INTERNACIONALES | OPINION: DR. RAY WALSER

Presidenciales en Venezuela: David versus Goliat

El próximo 7 de octubre, millones de venezolanos votarán por el hombre que liderará su país durante los próximos seis años. El populista Hugo Chávez, una suerte de Goliat autoritario, se exhibe confiado en la victoria. A pesar de encontrarse batallando contra el cáncer y trabajando en exceso para ocultar trece años de carencias en su administración, la incompetencia y la corrupción, él considera que su estrategia electoral...

05 de Octubre de 2012

El próximo 7 de octubre, millones de venezolanos votarán por el hombre que liderará su país durante los próximos seis años.

El populista Hugo Chávez, una suerte de Goliat autoritario, se exhibe confiado en la victoria. A pesar de encontrarse batallando contra el cáncer y trabajando en exceso para ocultar trece años de carencias en su administración, la incompetencia y la corrupción, él considera que su estrategia electoral lo depositará en el triunfo y que convertirá la marcha de Venezuela hacia el socialismo en un sello irreversible.

Por sobre todo, el actual presidente venezolano acusa el apoyo de quienes son calificados como los matones verificados del concierto internacional: Mahmoud Ahmadinejad (Irán), Bashar al-Assad (Siria), Raúl Castro (Cuba), Alexander Lukashenko (Bielorrusia), y Vladimir Putin (Federación Rusa). Todos ellos se han unido a un puñado de pseudocelebridades estadounidenses tales como el cineasta Oliver Stone y el actor Sean Penn. Espectro en donde cabe anotar al ex primer mandatario de los Estados Unidos, Jimmy Carter, quien etiquetara a la mecánica de la elección venezolana como "la mejor del mundo". Y, si acaso es lícito creer las palabras del propio Chávez, hasta el presidente Barack Obama lo tiene por favorito.

Esto deja como un potencial "David" al candidato de la Oposición Democrática Henrique Capriles Radonski, claramente abandonado de apoyo internacional y celebridades. Sin embargo, y desde el pasado mes de febrero, Capriles y sus aliados han librado una dura batalla que se ha hecho cuesta arriba en un campo de juego desnivelado en favor del actual titular del poder.

Pero Capriles ha logrado inspirar esperanza para cambios reales que incluyen un regreso de la responsabilidad, la transparencia, la eficiencia, el estado de derecho, la reconciliación social y relaciones mejoradas con el globo. Estudios de opinión en los Estados Unidos reflejan una reducción de la brecha existente entre ambos aspirantes, y muchos comienzan a ver ahora a Henrique Capriles como una amenaza frente al puño de hierro del chavismo.

Está claro que, mientras el proceso electoral de Venezuela ha sido hasta ahora injusto, el 7 de octubre podría suceder que la publicación ordenada de proyecciones, los cambios de postura y la honestidad en el recuento de votos podrían salvar la situación. Las claras delimitaciones y alarmas para ello están representadas por el fraude, la intimidación y la violencia.

Al pueblo venezolano debe permitírsele decidir si desea vivir otros seis años a manos de su Goliat socialista, o si desea obsequiarse una oportunidad en la figura de un David demócrata. Podría ser de consuelo recordar que, a lo largo de la historia, aquello que es correcto ha triunfado siempre por sobre los alcances de la fuerza.

 

Dr. Ray Walser | Heritage Libertad, The Heritage Foundation