INTERNACIONALES: JESSICA ZUCKERMAN

El Papa Francisco I y América Latina

El día de ayer, en Roma, el mundo asistió al momento en que el humo blanco se elevaba desde la Capilla Sixtina, y al posterior nombramiento del nuevo Papa...

14 de Marzo de 2013

El día de ayer, en Roma, el mundo asistió al momento en que el humo blanco se elevaba desde la Capilla Sixtina, y al posterior nombramiento del nuevo Papa. Muchos vieron el reciente cónclave papal con gran intriga, luego de que Benedicto XVI se convirtiera en el primer papa en abdicar en seiscientos años. Ahora, con la designación del argentino Jorge Mario Bergoglio -el nuevo Papa Francisco I-, el mundo católico vuelve a tener un jefe no europeo en 1.272 años, a la vez que se convierte en el primer papa de las Américas.

Ciertamente, la cantidad de fieles en América Latina se ha incrementado en años recientes. La región es ahora el hogar del, aproximadamente, 41 por ciento -o 483 millones- de los católicos del mundo, habiendo crecido esta cifra en 59 millones desde 1990. Junto a este crecimiento, la selección de Francisco I, con toda probabilidad, arrojará más luz sobre la importancia de América Latina y el Caribe en el escenario mundial.

En efecto, los resultados devueltos por la designación de Bergoglio en la región serán multifacéticos. Por principio, servirá para fortalecer las voces y la determinación de aquellos que ven a Latinoamérica cada vez más confiable desde el punto de vista de la democracia, las reformas económicas basadas en el libremercado, la disciplina fiscal y el descenso de la pobreza. Este movimiento de vanguardia es liderado por el gigante geopolítico emergente, Brasil, que no solo será anfitrión de próximos megaeventos tales como la Copa del Mundo de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, sino que también organizará el Día Mundial de los Jóvenes Católicos (World Catholic Youth Day) en julio de 2013 -que atraerá a millones de fieles. Chile y Colombia también se encuentran aprovechando una modernización económica y un crecimiento sólidos.

Desde luego, mientras la noticia del Papa Francisco I será bienvenida en la mayor parte de las Américas, existen otros -como ser, los seguidores del desaparecido presidente venezolano Hugo Chávez- que prefieren creerle a líderes socialsitas seculares antes que a la verdadera justicia social en América Latina. Numerosos chavistas incluso ven a la Iglesia Católica y su defensa de valores tales como la libertad, el deber y la fe como una amenaza para la agenda socialista. No obstante, un papa latinoamericano también puede ayudar a la Iglesia a redoblar sus esfuerzos para combatir a la pobreza, la discriminación y la exclusión social.

A fin de cuentas, la elección del Papa Francisco es, por cierto y principalmente, un momento de notable importancia para millones. Para Latinoamérica, sin embargo, la decisión bien podría tener un efecto y significado aún mayores.


* Traducción al español: Matías E. Ruiz

 

Jessica Zuckerman | Heritage Libertad, The Heritage Foundation