INTERNACIONALES: POR EL DR. RAY WALSER Y JAMES PHILLIPS

La gira latinoamericana de Mahmoud Ahmadinejad en 2012

El 8 de enero, el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad aterrizó en Venezuela para iniciar una breve pero sumamente simbólica visita a Latinoamérica. El líder iraní busca reforzar los lazos con la Venezuela de Hugo Chávez y con algunos de los líderes antiamericanos más estridentes de la región. Para la administración Obama, la visita iraní refleja la continua erosión de la influencia americana en la región y enfatiza la necesidad urgente de una política activa para salvaguardar y fomentar la seguridad y los intereses de Estados Unidos en su propio vecindario.

12 de Enero de 2012

Ganando amigos e influenciando naciones

La visita de Ahmadinejad llega cuando Irán refuerza su política arriesgada, a pesar de las nuevas sanciones económicas. Con las recientes maniobras militares y amenazas de cerrar el vital estrecho de Ormuz, Irán ha abierto paso a un incierto 2012. Ahmadinejad también busca una oportunidad de pavonearse en la escena mundial para apuntalar un apoyo político en declive en casa, donde es despreciado por la oposición iraní Movimiento Verde y denunciado por rivales implacables dentro de la línea dura del régimen de Irán. La acorralada facción de Ahmadinejad se enfrenta a una ansiedad creciente por el vertiginoso aumento del impacto de las sanciones sobre la economía de Irán y una fuerte oposición en las elecciones fingidas al falso parlamento en marzo. Ahmadinejad tiene esperanzas en que su “gira de los tiranos latinoamericanos” demostrará que Irán no está aislado y que él es un líder respetado en el bloque antiamericano.

Desde su toma de poder en 2005, Ahmadinejad ha aumentado y profundizado los lazos de Irán con el hemisferio occidental. Su gobierno ha firmado numerosos acuerdos de cooperación civil y militar con Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Para una nación con una economía del tamaño de la de Taiwán, las relaciones comerciales de Irán con Latinoamérica continúan creciendo a un ritmo sorprendentemente rápido. Irán ha expandido su presencia diplomática, que enmascara la expansión encubierta de personal de inteligencia y de la Guardia Revolucionaria, a cargo de mantener el apoyo a los subordinados terroristas de Irán y a movimientos aliados antiamericanos.

En el anterior presidente del Brasil, Lula da Silva, Irán descubrió a un líder comprensivo con sus reivindicaciones de que sus ambiciones nucleares eran totalmente benignas, y Brasil votó en contra de imponer la última ronda de sanciones contra Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU en junio de 2010. En general, Irán ansía mayor legitimidad internacional y busca proyectar poder e influencia globales en un tiempo en el que Latinoamérica se ha distanciado de Estados Unidos.

 

La agenda para el hemisferio occidental de Irán

¿Qué busca Irán en las Américas? Desea una cobertura diplomática y apoyo internacional contra Estados Unidos y Europa Occidental ya que ambas le que están imponiendo crecientes y más fuertes sanciones. Irán quiere salidas comerciales y económicas para su limitado rango de exportaciones y fuentes de suministro asegurado para su mercado doméstico.

Mahmoud Ahmadinejad y Hugo Chávez FríasIrán también aspira a un conjunto de amigos que quieran oponerse a Estados Unidos y ayudar al Banco Central Iraní y las empresas estatales en sus esfuerzos para llevar a cabo ventas y transferencias de tecnología que minimicen el dolor de las sanciones. Desde un punto de vista geoestratégico, Irán probablemente ve Latinoamérica como una plataforma potencial para la guerra asimétrica o el terrorismo perturbador en caso de un conflicto sobre el libre tránsito en el estrecho de Ormuz o de un golpe contra el acelerado programa de armas nucleares de Irán por parte de Israel o Estados Unidos.

Irán también se confabula con organizaciones terroristas extranjeras, particularmente Hizbolá, la organización terrorista chií libanesa que ha establecido raíces profundas dentro de la diáspora libanesa en América Central y del Sur. Hizbolá se ha enriquecido a través de su participación en el comercio de cocaína de Sudamérica para financiar sus actividades alrededor del mundo. Finalmente, Venezuela y otros (en especial Bolivia) se han posicionado para proveer a Irán de acceso duradero a materiales estratégicos como el uranio, que se requiere para el posterior desarrollo de un programa de armas nucleares.

 

Itinerario de 2012 de Ahmadinejad

Irán busca consolidar lazos con un círculo de estados miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Establecida en 2004, ALBA une regímenes izquierdistas afines bajo el liderazgo de los hermanos Castro y Hugo Chávez. Los miembros de ALBA persiguen un híbrido que mezcla nacionalismo, marxismo-leninismo, populismo, autoritarismo y militarismo. Mientras ALBA existe gracias a la riqueza petrolera de Venezuela, el pegamento ideológico es una estridente política antiamericana y un anhelo (compartido con Irán) de ver la caída de Estados Unidos como líder global de la democracia y el libre mercado.

