Rattenbach e Isabelita Perón

Debemos reconocerle a nuestra excelentísima Presidente de la Nación Argentina que exhibe cualidades creativas que superan ampliamente a las del publicista Don Draper, protagonista de la serie estadounidense Mad Men, en su rol como diseñador de las campañas de Sterling Cooper. Solo desde este análisis, nos encontraríamos en posición de comprender que ella pretenda reflotar un informe de la actuación de las Fuerzas Armadas en el teatro de operaciones del Atlántico Sur, con el único propósito de seguir minando la ya deteriorada moral del componente militar argentino por episodios que sucedieron en la década del ochenta. Hechos que en su oportunidad fueran publicados por la revista Siete Días.

Digo creativa, pues ni siquiera evalúa la Señora que el General Rattenbach fue quien firmara, con fecha 4 de noviembre de 1975 (meses antes del golpe del 24 de marzo de 1976) un documento donde advertía de los graves peligros que se avecinaban para la nación, motivados en el accionar de la subversión. Criticaba, en aquel documente, con dureza a la capacidad de la entonces primera mandataria Isabel Perón para enfrentar la crisis. Debido no solo a "su condición de mujer" (decía el General), sino a su deteriorado estado de salud. Salvo que Cristina Kirchner, tan afecta a las cuestiones de género, comparta ese documento en un totum y sea ella misma consciente de que, con total evidencia, su estado de salud no la encuentra en capacidad de conducir los destinos del país.

Nuestra primera dama, devenida en Presidente, se esfuerza en utilizar este y otros cuantos artilugios con el fin de evadir los verdaderos temas que deberíamos estar analizando los argentinos, y que resultan ser las funciones indelegables del Estado, a saber, Educación, Salud, Seguridad y Defensa. Y no, desde luego, un tema como Malvinas, tan caro para los sentimientos del pueblo, pero convertido hoy en una verdadera entelequia desde todos los ángulos de análisis. Incluso el diplomático, pues nuestro Canciller -al entender, al menos, de quien esto escribe- no se encuentra en posición de resolver siquiera un problemilla surgido del consulado argentino en Burundi.

Me pregunto; ¿es acaso consciente la Señora del deterioro de nuestra matriz energética? ¿Sabe ella que, sin energía, es imposible sostener el más mínimo crecimiento de las maquiladoras que se ensamblan en el país?

¿Está enterada Su Majestad de que ya no puede continuar subvencionando a todo el mundo, todo el tiempo, y que este llamado "modelo" le insume la friolera de 80 mil millones de pesos en subsidios de toda forma y color? Solo nos falta notificarnos de que también le subsidia el gato a los gerontes hermanos Cirigliano, junto con el combustible de los Mini Cooper que utilizan para endulzar a los empresarios del autotransporte automotor.

¿Quién la asesora? ¿El enemigo? Quien fuera que ocupe esa posición, la induce -por ejemplo- a montar una desprolija farsa mediática, obsequiándole micrófono a un supuesto obrero minero (don Antonio), para que se explaye sobre las bondades del modelo de la minería a cielo abierto... Apenas horas después, se publica que el tal Antonito es el presidente del partido en Olavarría y, a la vez, secretario del gremio de Armando Cesar Domínguez. Finalmente, el hombre, con toda la fortuna del mundo, acaso haya agarrado una palita de plástico de pequeño... para juguetear en el arenero.

¿Ha tomado conciencia la Excelentísima Presidente de los Argentinos de los desaguisados de su Vicepresidente, quien oportunamente confeccionara una matriz de negociados con su amigo Alejandro Vandenbroele (abogado de rapiña de baja estofa)? ¿Ha tomado nota Cristina Fernández Wilhelm, respecto de que su segundo al mando la ha involucrado indirectamente en negocios incompatibles con la función pública? ¿Se ha notificado el Ejecutivo de que estos hechos salieron a la luz, simplemente porque dicho abogado evitó cumplir con la misérrima cuota alimentaria... de su propia hija?

Es así como los ciudadanos argentinos tomamos conocimiento, una vez más de la maraña de empresas forjadas con el único objetivo de continuar con el latrocinio del Estado. Teemas de corrupción de mucha menor envergadura que el descripto, motivaron en la vecina República Federativa del Brasil que su presidente, Dilma Rousseff, despidiera de la función pública a un puñado de funcionarios corruptos... Al parecer, en la Argentina, el tema de la corrupción ha sido soslayado, y a nadie interesa. O, al menos, por el momento. Como sucediera en Rumanía con el matrimonio Ceaucescu... hasta tanto el pueblo tomó consciencia del grave perjuicio que la corruptela provocan en el espíritu y en el alma de una nación:

"Cuando la moral declina, y los hombres buenos no hacen nada, el mal florece".

Con todo respeto, Señora Presidente: ocúpese seriamente de los problemas de los que le ha sido dado ocuparse y preocuparse, pero no subestime al pueblo argentino, pretendiendo distraerlo de los problemas que, sin dudas, se avecinan... con informes militares de viejísima data y que ya nada aportan a la realidad actual del país. Demasiado dinero ha invertido Usted en el armado de este circo, llámese Fútbol Para Todos y ahora Automovilismo Para Todos... Mañana será Pelota-Paleta Para Todos...

Como un veterano filósofo solía decir...: "Argentinos, a las cosas".


Por Sorge, para El Ojo Digital Política
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