ECONOMIA INTERNACIONAL: LINGXIAO OU

La República Popular China y su fracasado estímulo

Casi cuatro años después de la implementación de los “estímulos” económicos en todo el mundo, el crecimiento global se mantiene estancado.

15 de Agosto de 2012

Casi cuatro años después de la implementación de los “estímulos” económicos en todo el mundo, el crecimiento global se mantiene estancado.

En Estados Unidos, la tasa de desempleo está aún por encima del 8%. Y en el segundo trimestre de 2012, el crecimiento oficial del PIB chino cayó al 7.6%, el más bajo en tres años.

Según su Oficina Nacional de Estadísticas, el plan de estímulos masivos de 2008 de China incluía un aumento de 4 billones de yuanes ($585,000 millones) en el gasto por parte del gobierno durante dos años y una ampliación de los préstamos bancarios por valor de 9 billones de yuanes ($1.3 billones) sólo en 2009.

República Popular ChinaAunque el PIB chino repuntó tras los estímulos, la vida del ciudadano promedio se hizo más difícil. En los años posteriores a los estímulos, la inflación real se mantuvo alta y los ingresos se incrementaron lentamente. Y los precios de la vivienda se dispararon debido a la desviación de los préstamos bancarios hacia el mercado de la propiedad inmobiliaria. En las principales ciudades de China, los precios de la vivienda alcanzaron 30 veces el valor del salario promedio anual.

La mayoría de los estímulos fiscales fueron a parar al desarrollo de las infraestructuras, tales como la construcción de aeropuertos y la reconstrucción de la zona afectada por el terremoto de Sichuan. Estos proyectos, elegidos por el gobierno, no distribuyeron beneficios entre la mayoría de la población. Por ejemplo, el ferrocarril de alta velocidad de un billón de yuanes tuvo una tasa de ocupación del 30% en algunas de sus líneas una vez completado. Y el puente sobre el mar más largo del mundo, construido en Qingdao, tiene pocos usuarios, convirtiéndolo en la versión china del “Puente a Ninguna Parte”.

La crisis financiera de 2008 y 2009 fue una buena oportunidad para que China reiniciase su reforma económica estructural. Durante años, el gobierno chino trabajó para mantener unos bajos salarios con el fin de fomentar las exportaciones. Las empresas privadas lucharon por asegurarse los créditos provenientes de los bancos de propiedad estatal y a menudo recurrieron a costosos préstamos por parte de prestamistas informales (e incluso ilegales). Casi todos los grandes proyectos se concedieron a empresas propiedad del estado, que tenían menos incentivos para ser productivos ya que estaban respaldados por la garantía del gobierno. Cuando la demanda global cayó debido a la crisis, el aumento en los ingresos tanto de las empresas privadas como de la población habría ayudado a China a fomentar el consumo interior a la vez que estas se habrían distanciado del estado.

Se tomaron algunas de estas medidas, pero como demuestran las iniciativas adoptadas para los estímulos, el gobierno se dedicó principalmente a agrandar las empresas de propiedad estatal y acabó endureciendo las condiciones de vida de la mayoría de la gente.

 

La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.

 

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