ESTADOS UNIDOS: POR MIKE BROWNFIELD

Un presupuesto para salvar al Sueño Americano

La situación fiscal de América es enormemente tétrica. La deuda nacional se está ya acercando a los $17 billones, 13 millones de americanos están sin trabajo y el país está estancado en la recuperación más lenta desde la posguerra.

16 de Marzo de 2012

A pesar de que Washington está exprimiendo a los contribuyentes con un temerario sobregasto, el Senado de Estados Unidos no ha aprobado ningún presupuesto desde casi un año antes de que Apple sacara el iPad original, dejando al país plantado, desesperado por tener unos líderes en el Congreso que acometan cambios audaces y pongan fin al reprobable modelo de gasto y deuda.

Estados UnidosLa pasada primavera, Estados Unidos vio una luz brillante emergiendo del abismo cuando el presidente del Comité del Presupuesto Paul Ryan (R-WI) introdujo una resolución presupuestaria que afrontaba directamente las crisis gemelas del gasto y de la deuda. La propuesta de Ryan, que la Casa Blanca aprobó, era un paso firme en la dirección correcta: su presupuesto habría mantenido el gasto bajo control, derogado Obamacare, transformado Medicare y ofrecido un firme acercamiento para controlar la espiral de costos de Medicaid. Por desgracia, el Senado dijo “no” y Estados Unidos contempló cómo Washington se quedaba paralizado en un atasco durante el verano pasado, únicamente para emerger con un acuerdo sin perfilar que retrasaba la reforma real y ponía en peligro nuestra seguridad nacional.

En las próximas semanas, el presupuesto pasará de nuevo por la órbita del Congreso y le corresponderá a Ryan dirigirlo en la dirección correcta. El vicepresidente en temas de Política Doméstica y Económica de la Fundación Heritage, David S. Addington, traza seis objetivos conservadores que Ryan debería incluir en su propuesta: un presupuesto más ajustado que gaste menos el año que viene que este año, un presupuesto encaminado hacia el equilibrio (mejor pronto que tarde), ajustes de los derechos a beneficios sociales que pongan los costos bajo control, sin subidas de impuestos, reforma fiscal para crear empleo y crecimiento y asegurar una defensa nacional fuerte:

“La Fundación Heritage mostró la mejor manera de conseguir estos objetivos con Para Salvar el Sueño Americano: el Plan de Heritage arreglar la deuda, reducir el gasto y restaurar la prosperidad.

El Plan de Heritage consigue un presupuesto federal equilibrado dentro de diez años y lo mantiene equilibrado de ahí en adelante, sin aumentar los impuestos. El Plan lleva el Seguro Social, Medicare y Medicaid hacia el principio de seguridad contra el riesgo de pobreza y lo aleja del principio del derecho ilimitado a ingresos y beneficios garantizados por el gobierno.

El Plan elimina el impuesto individual sobre los ingresos, el impuesto sobre ganancias de capital y muchos otros impuestos y en su lugar impone un impuesto simplificado de tasa única sobre los gastos individuales (sin impuestos sobre dinero ahorrado) y un impuesto único sobre la liquidez neta interna de las empresas. El plan también se asegura de que Estados Unidos tenga las capacidades que necesita para defender a nuestro país y sus intereses por todo el mundo.

Con estas normativas, el plan de Heritage consigue un presupuesto permanentemente equilibrado y promueve el crecimiento económico, la inversión y la creación de empleo. La Fundación Heritage evalúa el progreso del Congreso hacia los objetivos conservadores en relación a los estándares de Para Salvar el Sueño Americano.

Por supuesto, en Washington hay quienes se oponen a estos tipos de reformas. Ayer, al tener que afrontrar la perspectiva de las peticiones conservadoras en el Congreso de un presupuesto que gaste menos, el líder de la mayoría en el Senado Harry Reid (D-NV) acusó a los republicanos de violar el acuerdo del verano pasado. “Esto no era sólo un apretón de manos o una palmada en la espalda, lo que aprobamos fue una ley”, dijo Reid a los periodistas. “Ahora el ala derecha republicana en esta Cámara está tratando de cambiar la ley”. Mientras tanto, Reid y los demócratas en el Senado no han ofrecido soluciones a los problemas que tienen enfrente.

Los conservadores están buscando líderes en el Congreso que reconozcan el momento desesperado en los que se halla el país y dar los pasos necesarios para poner a Washington en un sensato equilibrio fiscal. Como dice Addington: “El trabajo no se va a hacer con un pequeño recorte presupuestario por aquí, unos pocos cambios fiscales por allí y la promesa anual aunque nunca cumplida de que el Congreso lo hará mejor la próxima vez, mientras nuestra deuda nacional de más de $16 billones continúa aumentando”. El presidente del Comité del presupuesto Ryan y la Cámara de Representantes deberían tomar ya la iniciativa y proponer un presupuesto que ponga los gastos y la deuda  federales bajo control mientras fomenta los principios conservadores trazados en el plan Para Salvar el Sueño Americano.

 

La versión en inglés de este artículo se publicó en Heritage.org.

 

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Por Mike Brownfield, Libertad.org / The Heritage Foundation