INTERNACIONALES: POR EL DR. JAMES CARAFANO

#Kony

El documental de 30 minutos sobre el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), una violenta milicia de Uganda liderada por el proscrito Joseph Kony, ha corrido como la pólvora en Internet...

23 de Marzo de 2012

El documental de 30 minutos sobre el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), una violenta milicia de Uganda liderada por el proscrito Joseph Kony, ha corrido como la pólvora en Internet.

Un día después de que apareciera en YouTube, ya había sido visto 32 millones de veces. A modo de comparación, la película del Dr. Seuss The Lorax, que según los estándares de Hollywood tuvo “un gran fin de semana inaugural”, probablemente fue vista por unos 6 millones de personas. Aún está por ver cómo el video y su campaña asociada Kony 2012 influencian las acciones políticas sobre proporcionar asistencia a las naciones africanas para dar caza al grupo y a su líder y llevarlos ante la justicia. El grupo que está detrás del video ha atraído tanta atención y controversia como la que ha generado.

Bienvenido al mundo de Wiki at War, donde las herramientas de las redes sociales como YouTube y Twitter se usan como armas de interferencia masiva para captar la atención de la opinión pública.

#KonyDejando de lado el destino de Kony y el de sus perseguidores, el acontecimiento es otro recordatorio de que las redes sociales pueden ser una poderosa fuerza para influenciarlo todo, desde una sala de juntas hasta el campo de batalla. Cuando se trata de abordar Internet, nuestro gobierno necesita ser ciberserio. Recientemente, el Congreso pasó gran vergüenza cuando, por darse prisa para hacer aprobar una legislación, quedó claro que incluso los defensores del proyecto de ley no entendían con claridad sus implicaciones. Ahora muchos de los congresistas temen retomar los asuntos de Internet.

El Congreso necesita reflexionar y ser prudente. Hay algunos pasos que puede dar pero el Congreso necesita tener cuidado de que sean los correctos.

Mientras el resto de nosotros (más de 100 millones ya) estaba viendo del video de YouTube sobre el infame líder de la milicia ugandesa Joseph Kony, alguien estaba haciendo en realidad algo sobre Kony y el LRA.

Un artículo en Philanthropy Roundtable explica cómo Bridgeway, una compañía inversionista con sede en Houston, financió iniciativas para ayudar a combatir los asaltos del LRA contra pueblos del Congo:

“Nosotros financiamos el sistema de radio. [La organización Invisible Children ] equipa a estos pueblos con antenas de radio y entrega radios a los jefes tribales, que izan la antena cuando necesitan avisar sobre los ataques”. Cuando se informa de los ataques, los habitantes de los pueblos pueden huir al interior del bosque y escapar del LRA.

La red de radio tenía otros beneficios. “Estábamos consiguiendo una increíble cantidad de datos de inteligencia, así que pudimos planear ataques y patrones de actuación”. Los puntos de datos se convirtieron en el LRA Crisis Tracker, una página web en la que las localizaciones de los ataques estaban disponibles públicamente. El rastreador está expandiéndose hacia la República Centroafricana, más hacia el sur de la DRC [República Democrática del Congo] y al norte de Sudán del Sur según se va informando de los ataques”.

Bridgeway no es la única iniciativa filantrópica que prueba que, incluso cuando se trata de seguridad, los gobiernos no lo tienen que hacer todo. Spirit for America, es una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos que tiene una simple misión: conseguir para las tropas americanas cualquier cosa que necesiten para ayudar a la gente de Afganistán de modo que los afganos puedan mirar por sus propias necesidades y nuestras tropas puedan volver a casa.

A diferencia de otras organizaciones no gubernamentales que mantienen su distancia con las fuerzas armadas, el personal de Spirit of America en realidad se incrusta en unidades de los Marines en el patio trasero de los talibanes: la provincia de Helmand. Recogen una lista de lo que se necesita y luego trabajan con los contratistas afganos locales para llevar el material adecuado al lugar adecuado sin trámites burocráticos. El resultado es una catarata de bienes esenciales, desde suministros escolares hasta suministros para partos, desde herramientas mecánicas y máquinas de coser hasta bidones de agua. Gracias a esta labor de equipo entre civiles y militares, escuelas, bazares y empresas ahora prosperan donde una vez sólo existían los talibanes y al-Qaeda.

Muchos interpretaron la campaña Kony 2012 como un burdo intento para conseguir que Washington haga algo. Enviar a los marines a perseguir a unos cuantos cientos de seguidores de Kony en el Congo no es el mejor (o siquiera un apropiado) uso de las fuerza armadas de Estados Unidos. Por otro lado, existen muchos lugares por el mundo donde los americanos pueden marcar la diferencia: no dando una limosna sino ayudando a facilitar a los que quieren procurarse a sí mismos libertad, seguridad y prosperidad.

Sin embargo, marcar la diferencia significa algo más que aplaudir desde la barrera o firmar un cheque; significa tomar decisiones inteligentes sobre cómo marcar la diferencia – no esperar a que los gobiernos del mundo resuelvan todos los problemas del mundo.

 

Este es un artículo doble. Las partes 1 y 2 en inglés están en Heritage.org. 

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Por el Dr. James Carafano - Libertad.org / The Heritage Foundation