ESTADOS UNIDOS: POR MIKE BROWNFIELD

Estados Unidos: la libertad religiosa, bajo ataque

Miércoles de Ceniza —el primer día de la Cuaresma—, el comienzo de 40 días de oración y ayuno observados por cristianos en todo el país y que culmina con la festividad de la Pascua de Resurrección...

24 de Febrero de 2012

Miércoles de Ceniza —el primer día de la Cuaresma—, el comienzo de 40 días de oración y ayuno observados por cristianos en todo el país y que culmina con la festividad de la Pascua de Resurrección. Igualmente, en abril los judíos se reúnen para celebrar la Pascua Judía, una de las muchas tradiciones observadas gracias a la libertad religiosa que protege la Constitución de Estados Unidos por expreso diseño. Ahora, sin embargo, esa libertad está bajo ataque directo del mismísimo gobierno que dice representar al pueblo y ese es sólo el primer paso de Obamacare para reinventar el diseño original de Estados Unidos.

Esta semana, dos universidades cristianas más se han unido a otras instituciones religiosas en la lucha contra ese ataque al sumarse a las demandas contra la administración Obama por imponer, a través de Obamacare, un mandato contrario a la conciencia. La controvertida regulación fuerza a casi todos los empleadores a proporcionar cobertura médica para medicamentos abortivos, anticonceptivos y esterilización sin copago.

La analista de Heritage Sarah Torre explica que el Geneva College, una institución privada en Pensilvania y asociada a la Iglesia Presbiteriana Reformada de América del Norte, así como el Louisiana College, una pequeña institución educativa de la Congregación Baptista del Sur, situada en el centro del estado de Luisiana, tienen muy profundas objeciones morales contra el mandato y sienten que no les han dejado otra opción que llevar su caso ante las cortes de justicia:

Con una dispensa religiosa ofensivamente estrecha que cubrirá sólo algunos templos formalmente reconocidos como lugar de oración, el mandato deja sin recurso alguno a muchos empleadores religiosos que objetan al aborto y la anticoncepción. El mandato pone en una situación insostenible a muchos empleadores religiosos sin dispensa: O bien los fuerzan a violar sus creencias al proporcionar cobertura de servicios moralmente objetables o bien a dejar de proporcionar seguro médico a sus empleados y pagar fuertes multas por ello.

Hasta la fecha, siete son las demandas que se han presentado en respuesta a este mandato; esas acciones legales son sólo la punta del iceberg de la oposición a la despótica normativa de la administración.

La controversia empezó el pasado agosto cuando la Casa Blanca anunció esta política contraria a la conciencia en un reglamento final provisional. Personas y líderes de diversas confesiones, incluyendo católicos romanos, judíos, evangélicos y protestantes, se pronunciaron públicamente, empujando al presidente Obama a anunciar un “acomodo” como respuesta. Pero la propuesta anunciada el 10 de febrero en una conferencia de prensa no hará nada para resolver el problema moral que está en el núcleo del problema. De hecho, más de 300 líderes firmaron una carta calificando el gesto como “inaceptable”.

Además, el llamado “acomodo” resultó ser nada más que una cortina de humo, ya que la administración Obama ultimadamente sacó la versión final del mandato de agosto que había causado la controversia inicialmente. Y para echarle sal a la herida, la Casa Blanca tuvo listo y acabado ese mandato sólo horas después de haber celebrado la conferencia de prensa en la que el presidente insinuó que habría cambios — abundando así en el desprecio a rendirle cuentas al pueblo americano, ese desprecio que pudimos ver por vez primera cuando nos dijeron que el Congreso  primero tendría que aprobar la ley para poder averiguar lo que había en ella.

La lucha, no obstante, se extiende más allá del mandato anticonciencia y delata los fallos peligrosos, endémicos que están en la raíz de Obamacare. Ya hay diversos líderes políticos pronunciándose contra el mandato anticonciencia de Obamacare y a la vez nos advierten de que esta primera agresión contra la libertad religiosa no es sino la fase inicial de lo que está por venir bajo la ley de salud del presidente Obama. George Weigel, prominente académico católico, dice que Obamacare pone el núcleo de nuestra sociedad en peligro:

Lo que aquí está en juego a fin de cuentas es si la sociedad civil sobrevivirá y si sólo se permitirá que operen instituciones o asociaciones voluntarias, desde la familia tradicional hasta organizaciones con millones de miembros como la Iglesia Católica así como las pequeñas empresas, siempre y cuando imiten al gobierno, siempre y cuando imiten al Estado.

Verdaderamente, el Estado intentará remodelar la sociedad usando Obamacare como su garrote y punzón. El vicepresidente de Estudios Americanos de la Fundación Heritage, el Dr. Matthew Spalding, escribe que este nuevo régimen de burócratas no electos por el pueblo, un régimen que no responde ante nadie y con la autoridad de regular un sexto de la economía americana, promulgará regulaciones que alterarán de forma fundamental la forma de vida de los americanos. Spalding dice que el mandato anticonciencia no es sino una de las formas en que se verán afectadas las personas a nivel individual bajo este nuevo orden de dominio gubernamental:

Lo que está sucediendo tiene poco que ver con la atención médica, ni siquiera con la política pública sino con el rol del gobierno en los asuntos más inmediatos y personales de nuestras vidas. Todo está sujeto al control, dictado normativo y capricho administrativo del gobierno. Nada se permitirá fuera del nuevo esquema regulatorio: No habrá programas estatales independientes, no se permitirá participar a personas o empresas, no habrá verdaderas opciones de mercado privado.

Al anunciar su demanda judicial contra Obamacare, el presidente del Louisiana College, el Dr. Joe W. Aguillard, declaró: “Se acabó la hora de estar en silencio. Louisiana College no se quedará sentada para permitir que este o cualquier otro gobierno usurpe las libertades religiosas que Dios nos concedió o que usurpe nuestra inmemorial herencia baptista”. Al igual que el Louisiana College, los americanos, colectivamente, son testigos de que sus libertades tradicionales están siendo pisoteadas. Los americanos tampoco deberían quedarse sentados. Y el Congreso debería derogar Obamacare sin dilación para salvaguardar la libertad del pueblo.
 

La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.

 

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Por Mike Brownfield, Libertad.org / The Heritage Foundation