POLITICA: JIMENA CASTIÑEIRA ARCE, ABOGADA

25 de Mayo: cuando sólo el Gobierno tiene motivos para festejar

Este 25 de mayo, el Gobierno Nacional y sus seguidores celebrarán lo que ellos han llamado "La Década Ganada". Acaso se celebre la inexistencia del 'tren bala', cuyo costo fue de 400 millones de dólares y, junto a ello, la compra de...

23 de May de 2013

Este 25 de mayo, el Gobierno Nacional y sus seguidores celebrarán lo que ellos han llamado "La Década Ganada". Acaso se celebre la inexistencia del 'tren bala', cuyo costo fue de 400 millones de dólares y, junto a ello, la compra de miles de metros cuadrados en tierras fiscales a precio vil por parte del matrimonio Kirchner, para luego ser revendidas a precios de mercado.

Tampoco podrían quedar fuera de las razones para el próximo agasajo 'popular', la Ley de Medios, la prohibición de la compra de divisa extranjera ni la ley de 'Acceso Justo al Hábitat', que dispusiera que los emprendimientos privados "que ocupen predios de más de 5.000 metros cuadrados", deberán "ceder el 10 % de la superficie o su equivalente en dinero", las recurrentes violaciones a la libertad de prensa, el derecho de propiedad, de trabajar y ejercer industria lícita, entre otras.

La tragedia ferroviaria de Once y la catástrofe de las inundaciones de La Plata, cuyos causas no son sino la corrupción motorizada en el desvío de fondos públicos hacia cuentas personales, las coimas del Caso Skanska, las valijas del venezolano Antonini Wilson, el "vuelto" en el baño de Felisa Miceli, el anillo del magistrado oficialista Norberto Oyarbide, el Ferrari de Sergio Schoklender y la estafa de "Sueños Compartidos", son apenas algunos capítulos de depravación política que han regido a nuestra Argentina durante los últimos diez años.

En materia de políticas públicas, asistimos a fallidas directivas energéticas fallida que nos han llevado -por falta de inversiones- a importar este recurso y otros que perfectamente podría desarrollar nuestro país. Es conocido el carácter deficiente del sistema de transporte que, a la vez, representa un riesgo permanente para la ciudadanía. Sabemos ya de obra pública subjejecutada cuyas licitaciones -teñidas de sobornos y cohechos- sólo benefician a los amigos del poder. Sobran ejemplos: en pocos días, una porción de la ciudadanía festejará una década de putrefacción y la propia aniquilación de la función pública a manos de los personeros del Gobierno Nacional.

Y es que el engaño ya está instalado en la sociedad, como una forma de hacer política. Ya en los estratos más inocentes de la población nos encontramos a miembros de La Cámpora, cautivando en los colegios desde sus embusteras ideas. Se incrementa la creatividad en las herramientas de censuras contra medios y periodistas críticos; se supo del Proyecto X y del espionaje en la cabeza del Estado; o de la publicidad oficial infiltrada en medios estatales que no deberían ser manipulados en beneficio de gobiernos de turno. Vemos cómo la Presidente recurre a la Cadena Nacional para difundir su propaganda política sin la menor discreción alguna, y cómo los medios paraoficiales replican los datos adulterados del INDEC. Todas ellas, herramientas fundamentales con las que se busca embaucar a la población con rigor diario.

Ironía: no podrá negarse que la discrecionalidad en el uso de fondos públicos para financiar campañas políticas, el inexplicable incremento patrimonial del matrimonio Kirchner y sus funcionarios, el vaciamiento del ANSES y el ardid con que la Casa Rosada se apropió de fondos de las AFJP que pertenecían a los ciudadanos aportantes, la reestatización de Aerolíneas Argentinas (que generara pérdidas de U$S 3.566 millones al día de la fehca), la fallida medida de confiscación de YPF -con la baja histórica en la producción de petróleo, derivada de la expulsión de Repsol-, el caso Báez y la ruta del 'Dinero K', la embestida contra la Justicia a fin de convertirla en un poder servil y rastrero, sin dudas pueden ser interpretados por el kirchnerismo como motivo más que suficiente para obsequiarse un "homenaje".

Es evidente que pocos podrían hablar de "década ganada" sino, antes bien, de una década robada. Si así no hubiese sido, cabe preguntarse: el próximo 25 de mayo, ¿deberíamos acaso tolear o aplaudir que un aproximado de veinte millones de pesos que hemos aportado con nuestros impuestos se destinen a este evento oficialista antes que a políticas de salud pública, educación y seguridad? Es para pensarlo.

 

Jimena Castiñeira Arce, Abogada Titular Estudio Jurídico Castiñeira Arce