INTERNACIONALES: MATIAS E. RUIZ

Siria: caída del régimen, con riesgo concreto de libanización

Damasco -tal lo señalan reportes de agencias- continúa echando mano de una ofensiva desordenada contra las fuerzas del Ejército Libre Sirio (ELS), sin anotarse resultados potables en el plano militar. En tanto el gobierno de al-Assad se asoma al precipicio, la reconfiguración geopolítica de la región podría situarse bastante lejos de cualquier antesala de "final feliz".

06 de Agosto de 2012

En cuestión de pocas semanas, el complejo escenario sirio ha comenzado a sellar la suerte del régimen de Bashar al-Assad desde el terreno. A la deserción de un piloto de la fuerza aérea (aeronave incluída), se ha sumado recientemente la defección del otrora Primer Ministro Riyah Farid Hijab hacia territorio jordano. Este hecho -como era previsible- intentó ser minimizado desde las oficinas de la agencia oficial local SANA, reportándose que al citado Twitter, Matías E. Ruizfuncionario le había sido exigida la presentación de su renuncia, por orden presidencial. En cualquier caso, la Administración ya había sufrido un duro golpe a consecuencia del atentado con explosivos que segara la vida de Hisham Bekhtyar, a la sazón jefe del Mukharabat local (servicio de inteligencia) y la de otros tres altos dignatarios de la seguridad gubernamental. Y, por cierto, tampoco representó un hecho poco significativo la detonación que redujo a escombros una estación de radio y televisión estatal, el pasado 6 de agosto.

En el plano militar, las novedades tampoco han resultado auspiciosas para la estrategia de supervivencia del líder de Damasco. Desde hace no menos de veinte días, elementos del Ejército Libre Sirio libran encarnizadas batallas -ya no escaramuzas- en los alrededores de la capital, Riyah Farid Hijab | The New York Timesponiendo en aprietos a las fuerzas leales al gobierno. Por su parte, la ciudad de Alepo (el reducto comercial más importante del país) no ha sido testigo del repliegue rebelde prometido por el gobierno: el ELS ha resistido -hasta el momento, al menos- la avanzada montada por el régimen, que recurrió a tropas regulares apoyadas por armamento pesado e infantería mecanizada. Los informes de Inteligencia occidentales puntualizan que el gobierno acusa una pérdida importante de artillería, control territorial (como ya se ha expuesto) y movilidad. Por otra parte, un problema central para el régimen son sus reservas de divisas.

Como complemento, todavía se desconoce el paradero del propio jefe de estado, dato que refuerza la incertidumbre puertas adentro de la Administración. Se ha desvanecido, pues, el criterio de la agenda oficial. Mientras las deserciones aumentan, la ofensiva en los centros urbanos acusa una desprolija estrategia de saturación: el estado sirio bombardea a la población civil desde sus aeronaves de combate, de manera indiscriminada. A la postre, al-Assad está recurriendo a las medidas que empuñara el depuesto (y luego ultimado líder libio) Muammar Khadafy antes de arrimarse hacia su cadalso: la eliminación de objetivos civiles bajo la modalidad del prejuicio extremo. Lo que -en buen romance- equivale a dispararle a todo aquello que se mueva. Recuérdese cuando, en los alrededores de Trípoli, los uniformados egipcios apostaron francotiradores con el fin de neutralizar prácticamente a cualquiera que se asomara por ventanas y balcones. Una vez más, la historia de los conflictos a lo largo de la era moderna vuelve a enfrentarse a una máxima, a saber, que el escenario de combate urbano siempre termina convirtiéndose en una pesadilla interminable para los ejércitos regulares. La carencia -o pérdida- de criterio y objetivos por parte de cualquier estado en el teatro de operaciones es explotada a consciencia por la asimetría Free Syrian Army | Ejército Sirio Librecorporizada en el accionar del combatiente guerrillero. Ambiente en donde el profundo conocimiento del terreno se transforma en una variable por demás decisiva. Y -claramente- existe un punto de quiebre a partir del cual los tratados sobre contrainsurgencia pierden toda utilidad práctica.

