INTERNACIONALES: ANTHONY B. KIM

Egipto: una razón para el descontento

Aún cuando millones han vuelto a manifestarse en las calles de El Cairo durante los últimos días, se desconoce si acaso el regreso de las protestas conllevará las necesarias reformas políticas y económicas que la sociedad egipcia reclama.

02 de Julio de 2013

Aún cuando millones han vuelto a manifestarse en las calles de El Cairo durante los últimos días, se desconoce si acaso el regreso de las protestas conllevará las necesarias reformas políticas y económicas que la sociedad egipcia reclama. La lucha en la nación africana claramente resalta una importante verdad: la libertad económica importa.

Una economía doméstica estancada ha mantenido a gran parte de los ochenta millones de ciudadanos egipcios alejados de oportunidades económicas. Egipto se ha acercado a la clasificación de "mayormente carente de libertades" en el Indice de Libertad Económica de la Fundación Heritage, por más de una década. Previo a la Primavera Arabe, Egipto implementó una serie de reformas sobre las regulaciones para la empresa, pero los cambios solo fueron cosméticos. A lo largo de los últimos dos años, mejoras críticas necesarias para la economía local fueron demoradas e incluso suspendidas. Peor aún, la efectividad de las reformas que pudieran haber ayudado a abrir mercados y a mejorar la productividad fueron recortadas por el frágil estado de derecho imperante y una severa falta de compromiso.

En efecto, para muchos ciudadanos egipcios de a pie, arreglar la economía es clave. Ellos se encuentran demandando una economía funcional que encuentre su marco en el estado de derecho. Particularmente, los más jóvenes fueron quienes se han visto cada vez más frustrados en relación al modelo económico anticuado y una realidad desalentadora. La contínua carencia de reformas económicas han alimentado el descontento desde 2011, cuando las finanzas estatales se vieron agotadas por el uso indiscriminado de subsidios a los alimentos, la energía y otras materias primas básicas.

Este Egipto caracterizado por el enfrentamiento remite a una crisis económica que amenaza con dinamitar la ahora frágil paz social y alterar la orientación política. Por mucho tiempo, El Cairo ha pospuesto las muy necesarias reformas económicas estructurales. El presidente Mohamed Morsi se ha concentrado más en expandir su propio poder y en consolidar el control de la Hermandad Musulmana, antes que en avanzar en los objetivos declarados de la revolución democrática egipcia y revivir la empeorada economía nacional.

Como sucintamente lo expusiera el analista de la Fundación Heritage, Kim Holmes, "A no ser que las estructuras económicas de Egipto se modifiquen (...) la causa real del descontento -la falta de oportunidades y de libertad económica- persistirán y estrangularán a la joven democracia egipcia desde la cuna". La puesta en marcha de elecciones democráticas no cambiarán los infortunados hechos de la vida para el promedio de los egipcios. El agente real del cambio es la libertad económica.


* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/07/02/egypt-protests-one-reason-for-the-unrest/
Foto: Xinhua/Sipa USA/Newscom

 

Anthony B. Kim | Heritage Libertad, The Heritage Foundation