POLITICA: POR EL LIC. GUSTAVO ADOLFO BUNSE

Terminen de una vez... con nuestras vidas

Ni siendo Dios... les tendría miedo... Y los iré a encarcelar... si puedo hacerlo. A nadie anima ya... para quererlos... el Cielo... que le tengan prometido... Ni le mueve... el infierno tan temido... para dejar, por ello, de ofenderlos. G.B. (Perdón, San Juan de La Cruz, por corregirte)

31 de Marzo de 2012

Mi humilde propuesta... es que no se queden a mitad de camino.
Que no se anden con medias tintas.   

Aniquilen bien rápido todo. Créanme... es más fácil.

Lic. G. A. Bunse, Twitter oficialSerá mejor para todos -y para el trabajo de devastación del país-, para ustedes, canallas consumados. Será mucho más breve.

La distopía que llevan en vuestros genes ya tiene nivel de consumación.

George Orwell tendría en ustedes material para mostrar a todo el mundo, en forma práctica, lo que siempre quiso describir con alarma.   

Quema de libros - nazismoCon los libros, desconozco si han levantado o no la restricción completa. Intuyo que dejaron libre solamente la entrega domiciliaria de libros como son los de Amazon u otros.

Creo yo, que es mejor, para vuestro espíritu canalla, cuando decidan retomar las restricciones... quemarlos directamente. Y, más que eso -acaso mejor aún-, háganlo en la propia Feria del Libro...  

Así, de paso, el fuego se come también los stands y no deberán ustedes soportar los discursos de todos los escritores que no coinciden con su pensamiento. Entre los cuales me cuento y he de contarme.

La Sociedad Argentina de Escritores (SADE) tiene asignados dos stands que llevan los números 203 y 205, en el Pabellón Azul.  

Pueden ustedes rociarlo con nafta (si acaso pueden obtenerla en el mercado negro) y comenzar por allí. Como que, en ese lugar, podrán lograr una significación simbólica mucho más eficaz para vuestros designios.

Libros quemadosCreo que es propicio que hoy les pida que revisen los documentos de la quema de libros del 10 de mayo de 1933 por orden de Adolf Hitler en Berlín.
Verán con gran placer cómo se quemaba todo en la Bebelplatz. Hasta los árboles se quemaron casi completamente.    

De allí, podrá vuestra vesanía copiar ejemplos del peor castigo del mundo a las herramientas del hombre. El que se practica sobre los embriones de libertad: los libros.

Para cada uno de nosotros, han tratado de customizar un miedo distinto.

Muchos ya tienen miedo de hablar.

Otros tenemos miedo de enfermar de indignación... o de estallar en ira.   

Son ustedes -déjenme decírselos- los más refinados malnacidos que he visto en la historia. Torturan a la libertad desde sus nacientes.

Y no extingue vuestra culpa levantando la restricción. Menos haciéndolo en forma mentirosa y parcial. Ya mostraron que son capaces de hacerlo.

Libros prohibidos por el nazismoComo escritor, debo decirles muy claramente que la repugnancia que han logrado causarme es la mayor de todas vuestras salvajadas desde hace nueve años y, probablemente, el ejemplo más indignante que he conocido en mi vida.

Ahora, eso si: háganse cargo de las consecuencias. Que es lo único que no van a poder esquivar en la vida, con sus trapacerías.     

De eso, jamás nadie se salva. De las consecuencias de lo que uno hace.

Bájense ya de ese vuelo en globo aerostático. En lugar de torturar a la libertad, mátennos a todos de una buena vez.

Y vayan sabiendo que el sueño de nobleza, la Patria -o acaso los restos de ella- permanecen todavía incólumes, sin que los afecte el vértigo de ese vuelo alucinante y soberbio que emprendieron. Sin que las partículas del viento les produzcan el desgaste de locura que ha dejado a vuestros rostros y los de toda la ciudadanía de este país en estado de estupidismo crónico y/o de criminalidad latente.
 
El arte, el talento, la solidaridad y la templanza en las sociedades como la nuestra no se encuentran en ningún escaño de vuestra escribanía del Congreso de la Nación, ni tampoco en los bolsillos de alguno de sus Ministros. La honestidad y la nobleza de los ideales tampoco se contabilizan en en ese viaje de banalidad.

Bájense ya... de ese vuelo en globo aerostático. Y, en vez de torturar la libertad, mátennos a todos de una buena vez.

Fahrenheit 451Ni se preocupen por salvar algún pedazo de pellejo de la condición decente que podría habernos servido para poner al país a brillar alguna vez... a darnos orgullo de confiar en él, alguna vez.

Creo que sabían ustedes perfectamente bien que nadie les iba a regalar nada en estos confines ectópicos del mundo. Que, aún con viento de cola, necesitarían de la silla de ruedas, el salvajismo impositivo y la artificialidad confiscatoria de vuestras arbitrariedades para sostenerse.

Y -saben ahora mismo- que continuamos siendo un país ninguneado... mientras les perdura ese vuelo. Seguimos siendo llevados de la mano, mudos y silenciosos, por canallas como ustedes, inspirados en el resentimiento ideológico y entrenados con tanto esmero en las artes de la hipocresía.

Jamás han sabido hacer nada en bien del país, en tanto que nunca supieron darnos algún miserable motivo de orgullo.

Bájense ya... de ese vuelo en el globo aerostático de soberbia. Y, en vez de torturar, mátennos colectivamente... de una buena vez.

Ello es preferible, en lugar de dejarnos a todos perplejos como ahora... Mirando al país desde un gesto resignado.

Esquivando, en una contorsión, ese maldito escepticismo que nos inyectan cada mañana, de cada día, de cada hora... de nuestras vidas.


 

Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política
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Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política