INTERNACIONALES: YAMIL SANTORO

Autogolpe en Venezuela

Basta de llamar a las cosas por lo que no son. En Venezuela, estamos asistiendo a un golpe de estado con todas las letras, lo cual es fácil de entender para cualquiera. Aquí existen dos debates...

13 de Marzo de 2013

Basta de llamar a las cosas por lo que no son. En Venezuela, estamos asistiendo a un golpe de estado con todas las letras, lo cual es fácil de entender para cualquiera. Aquí existen dos debates:

1. Si acaso Hugo Chávez Frías asumió como presidente, y si acaso la posición de Nicolás Maduro como vicepresidente es ajustada a derecho.
2. Si, siendo vicepresidente, asume como presidente o si sólo se encarga de la jefatura de gobierno.

Arrancamos con el Artículo 231 en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:

"El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente de la República el diez de enero del primer año de su Nicolás Maduroperíodo constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia".

Ajá. Los ambos casos supuestos implican que la juramentación se realice ante, que significa "en presencia de". Por tratarse de un hecho de especial trascendencia normativa, dado que es un filtro de aptitud o capacidad del presidente electo para asumir. Si no toma posesión mediante una acción, estaría aplicándose una figura jurídica anormal (La traditio brevi manu), propia de los derechos reales (de las cosas). Tal extensión anormal viola la finalidad publicista de este tipo de acto de gobierno, permitiendo a un muerto asumir en Cuba la presidencia de un país. No existe forma de que este hecho pueda ser admitido de forma "privada", es decir, sin que sea un acto público. Por ende, aquí vemos el primer pecado: la falsa e ilegal asunción de Chávez.

Sigamos leyendo juntos (resumo lo irrelevante):

Artículo 233
Serán falta absoluta (...) la muerte, entre otras.

"Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta, dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente de la Asamblea Nacional".

Si coincidimos en que Chávez no asumió (pues estaba muerto o incapacitado), corresponde a Diosdado Cabello -presidente de la Asamblea Nacional- asumir. Pero continuemos explorando las irregularidades.

"Si la falta absoluta del Presidente de la República se produce durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente, se encargará de la Presidencia de la República el Vicepresidente Ejecutivo".

Asumiendo que la reasunción del Chávez fantasma es válida, la carta magna venezolana refiere que el rol del vicepresidente es "hacerse cargo" de la presidencia (una gestión) y no "tomar posesión" (una asunción). El acto de asumir -tal cual lo refleja la Constitución en su Artículo 231- es tratado por el constituyente con la frase "tomar posesión". El rol del vicepresidente es, en tanto vice, hacerse cargo de las gestiones. No es presidente, y no puede asumir tal rol.

La misma constitución indica, en el Artículo 229, que "no podrá ser elegido Presidente o Presidenta de la República quien esté en ejercicio del cargo de Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva (…), en el día de su postulación o en cualquier momento entre esta fecha y la de la elección".

En conclusión:

1. Se hace asumir ficticiamente a Hugo Chávez Frías para que no asuma Diosdado Cabello (titular de la Asamblea Nacional) y poder inventar la vicerepresidencia de Nicolás Maduro por un mecanismo anormal e ilegal.
2. Se hace asumir ilegalmente a Maduro como presidente, para que no sea alcanzado por la inhabilitación para postularse a la presidencia.

Que nadie se equivoque. Lo de Venezuela es un golpe de estado, que se intenta imponer mediante cuotas de apoyo popular, pero ninguna mayoría puede superar a la Constitución Nacional. Esta es la esencia del golpe de estado. En la Argentina, en Venezuela y en el mundo, el fascismo considera que las masas tienen derecho de aplastar a las minorías pasando por encima de la Constitución Nacional. En la óptica fascista, todo aquel que no comparte el pensamiento único merece ser silenciado, acusándolo de tener "privilegios".

Estamos en presencia de un Golpe de Estado en Venezuela.


* El autor es docente y miembro del partido político argentino "Unión Por Todos"

 

Yamil Santoro | El Ojo Digital Internacionales