ESTADOS UNIDOS: POR EL DR. DAVID KREUTZER

El embargo petrolero de Barack Hussein Obama

Desde cancelar arriendos usufructuarios de perforaciones en su segunda semana en el cargo hasta el rechazo a aprobar el proyecto del oleoducto XL este año, el presidente Obama y su administración han ofrecido un ataque constante contra la energía económicamente asequible.

20 de Abril de 2012

Desde cancelar arriendos usufructuarios de perforaciones en su segunda semana en el cargo hasta el rechazo a aprobar el proyecto del oleoducto XL este año, el presidente Obama y su administración han ofrecido un ataque constante contra la energía económicamente asequible. Ahora que los efectos negativos se están dejando sentir a través de los altos precios de la gasolina, el presidente anda debatiéndose con su política energética.

Sus recientes intentos en política energética incluyen:

· Nadie puede hacer nada sobre los altos precios de la gasolina.

· Quizás debería liberar crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo.

· Hay un montón de perforaciones que no he sido capaz de parar. ¿No se  me reconoce el mérito por eso?

Su más reciente intento es culpar de todo a los especuladores. ¿Y por qué no? Encuestas anteriores muestran que el 80% de los americanos cree que la especulación causa las subidas del precio del petróleo, lo que significa que nada más que el 20% cree que los principios de la oferta y la demanda están detrás de ello.

B. ObamaHay varias fallas en la teoría “han sido los especuladores”. La primera es ¿por qué sólo lo hacen ocasionalmente? Es decir, ¿por qué los especuladores no quieren obtener desmesurados beneficios todo el tiempo?

La segunda, ¿por qué los fondos indexados y todos los otros chicos malos sólo especulan con el petróleo? ¿Dónde están los avariciosos especuladores cuando se trata del gas natural, cuyo precio actual es de alrededor de la mitad de lo que costaba durante la década pasada?

Y la tercera, hay sofisticados corredores de bolsa a ambos lados de los mercados del petróleo. Por cada especulador que gana dinero en una transacción comercial, alguien más pierde dinero. Culpar a los especuladores de los continuados aumentos de los precios requiere de una infinita cadena de tontos que ocupen el otro lado de los negocios de los especuladores. Si alguien tuviera que hacer el papel de tonto, deberían ser los novatos de la industria del seguro y de los fondos de inversión libre, pero ellos encabezan la lista de los más buscados.

Finalmente, para que la especulación suba los precios, los especuladores deben o bien provocar que la producción de petróleo se ralentice (que no lo han hecho) o bien sacar petróleo fuera del mercado. Si el flujo de petróleo y sus derivados se mantienen sin cambios, el precio en el surtidor no cambiará. Si se saca petróleo fuera del mercado, lo que puede ocurrir, incluso si existen límites a lo que se puede almacenar, este finalmente volverá al mercado.

La pregunta pasa a ser:”Cuando el petróleo vuelve al mercado, ¿el precio es mayor o menor que cuando se sacó del mercado?” El precio sólo será mayor si la cantidad suministrada en ese momento es menor o la demanda es mayor. En cualquiera de esos casos, los especuladores han ayudado a moderar las fluctuaciones del precio y serán recompensados con beneficios. Si el precio es menor, entonces los especuladores hicieron algo mal y serán penalizados con la pérdida de dinero.

El auténtico problema es que combatir los altos precios de la gasolina requiere de un mayor suministro y las normativas de esta administración han ido en la dirección contraria. Parece que la administración no quiere realmente unos precios de la gasolina más bajos. Steven Chu, el secretario de Energía de Obama que no posee un auto, es famoso por decir que necesitamos subir nuestros precios de la gasolina hasta los $8-10 por galón, al nivel al que están en Europa.

Por desgracia para el presidente, los votantes quieren más gasolina y precios más bajos. Así que, acorde a la consagrada tradición de Washington, Obama se inventa un cuco –los especuladores– y les echa la culpa de sus fracasos energéticos.

 

La versión en inglés de este artículo se publicó en Heritage.org.

 

Publicado en: ActualidadAnálisisEconomíaEnergía y Medio AmbienteEstudiosGobierno de Estados UnidosIniciativa y Libre MercadoLibertad económicaOpinión

Por el Dr. David Kreutzer / Heritage Libertad, The Heritage Foundation