Chipre rechaza el plan draconiano de la Unión Europea

El parlamento de Chipre rechazó ayer -con contundencia- el plan de rescate financiero de la Unión Europea (UE), que hubiese gravado la totalidad de los depósitos bancarios privados.

El programa no recibió siquiera un solo voto de respaldo, al pronunciarse en contra del mismo 36 parlamentarios y abstenerse 19. Un legislador se ausentó de la votación.

Este plan -profundamente impopular- hubiese adoptado la medida sin precedentes de gravar los depósitos de las cuentas bancarias de los residentes en Chipre. Preocupado por las protestas públicas ante el intento de atraco a las cuentas bancarias personales, el gobierno chipriota decidió mantener los bancos cerrados al menos hasta el día jueves, después de anunciar sus planes durante el pasado fin de semana.

Al enfrentarse a una reacción negativa al plan tanto por parte de los mercados financieros como del pueblo chipriota, la Eurozona y las autoridades del país también mostraron su preocupación por la posibilidad de una afluencia masiva a los bancos una vez que estos volvieran a abrir; todo ello, mientras se conociera la noticia de que los cajeros automáticos de toda la isla se habían quedado sin dinero. Ni siquiera una modificación de última hora del plan -que hubiera eximido a las cuentas bancarias con un saldo inferior a €20 mil- fue suficiente para que el paquete de medidas del rescate financiero obtuviese el respaldo necesario en el parlamento chipriota.

Sin dudas, el rechazo legislativo es una buena noticia. El plan propuesto, conforme lo explica el analista de la Fundación Heritage Luke Coffey, hubiese tenido consecuencias de gran calado:

La crisis de la eurozona ha revelado profundas grietas en todo el proyecto europeo. La arrogancia de quienes querían establecer un superestado europeo a cualquier precio se esconde detrás de la burocracia de Bruselas, mientras que el europeo promedio padece las consecuencias. Si la UE respalda estas draconianas medidas económicas en Chipre, no habrá nada que los detenga para respaldar medidas similares en otras economías debilitadas de la eurozona. Países como Irlanda, Italia, Portugal y España deberían tener en cuenta esta advertencia.

Que una medida tan drástica como gravar los depósitos bancarios privados fuera siquiera considerada constituye otra prueba más de cuán distantes, arrogantes y faltos de la obligación de tener que rendir cuentas se han vuelto los responsables de la Eurozona en Bruselas. Y que el plan no pudiera salvarse mediante la inclusión a última hora de una exención para los pequeños depositarios, solo atestigua el alcance de la indignación y desconfianza hacia el plan de rescate financiero entre los ciudadanos chipriotas.

Ahora que el parlamento local ha rechazado este plan, es probable que los responsables de la zona Euro pidan a sus homólogos chipriotas que ideen un modo alternativo con el fin de elevar la recaudación, para aumentar así la contribución de la eurozona al rescate financiero. De momento, este capítulo del rescate financiero chipriota se ha terminado, pero la saga de la crisis de la Unión Europea seguirá dando que hablar.