ECONOMIA INTERNACIONAL: ALEX KAISER

La tragedia de Alemania

En su notable ensayo Politics and the English Language, George Orwell advirtió que "el lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas, el asesinato respetable y para dar apariencia de solidez al mero viento”.

04 de Diciembre de 2012

Axel Kaiser es investigador del Instituto Democracia y Mercado (Chile) y columnista de ElCato.org. Axel obtuvo el primer lugar en nuestro primer concurso de ensayos, Voces de Libertad 2008.

En su notable ensayo Politics and the English Language, George Orwell advirtió que "el lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas; el asesinato, respetable, y para dar apariencia de solidez al mero viento”. Hoy día, en pocos sitios esto se observa de manera más cruda que en Alemania. “Si fracasa el euro, fracasa Europa”, repite una y otra vez Angela Merkel, como si no hubiera doce miembros de la unión politica que no emplean el euro y con los cuales se convive y comercia en perfecta armonía. Y como si el periodo de mayor prosperidad y paz de la historia europea no hubiera sido precisamente antes de la introdución de la moneda común.

Pero eso no cuenta. El euro debe ser rescatado, “cueste lo que cueste”, según Merkel. Para diluir la resistencia de la población y encubrir su colosal fracaso, Angela Merkelpolíticos de todos los sectores difunden el mito de que Alemania fue la mayor beneficiada del euro. Prueba de ello sería el enorme superávit comercial con la periferia. Pero lo que no dicen estos dirigentes es que ese superávit fue financiado por los países de la periferia, con créditos proveniente de Alemania. De este modo, los europeos del sur adquirieron productos alemanes con dinero alemán que hoy no pueden pagar. Ese es el gran negocio que, de acuerdo al ministro de finanzas Wolfgang Schaeuble, hizo Alemania bajo el marco del euro. Que en ese mismo periodo de “éxito” el país haya tenido la menor tasa de inversión de la OCDE, cinco millones de cesantes y el crecimiento más bajo de la zona euro, son datos que se le ocultan celosamente a la población. El mismo Schaeuble afirmó esta semana -sin mover una ceja- que la crisis griega no iba a costar ni un solo euro a los alemanes. No sorprende que un importante medio de ese país haya advertido que Merkel y Schauble arriesgan quedar como unos “mentirosos” frente a la población.

Pero es todavía peor, pues el euro significó para Alemania sacrificar a la preciosa Deutsche Mark y ceder el control de su ejemplar política monetaria. Hoy, el país concurre con un 27% del capital al Banco Central Europeo y exhibe un solo voto en el consejo del mismo, igual que Malta o Chipre. Es difícil imaginar una fórmula más efectiva y antidemocrática para echar mano a los recursos de los alemanes, y es fácil comprender la frustración de Jens Weidmann, presidente de la Bundesbank. Las cifras lo dicen todo. El BCE, mediante el sistema llamado target credit, ha transferido de manera secreta dineros alemanes por una suma cercana a 380 mil millones de euros. Si se añade la compra de bonos y los paquetes de rescate, la exposición de Alemania al euro se aproxima a 750 mil millones de euros, cerca de un tercio del PIB. Con más de un 80% de deuda sobre el PIB, bastaría con que una fracción de aquellos créditos fallase, para arrastar a Alemania a la quiebra. A los políticos -como ya se ha visto- no les importa. Ellos ya han sacrificado el interés de su pueblo en beneficio de unos pocos banqueros y en aras de un fanatismo europeísta que está llevando al país al mayor desastre desde la Segunda Guerra Mundial.

Este artículo fue publicado en El Diario Financiero (Chile) el 30 de noviembre de 2012.

 

Alex Kaiser | The Cato Institute, sitio web en español