Tampoco debería tomarse tan en serio la flamante amenaza que fuera proferida por el gobierno de Damasco, en el sentido de que no dudaría en emplear armas de destrucción masiva (químicas) si acaso contingentes extranjeros pusieran pie en su geografía. En concordancia con los papers consultados por entendidos en el tema, si bien Siria cuenta con esta clase de armamento, no dispondría del equipo necesario para atacar -con resultados aceptables- a contingentes compuestos por tropas enemigas. La explicación consiste en que la distribución o diseminación correcta de los agentes químicos sobre el enemigo (esto es, con la meta de provocar un número atendible de bajas) solo podría lograrse a través de la concentración de esos elementos en pocos metros cuadrados, y esto es una empresa difícil de garantizar desde lo táctico. Mucho más cuando se considera la reportada carencia de material apuntada por las fuerzas de al-Assad. Por transitividad, las preocupaciones inherentes a la posibilidad de que grupos minoritarios puedan apropiarse de las existencias de armamento químico al cierre del conflicto, podrían ser igualmente desmesuradas. El factor clave observa relación directa con el aprovechamiento efectivo de ese arsenal y, en segunda instancia, con la inconveniencia de hacerlo (de cara a la reacción que pudiera suscitar por parte de vecinos como, por ejemplo, Israel).

Será hora, pues, de contemplar el cuadro desde mayor altura, para cotejar las implicancias geopolíticas emanadas del pantanoso subsistema sirio. Es la República Islámica de Irán uno de los protagonistas damnificados por los resultados parciales que arroja el conflicto. Ello, en virtud de que Teherán ha sabido ocupar el rol de firme aliado de Damasco, a quien ha venido proveyendo tanto de fondos como de armamento. Servirá para Mahmoud Ahmadinejad y Bashar al-Assadilustrar este detalle la reciente captura de algo menos de un cincuentenar de ciudadanos iraníes en territorio sirio, por parte de la Brigada Bara (una de las distintas facciones que actúan en el seno del ELS). Mientras los rebeldes aseguran que este elemento pertenece a la portentosa y bien entrenada Guardia Revolucionaria persa, desde la capital iraní se ha afirmado que solo se trataba de peregrinos que se dirigían a un renombrado templo shiíta en cercanías de la localidad de Talamon. Interdicto propagandístico aparte, analistas sostienen que Irán tiene mucho que perder con la caída de al-Assad, dado que ello representaría un golpe a la línea de flotación de la estrategia de Teherán para ampliar su influencia no solo en Siria, sino también en Irak y el Líbano. La República Islámica, finalmente, deberá abandonar su prerrogativa de ataque para pasar a la defensiva. Conato que a Turquía le será necesario aprovechar para incrementar su radio de acción en el norte iraquí y -en el proceso- obstaculizar la agenda de los kurdos, pueblo que no ceja en sus ambiciones de edificar su propio estado-nación en el citado cuadrante de la antigua Babilonia. Aunque Ankara no debería preocuparse mayormente: la concreción del Kurdistán nunca ha sido bien vista por las potencias occidentales con intereses declarados en la región.

A posteriori, es dable destacar que una factible libanización de Siria (con su territorio particionado y controlado por nucleamientos o grupos nutridos de objetivos y proyectos bien diferenciados) se esboza en una pésima alternativa para Israel. Ello sonará a verdad de perogrullo, pero no escapa a los expertos que Tel Aviv ha logrado garantizarse resultados positivos como resultado de negociaciones conducidas under the table con el régimen de Basher al-Assad, a lo largo de épocas pasadas. Un estado sirio en franca implosión política y bajo control aparente de elementos radicalizados e imbuídos de una doctrina rabiosamente antisemita significaría un desafío inabarcable para la ya sobrecargada seguridad del estado hebreo.

Por su parte, la Federación Rusa, que ha venido apoyando a Damasco desde varios foros, ahora ha comenzado a retacear ese respaldo. Para Al-Assad y Vladimir PutinMoscú (lo ha citado este medio, en columnas anteriores), el costo de tomar partido por al-Assad ha sido oneroso desde lo diplomático, a raíz de las abultadas cifras que han devuelto los enfrentamientos -más de veinte mil, al día de la fecha-. Hace pocos días, el suministro de helicópteros artillados por parte de la Federación fue oportunamente abortado, tras detectarse su traslado en embarcaciones hacia la zona. La contraorden provino desde la propia Administración Putin, que -se refiere- desde hace tiempo viene evaluando la posible caída del régimen alawita.

