ESTADOS UNIDOS: AMY M. PAYNE

Estados Unidos: conmoción por el inflado paquete de ayuda para víctimas del huracán Sandy

Los líderes políticos de Nueva Jersey y Nueva York estallaron pocos días atrás, luego de que el vocero de la Cámara de Representantes John Boehner (R-OH) pospusiera la votación sobre el paquete de ayudas por el huracán Sandy. Pero el proyecto de ley se percibe tan cargado de dinero para comprar favores políticos que estos altos cargos deberían considerar el dirigir su ira contra la Administración Obama, que es la que está secuestrando la ayuda dirigida a sus electores.

06 de Enero de 2013

Los líderes políticos de Nueva Jersey y Nueva York estallaron pocos días atrás, luego de que el vocero de la Cámara de Representantes John Boehner (R-OH) pospusiera la votación sobre el paquete de ayudas por el huracán Sandy. Pero el proyecto de ley se percibe tan cargado de dinero para comprar favores políticos que estos altos cargos deberían considerar el dirigir su ira contra la Administración Obama, que es la que está secuestrando la ayuda dirigida a sus electores.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, “en una enfurecida conferencia de prensa denunció el ‘egoísmo y la duplicidad’, las ‘intrigas palaciegas’, ‘la indiferencia despiadada hacia la gente de nuestro estado’”, según informó ABC News.

Barack ObamaEl representante Peter King (R-NY) acusó a Boehner de “clavar ‘un cruel cuchillo en la espalda’ de los residentes asolados por la tormenta ‘que no tienen refugio, no tienen comida’”.

Sin embargo el auténtico “egoísmo y duplicidad” proviene de aquellos que insisten en que este proyecto de ley está destinado a las víctimas de Sandy, cuando en realidad, se trata de un festival de dinero gastado en intereses especiales. Constituye, por tanto, un modo terrible de tratar a las víctimas de la tormenta el apilarlos junto a otros proyectos, e incluirlos en una votación legislativa con una gran carga emocional. Ello equivale a querer sacar provecho de las víctimas de los desastres, algo que es imperdonable. Ahí es donde debería centrarse la ira.

Las estimaciones de los bienes asegurados perdidos a causa de Sandy llegan a rondar los US$20,000 millones, mientras que el total del paquete de ayuda propuesto es de tres veces esa cantidad. Casi $28,000 millones de la cantidad solicitada está destinada a proyectos de ayuda frente a futuros desastres.

El proyecto de ley incluye fondos para Head Start, el programa federal de atención diurna. Como explica la analista de la Fundación Heritage Lindsey Burke, investigadora adscrita a la Donación Will Skillman, puede que algunos centros pertenecientes al programa Head Start precisen reparaciones por los daños del huracán, pero entregar a este programa $100 millones (como haría el paquete de ayudas de Sandy) es un enorme gasto que merece un examen más detallado.

Otros elementos cuestionables dentro de este paquete de ayudas y que han recibido una amplia cobertura por parte de los medios de comunicación son: el dinero para las pesquerías de Alaska, la libre disposición de fondos del secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y las reparaciones en el Smithsonian Institute. El analista de la Fundación Heritage Patrick Louis Knudsen añade: “ahí están los verdaderamente audaces $17,000 millones en fondos para el Programa de Subsidios Globales para el Desarrollo Comunitario (CDBG), unos fondos para usos ilícitos embarazosamente evidentes”.

Aunque como ha comentado el investigador invitado de la Fundación Heritage Matt Mayer, en este asunto reside una cuestión mucho más importante, la petición de gasto, que:

…refleja la actitud desenfadada del presidente frente al gasto y los déficits. Obama piensa aprovechar los vacíos legales de la Ley de Control Presupuestario que permiten este nuevo gasto, pasando por encima de los límites del gasto existentes y sin ofrecer compensaciones. En una época con déficits crónicos de billones de dólares, esta ley es de una negligencia fiscal deliberada.

Mayer comenta que la prioridad deberían ser las víctimas reales de Sandy: “todas las peticiones de financiación para los departamentos y agencias federales que no fluyan hacia los estados, localidades, empresas o ciudadanos en forma de acciones de respuesta y reconstrucción no deberían estar incluidas en esta petición suplementaria”.

El huracán Sandy es el tipo de desastre que debería abordar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), pues la ayuda federal es muy necesaria. Pero la utilización de las víctimas del huracán por parte de la Administración Obama para conseguir miles de millones de dólares en gasto público adicional se merece una respuesta enfurecida de quienes se vieron afectados por la tormenta.

 

Amy Payne | Heritage Libertad, The Heritage Foundation