INTERNACIONALES: DR. RAY WALSER

Edward Snowden, Rafael Correa y Ecuador

La saga del antiguo contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (National Security Agency, NSA) devenido en "denunciador" Edward Snowden continúa atrayendo la atención internacional.

25 de Junio de 2013

La saga del antiguo contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (National Security Agency, NSA) devenido en "denunciador" Edward Snowden continúa atrayendo la atención internacional. Si los reportes de prensa prueban ser correctos, el destino final de Snowden podría ser Ecuador, donde solicitó asilo.

Ecuador es una nación sudamericana de 15.5 millones de personas, que cuenta con una economía dolarizada. El presidente Rafael Correa, portador de ideología de izquierda, fue primero elegido en 2007 y ha establecido un cierto grado de control político sobre su país que podría resultar envidiable para cualquier dirigente de cualquier extracción. Uno de los principales rasgos de su administración ha coincicido con acallar la libertad de prensa. Una reciente ley aprobada por el congreso de Ecuador a comienzos de este mes garantizó al gobierno de Correa amplios poderes para silenciar a los críticos del gobierno.

La Administración Obama ha cortejado abiertamente a Correa bajo el mandato de la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, pero ha mostrado muy poco en materia de esfuerzos diplomáticos. El pasado año, Ecuador ofreció asilo al fundador de Wikileaks, Julian Assange, en la embajada ecuatoriana en Londres. Un año más tarde, Assange continúa recluído en ese mismo edificio. Pocos imaginan que Assange y su equipo de Wikileaks están oficiando de intermediarios para que Edward Snowden también sea alojado por el país sudamericano.

Luego de la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez Frías en marzo, algunos en la región latinoamericana depositaron sus miradas sobre Rafael Correa, en su rol de líder emergente del grupo regional de izquierda y con intereses antiestadounidenses conocido como Aianza Bolivariana. Aún careciendo del carisma de Chávez y de sus recursos petroleros, Correa no se muestra temeroso ante la posibilidad de desafiar a los Estados Unidos en el escenario diplomático, abriendo las puertas de su país a la República Popular China e Irán.

Garantizar asilo a Snowden solo hará que el presidente Rafael Correa pueda pulir un poco más sus credenciales antinorteamericanas en una "campaña popular" contra la "perspectiva hegemónica y despótica" de Estados Unidos, temática que gana consistencia en el diálogo del jefe de estado ecuatoriano y sus aliados antiestadounidenses. Incluso convertirá a este líder latinoamericano de pequeño calibre -consumado en tendencias autoritarias- en el consentido de los fanáticos anti-establishment del globo.

El caso de Snowden es una remembranza del rol que Fidel Castro en su momento ejecutó al asilar al operativo de la CIA Philip Agee en La Habana, durante décadas. El asilo para Snowden otorgaría a Rafael Correa la carta de alta exposición mediática con bajos costos de inversión que tanto anhela, equiparando falsamente al sentimiento antiestadounidense de moda con la defensa de las libertades mundiales, y provocando a la desventurada Administración Obama y la maquinaria de seguridad nacional de los Estados Unidos de América una vergüenza incluso mayor.


* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/06/24/snowden-rafael-correa-and-ecuador/

 

Dr. Ray Walser | Heritage Libertad, The Heritage Foundation