La siguiente es la lista de países que el líder iraní planea visitar:

Venezuela. Venezuela se mantiene como el punto de entrada crítico de Irán en las Américas. La Venezuela de Chávez ha cultivado una década de relaciones con los líderes islámicos del Irán revolucionario, creando su llamado eje de unidad. La reunión es la primera desde el comienzo de la Primavera Árabe, incluida la caída del aliado de Chávez, Muamar Gadafi,  y el descubrimiento del cáncer que amenaza la vida de Chávez. Enfrentado a la reelección en octubre, Chávez continúa jugando la carta antiamericana para avivar el nacionalismo venezolano y usará la visita iraní para revalidar sus credenciales antiamericanas. Cuidadosos a la hora de evitar amenazar abiertamente la seguridad de Estados Unidos, los dos líderes conspirarán nuevas acciones para evadir las sanciones y avanzarán en el planteamiento de estrategias para la guerra asimétrica.

Nicaragua. La presencia de Ahmadinejad en la investidura de Daniel Ortega en Nicaragua este 10 de enero es un reflejo irrefutable del deterioro de la democracia en ese país. Aun sancionada por la mayoría en noviembre, el retorno de Ortega a la presidencia está construido sobre una serie de violaciones constitucionales y argucias electorales. El hecho de que Ortega desee compartir el centro del escenario con el sangriento represor del Movimiento Verde confirma el seguro descenso de Nicaragua hacia el autoritarismo.

Cuba. A pesar de una reciente ráfaga de reformas económicas diseñadas para deshacerse de trabajadores estatales y mejorar la lamentable hoja de balance económico del comunismo cubano, la isla permanece bajo el control implacable y represivo del general Raúl Castro. La visita del presidente iraní es un recordatorio de que en asuntos relativos a la política y a la distribución internacional del poder, el régimen de Castro tiene mucho más en común con la intolerancia y la represión de la teocracia de Irán que con la democracia en las Américas.

Ecuador. Bajo el errático liderazgo del presidente Rafael Correa, el Ecuador petrolero se ha alejado firmemente de Estados Unidos. Al acoger al presidente iraní, Correa espera atraer nuevos lazos comerciales y sacarle lustre a sus crecientes credenciales antiamericanas.

Guatemala. Aunque Guatemala mantiene relaciones diplomáticas limitadas con Irán, recientemente asumió un asiento rotatorio durante dos años en el Consejo de Seguridad de la ONU, convirtiéndola en objeto del cortejo iraní. El presidente entrante de Guatemala, Óscar Pérez Molina, un antiguo oficial militar y conservador, será investido el 14 de enero. Aceptar la presencia del presidente de Irán será un mal inicio para una nueva presidencia y una bofetada para Estados Unidos.

 

La Administración Obama: Indecisa respecto a Irán

La Administración Obama asumió el cargo esperanzada en persuadir a Irán a que detenga su programa de armas nucleares mediante el compromiso diplomático. Es conocido que el presidente prometió que si Irán “aflojaba el puño”, él extendería su mano amistosamente. Pero el régimen de Teherán rechazó con desdén las iniciativas americanas de acercamiento, reprimió brutalmente a su propio pueblo, tomó a varios americanos como rehenes, reforzó su programa nuclear y su acumulación de misiles balísticos, planeó asesinar al embajador saudita en Washington y más recientemente amenazó con atacar el tráfico mercante en el Golfo Pérsico.

La Administración Obama reivindica que las recientes amenazas de Teherán son una señal de que las sanciones están empezando a hacerse sentir, aunque la actual crisis económica de Irán está relacionada con el descalabro del valor de la moneda de Irán, causada por las sanciones sobre el Banco Central de Irán, a las que la administración se opuso pero fue forzada a aceptar después de que el Senado votara 100-0 para incluirlas en la autorización del proyecto de ley de Defensa.

Existen informes independientes pero sin confirmar de que Irán y Venezuela están avanzando con una agenda clandestina que incluye facilitar el acceso al uranio y apoyar a Hizbolá en las Américas. El Departamento de Estado ha buscado normalizar las relaciones con las naciones de ALBA y quiere enviar nuevos embajadores a Ecuador y Nicaragua mientras se minimizan las diferencias bilaterales cada vez más claras.

Vigilar el vecindario de Estados Unidos

La administración Obama debe adoptar una posición más fuerte en 2012, y las relaciones con Irán deberían servir como una prueba final crítica. La administración debería hacer lo siguiente:

Mantener una respuesta constante respecto a Irán. Indicar a otras naciones que apoyar el comportamiento peligroso y deshonesto de Irán tendrá consecuencias serias que afectarán el envío de nuevos embajadores, asistencia extranjera y aprobación de préstamos en el Banco de Desarrollo Interamericano.

Incrementar los recursos de Inteligencia. Asignar una prioridad mayor a la recogida de datos de inteligencia concerniente a la penetración de Irán en las Américas y de organizaciones terroristas con apoyo iraní como Hezbolá.

Apoyar a la oposición democrática. Encontrar modos de redoblar el apoyo a la oposición democrática de Venezuela ya que se aproxima un crucial referéndum presidencial en el mes de octubre. Las fuerzas democráticas domésticas dentro de los países de ALBA se oponen claramente a unos lazos más fuertes con Irán y con líderes que están dispuestos a replicar aspectos de la tiranía de Irán.

La visita de Ahmadinejad a la región requiere una aguzada concientización de su significado y una mayor capacidad de respuesta por parte de la administración Obama a los serios desafíos tan cerca del territorio nacional.

 

La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.

 

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