INTERNACIONALES: POR MICHAELA BENDIKOVA

Vladimir Putin y las elecciones en Rusia: ¿Y ahora, qué?

Recientemente, analizamos en la Fundación Heritage la situación de Rusia, sus elecciones presidenciales y el regreso del primer ministro Vladimir Putin a la presidencia. Las elecciones se llevaron a cabo luego de las protestas masivas por la corrupción de la cúpula dirigente rusa y su desprecio por el Estado de Derecho...

06 de Marzo de 2012

Recientemente analizamos en la Fundación Heritage la situación de Rusia, sus elecciones presidenciales y el regreso del primer ministro Vladimir Putin a la presidencia. Las elecciones se llevaron a cabo luego de las protestas masivas por la corrupción de la cúpula dirigente rusa y su desprecio por el Estado de Derecho.

Según David Kramer, el presidente de Freedom House, Putin ya ha perdido en tres formas: 1) Al perder su pretensión de legitimidad, algo obvio después de las protestas masivas, así como por su incapacidad de obtener la mayoría en las recientes elecciones a la Duma, 2) porque el temor que permitió a Putin seguir adelante con su política autoritaria está disminuyendo, y 3) por la pérdida de su aura de invencibilidad política.

Vladimir PutinTodos estos factores hacen que Putin dependa de la creación de un mito de una amenaza exterior (EE.UU.) para justificar su línea dura. Desde las manifestaciones masivas de diciembre a febrero en Rusia, sin embargo, está claro que los rusos están cansados ​​de la corrupción imperante que ha permitido que Putin pueda seguir adelante.

Según Vladimir Kara-Murza, jefe de la cadena de televisión RTVi en Washington, las protestas actuales son aún más importantes que las de la década de 1990. Esto es así porque mientras que en la década de 1990 los rusos protestaban contra las malas condiciones económicas en el país, hoy en día exigen tener un Estado de Derecho.

Estados Unidos pueden fomentar el imperio de la ley en Rusia adoptando el proyecto de ley bipartito de rendición de cuentas Sergey Magnitsky que prohibiría la entrada a Estados Unidos de funcionarios extranjeros corruptos y permitiría que se decomise y confisque sus posesiones mal habidas según sentencien las cortes de justicia de Estados Unidos. Además, la victoria de Putin y su postura antiamericana indica que la política de “reseteo” ruso promovida por la administración Obama, que apuesta por una relación con Dmitry Medvedev, se está yendo al garete a pasos agigantados.

 

La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.

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Por Michaela Bendikova / Heritage Libertad - The Heritage Foundation