ECONOMIA INTERNACIONAL: POR EL DR. DEREK SCISSORS

El liderazgo económico empieza por casa

"¡China se está apoderando del mundo!". Mucha gente cree eso. Pero hay unas cuantas personas muy inteligentes advirtiendo que una razón importante de eso es que China es un gran acreedor externo. Estas personas tienen razón acerca de la creciente influencia de China, pero es algo muy exagerado...

27 de May de 2012

"¡China se está apoderando del mundo!"

Mucha gente cree eso. Pero hay unas cuantas personas muy inteligentes advirtiendo que una razón importante de eso es que China es un gran acreedor externo. Estas personas tienen razón acerca de la creciente influencia de China, pero es algo muy exagerado.

Sin embargo, el país del mundo que encabezó la lista de acreedores del año pasado no fue China. Y ciertamente no fue Estados Unidos. Fue Japón y puede que Ud. recuerde noticias como: “Japón no ha crecido durante los últimos 20 años”. Nadie piensa que Japón se esté apoderando del mundo, más bien al contrario: Japón está bajando puestos en las clasificaciones de las potencias económicas globales. ¿Cómo puede estar haciéndolo tan mal el mayor acreedor del mundo?

Hong Kong, ChinaEn todas las cuestiones de economía internacional (financieras o comerciales, pequeñas o grandes economías, el pasado o el futuro) lo que los países hacen domésticamente importa mucho más que lo que hagan en el mundo exterior. Japón se ha estado dedicando a un proceso autodestructivo de enormes déficits fiscales durante una generación. Su estatus de acreedor externo surge en parte de las malas decisiones domésticas y ahora es un país mucho menos importante. De modo que Japón es el mayor acreedor, pero está estancado y es una sombra de su antigua personalidad económicamente hablando.

La lección respecto a China es mirar más allá de su estatus de acreedor y ver lo que está pasando dentro del país. En su era de reforma en su conjunto, la productividad china se disparadó, creando el entorno para que China se convierta en un enorme acreedor. Sin embargo, durante la pasada década, China se ha alejado de su camino reformista. La mayor eficiencia a raíz de la competitividad ha sido suplantada por una mayor liquidez y poder: más dinero circulando.

Como resultado, China, al igual que Japón, sigue acumulando crédito extranjero a la vez que acumula deuda interna. Este desequilibrio no es una señal de fortaleza o salud sino de una estructura económica fundamentalmente defectuosa. China es un edificio que se está haciendo cada vez más alto, pero se está empezando a tambalear.

Y en esto también hay una lección para los americanos. Estados Unidos ha sido la economía más productiva del mundo durante un siglo. Durante gran parte de ese tiempo, fuimos el mayor acreedor mundial. Eso era lógico puesto que era debido a la productividad. Luego nos convertimos en el mayor deudor del mundo.

Si el crecimiento de la productividad americana es fuerte, la deuda simplemente es una señal de que otros nos quieren prestar dinero para participar de nuestra fortaleza. Sin embargo, si el crecimiento de nuestra productividad se debilita, el aumento de la deuda asusta. Y puede ser que la carga del aumento de deuda dañe la productividad. Y ahora, por supuesto, nuestro problema es la deuda pública.

La conclusión para todo el mundo es: Hay que ocuparse de lo doméstico. Si se hace, se puede reclamar el liderazgo económico global. Si no se hace, es irrelevante cuántos préstamos se concedan al exterior.

 

La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.

 

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Por el Dr. Derek Scissors / Heritage Libertad, The Heritage Foundation