negro todo lo que pueda ser relevante, desde la situación del mercado energético en México...

02 de Agosto de 2013
Macario Schettino es profesor de la División de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, en Ciudad de México y colaborador editorial y financiero de El Universal (México).
 
Puesto que el tema energético sigue creciendo, y en varias ocasiones me han solicitado opinión al respecto, pensé que sería buena idea poner en blanco y negro todo lo que pueda ser relevante, desde la situación del mercado energético en México y el mundo hasta la situación de las empresas actuales y el futuro previsible. Intentaré presentar los datos lo más neutral posible y, ya en la conclusión insistiré en mi posición, que como Usted sabe, es a favor de cambiar las cosas.
 
Primero, México no es un país petrolero. Tenemos petróleo, pero durante mucho tiempo apenas si podíamos producir lo que consumíamos. Cuando se llevó a cabo la expropiación, nos encontrábamos en el punto más bajo de producción, y en los siguientes cuarenta años tuvimos varios en los que hubo que importar, pues no alcanzaba con nuestra producción. Todo cambió con el descubrimiento de Cantarell, que fue el que nos colocó en el mapa mundial y nos hizo pensar en que sí éramos petroleros. Cantarell empezó su declinación en 2004, y con él se redujo la producción de México, de 3.4 mbd (millones de barriles diarios) a 2.5, que es en donde estamos ahora. El manto más importante hoy es Ku-Maloob-Zaap, que es contiguo a Cantarell. Ku ya entró en declinación; los otros dos, aún no. El gran proyecto que se anunció en 2008, alrededor de la reforma energética de entonces, fue Chicontepec, que no está resultando nada bien. Durante 2012, su producción crecía al 30%, pero ahora se ha estancado. Y la producción es mínima: 66 mil barriles diarios.
 
En petrolíferos, estamos importando la mitad de la gasolina que se consume en el país. Eso representa casi 400 mil barriles diarios. La demanda de gasolina en nuestro país ha crecido al 3.5% anual promedio en lo que va de este siglo, frente a una economía que en ese mismo lapso creció 1.3% anual. En el caso del diesel, la importación ronda los 120 mil barriles diarios, que es un tercio de lo que se consume. En gas natural, durante el último año se botaron las importaciones, y estamos importando ya 40% del gas que consumimos.
 
Pemex tiene más de 150 mil trabajadores. De acuerdo con datos de CIDAC, esto lo lleva a tener la peor relación producción/trabajador en la industria petrolera mundial, tres veces por debajo de lo que logra Petrobras o Statoil.
 
Por otra parte, se ha dado un cambio muy significativo en el mundo a partir de lo que se ha dado en llamar la Revolución Energética iniciada en EE.UU. Un par de innovaciones, la fractura hidráulica y la perforación horizontal, han permitido que se incremente significativamente la producción de gas, a partir del gas de lutitas (shale gas), y esas mismas técnicas, con mejores procedimientos de refinación, han permitido usar petróleo pesado y arenas bituminosas, de forma que también se ha incrementado la producción de petróleo. El déficit combinado de EE.UU. y Canadá de petróleo, que en 2005 llegó a casi 12 millones de barriles diarios, se ha reducido hasta llegar a 4 millones de barriles diarios. De hecho, desde noviembre pasado EE.UU. es el país que más petróleo produce en el mundo. De continuar la tendencia que se ha visto desde 2005, EE.UU. y Canadá serán autosuficientes en combustibles fósiles en 2015. Estimaciones conservadoras indican que esto ocurriría hasta 2020.
 
Las exportaciones de petróleo de México se concentra en EE.UU. Pero, dado que desde 2005 sus necesidades se han reducido, sus compras también lo han hecho. Coincidió esa reducción en las compras de los Estados Unidos de América con nuestra menor producción, de forma que si en 2005 nos compraban 1.4 millones de barriles diarios (de 1.8 que exportábamos), el año pasado apenas compraron 960 mil barriles, de poco más de 1.25 millones que exportamos. En 2013, nos han comprado, en promedio, 828 mil barriles diarios. Y exportamos ya 1.17 millones, únicamente. Casi 700 mil barriles menos que en 2005.
 
La combinación de menos producción con más consumo nos coloca en una situación complicada, pues importamos ya cerca de 600 mil barriles diarios de petrolíferos, mientras que sólo exportamos 1,1 millones de crudo, lo que significa que las exportaciones netas son sólo 500 mil barriles diarios. Esto, si no contamos la diferencia de precio entre el crudo que se exporta y las gasolinas que se importan, que promedia poco más de 30%.
 
Finalmente, está la cuestión de la electricidad, en donde el 33% de la capacidad de generación proviene de privados, fundamentalmente Productores Independientes (así se llaman). Aportan 37% de la electricidad que consumimos, de forma que son un poco más eficientes que la Comisión Federal de Energía (CFE). En cualquier caso, la producción de esos independientes entra en la red de CFE, que es quien decide cuánto y a qué precio compra. Gracias a las crisis económicas de 1995, 2001 y 2008, la electricidad no se nos ha acabado, pero en los años previos a ellas estábamos cerca ya de saturar toda la capacidad productiva.
 
En definitiva: producimos menos petróleo, importamos más petrolíferos y más gas, y dependemos mucho de productores privados en electricidad. A cambio, las dos empresas paraestatales, Pemex y CFE, tienen una cantidad inmensa de trabajadores, con esquemas de prestaciones poco comunes en México, incluyendo pensiones que hoy equivalen a todos los activos de Pemex (sin las reservas de hidrocarburos) y en el caso de CFE nada más al 60% de los activos.
 
En ambos casos, las empresas sufren una política tarifaria hecha con las patas (perdone el tecnicismo) que complica su manejo. Por otra parte, he dicho en varias ocasiones que la idea de que el fisco saquea a Pemex no es correcta, pero sí estamos entre los países en los que mayor tajada tiene el gobierno.
 
Este es el panorama actual en lo que respecta a la energía en México.
 
Este artículo fue publicado originalmente en El Universal (México) el 30 de julio de 2013.
 
Macario Schettino | The Cato Institute, sitio web en español