Luego, cabe atender al proceso de aprendizaje en el que parece arroparse Washington desde los albores de la "Primavera Arabe". Acaso la subcategorización de su doctrina se concentre ahora en obsequiarle más espacio al libre juego de variables en cada nación en particular, como ya se ha visto en Egipto (y ahora, Siria). Para el caso en que fuere necesario, la carta militar solo podría reducirse a una participación desde el marco de la OTAN, consensuada con sus pares en la Eurozona y atendiendo a la táctica de apoyar a los clusters rebeldes del ELS mediante cobertura aérea y naval. A favor de la primera de estas opciones se han pronunciado hace algunos días los senadores John McCain, Joseph Lieberman y Lindsey O'Graham, con lo cual Capitol Hill parece querer compartir alguna pista respecto de lo que podría acontecer en el cortísimo plazo.

Al cierre, es lícito redondear el panorama actual de las operaciones de intervención indirecta, con miras a demoler los ejes de sustentación remanentes de Damasco (siempre teniendo presente que la prerrogativa del despliegue de tropas terrestres no representa una alternativa viable):

* Turquía (como centro de mando primario): coordina el aprovechamiento de líneas de suministro y pasos fronterizos.
* Arabia Saudita (centro de mando secundario): proporciona financiamiento para el ELS con el objetivo de alentar deserciones en masa de los militares allegados al régimen; capacita a los primeros y supervisa la inteligencia y transferencia de armamento hacia elementos rebeldes.
* Estados Unidos interviene de la mano de la CIA, contratistas militares privados y otras agencias, ordenando y clasificando la información de Inteligencia humana y de señales obtenida (HUMINT y SIGINT, respectivamente), y estableciendo lazos para la eventualidad de un escenario post-Assad. Por su parte, Fuerzas del ELSfuerzas de operaciones especiales asesoran a uniformados de Jordania y analizan con Amman los cursos de acción más idóneos para hacer frente a la caída de Siria. La citada deserción de Riyah Farid Hijab hacia este territorio probablemente deba rastrearse en este dato.
* Qatar pone de suyo, aportando asistencia militar, logística, de comunicaciones, y relacionados.
* Francia y el Reino Unido, finalmente, colaboran a través del aporte de medios tradicionales.

A la postre, el repaso a consciencia de las variables intervinientes será, pues, de utilidad para corroborar lo meduloso del escenario sirio. Puesto que, si bien se percibe que occidente celebrará el final de Bashar al-Assad, las preocupaciones deberán centrarse en los resultados negativos que la ecuación pudiere retornar. La interrelación múltiple entre la totalidad de los actores participantes (kurdos, sunnitas, alawitas, shiítas, etc.) devuelve una combinatoria de alcance infinito, si se pretende analizar los hechos desde una perspectiva matemática. En otro orden, naciones como Turquía, Israel o Arabia Saudí no necesariamente deberían coincidir a la hora de optar por un resultado predilecto como consecuencia de la caída de Damasco. En estas instancias, lo cierto es que ni siquiera Washington tiene demasiado claro un panorama de preferencia.

Pudiera ser que, a fin de cuentas, el personaje de la serie norteamericana Rubicon, Kale Ingram, tuviera toda la razón cuando sentenciara: "Tal es la verdadera naturaleza de la Inteligencia: siempre es incompleta".
 


Matías E. Ruiz, Editor
Twitter
: http://twitter.com/MatiasERuiz
 

Fuentes, propias. Referencias, a continuación:

* With Helicopter Allegation, U.S. Raises Heat on Russia (The Wall Street Journal | http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303901504577463073557213642.html)
* A Defection in the Dark Jolts Syrians (Damien Cave & Dalal Mawad, The New York Times | http://www.nytimes.com/2012/08/07/world/middleeast/syrian-state-tv-reportedly-attacked-as-propaganda-war-unfolds.html?ref=global-home)
* Three Senators Call for U.S. to Intervene in Syria With Airpower (Atlantic Council | http://www.acus.org/natosource/three-senators-call-us-intervene-syria-airpower)
* Chemical Weapons Delivery (Federation of American Scientists | http://www.fas.org/programs/bio/chemweapons/delivery.html)
* The Specter of Syrian Chemical Weapons (Scott Stewart, Stratfor | http://www.stratfor.com/weekly/specter-syrian-chemical-weapons)

Matías E. Ruiz, Editor