POLITICA: POR EL LIC. GUSTAVO ADOLFO BUNSE

Sospechas de una explosión inminente

En cuarenta días, la Presidente de la Nación cumplirá cuatro años en el cargo, y acaso quede alguien esperando todavía que se produzca algún cambio positivo...

02 de Noviembre de 2011

La gente, sin mucho esfuerzo, huele un estallido de mercado.

Y de lo que no caben dudas es de que, con el estado de fractura social que campea en la ciudadanía merced a los estímulos divisionistas de la familia, un estallido de mercado se la lleva puesta a esta mujer pero, a la vez, nos lleva puestos a todos cuales mariposas en la parrilla de un auto.

Existen órdenes bien concretas de "bajar los decibeles" -incluso de mentir- en casi todos los medios de comunicación, pero el pánico producido por el impacto psicológico puso en emergencia a cualquier tenedor de dinero en ahorros a la vista o en plazos fijos de toda índole.

La Argentina es el último territorio que podría elegir, en este momento, cualquier inversor. Dentro de la América toda.

Maravilloso, incluso mágico producto de la enorme perspicacia nacional que ungió en el trono precisamente a la autora de la letra y de la música de esta catástrofe que flota en el aire.

Rastreros de toda laya, con trajes de banqueros, con moños de empresario y con portafolios pletóricos de subsidios... deambulan transidos de miedo, sabiendo que haberle dado jerarquía de drama a la corrida, poniendo a la policía en la calle... fue un “paso de comedia” del que ya no se regresa.

Mienten, como si fuésemos unos terribles idiotas diciendo por doquier que los controles son para evitar el lavado de dinero.

Molière araña su tumba por dentro en Père Lachaise, clamando a gritos por un grave plagio de su mejor obra de la hipocresía humana.

La tumba de al lado -por exótica casualidad- es la de Jean de La Fontaine, quien también se conmueve pensando en una venganza de Ludovico Ariosto.

Ella volvió a Francia. Pero por ese cementerio no pasó ni pasará jamás.

Tendría terror de ver el tamaño pequeño de los mausoleos de todos esos verdaderos colosos de la gloria universal en las artes y las letras.

Los familiares, amigos y conocidos de quien esto escribe -sin esperar el consejo de nadie- se fueron a sus bancos y retiraron todo lo que allí tenían.

Nadie le cree más nada a este gobierno.

Apuéstese que su credibilidad cayó, en una semana, no menos de veinte puntos.

Nadie le cree más A ELLA un bledo.

Navega al garete, en una nube de imbecilidad e idiotez banal...

Y vale la pena reiterar aquí la frase que prepara, acusando a las sombras:

"No pudieron ganarme en las urnas y me hacen un golpe de mercado".

Quien tenga medio dedo de frente no deja en su banco ni los registros de su firma. Se lleva todo.

Y el que haga eso, ¿puede acaso ser acusado de apátrida, luego del insólito espectáculo de persecución y de totalitarismo anticonstitucional que se ve por las calles y en las puertas de las entidades financieras?

Un empresario que debe fabricar con insumos importados o que está obligado a exportar cobrando dólares en el exterior... o da, ya mismo, la orden de “parar todo” o, simplemente, está loco. Hasta los empresarios rastreros que dicen dar su vida por ella reunieron ayer lunes a su plana mayor en secreto y decidieron desensillar hasta que aclare (wait and see).

Los hombres de la Presidente tienen un grado de desorientación tan enciclopédico, que así como lo han hecho con el INDEC, lo harían con la luz del sol... o con la Ley de Gravedad. Como que se animan con total parsimonia a cambiar las reglas de juego en la mitad del partido. Meten ocho árbitros, corren los arcos y disponen jugar el resto del tiempo con una pelotita de golf. En definitiva, orbitan otra galaxia.

Para distraer a la sociedad estupidizada, siguen los homenajes al corrupto, los cambios de nombre de las calles... borrando próceres verdaderos para poner el de quien reconoció haber comprado dos millones de dólares en el medio de la conmoción de 2008.

Siguen los mausoleos, los viajes por el mundo y el paisajismo de la mejor corruptela.

Si ella asumiera el 10 de diciembre recibiendo "esto" de un presidente de otro signo político, ya estaría preparando una terrible auditoría... y su predecesor estaría preparándose para desfilar por los tribunales federales para explicar un catálogo de irregularidades que incluyen, en primer lugar, la malversación de caudales públicos que tuvieron como eje de conducta política a la violación serial de la Constitución Nacional.

La Argentina necesita, como nadie en el planeta, un extraordinario sopapo de la realidad... y la toma de conciencia para un enorme ejército de pavos frente al hecho de que la República ha llegado, hasta aquí, atada con alambre.

El Plan de la "familia" se titulaba "Apología del Parche".

Pero esta podría ser tan sólo la primera de las cien duras realidades que hoy están llegando a cobrarse su venganza por haber sido despreciadas y ocultadas bajo la alfombra mágica del Frente para la Victoria.
 
Si alguien, honestamente, supone o espera algún cambio positivo en el país, debería prepararse para un estrepitoso desencanto.

Casi sin excepción alguna, y con total objetividad, los escenarios más inmediatos de la sociedad, desde la economía y desde la política, están claramente en un plano inclinado.

Se verá en breve que todos están desmoronándose a distintas velocidades.

Y en esto, marchan a la cabeza las inversiones en retirada, la distorsión de los precios relativos y la aventura del gran sofisma inflacionario que ahora mismo les está explotando en las manos.

La corrida, ya no sólo es cambiaria… es bancaria, es inversora y es de la más elemental esencia psicológica preventiva.

Según el Newsletter Global Inside Synopsis (G.I.S.) -la mejor información confidencial de Latinoamérica-, existen señales muy concretas.

Comenta con pelos y señales la situación de una empresa petrolera que cotiza en bolsa y se halla en una situación tan dramática que su recorte de gastos pasa por el pánico de colapsar todos los servicios más ínfimos, después de haber sido descubierta en una torpe maniobra de tráfico de inside trading y multada muy fuertemente por ello.

Señala también el caso de otra mega empresa y holding brasileño de construcciones tecnología, energía y petróleo que aterrizó en la Argentina hace muy poco tiempo y que acaba de dar la orden -hace menos de 24 horas- de paralizar todo el esquema de los proyectos en curso, entre los que estaban tres joint ventures con Francia para la construcción de varias plataformas petrolíferas off shore.

El desmoronamiento que aún no alcanzó la tapa de los diarios incluye también al famoso superávit fiscal, base de la “caja”, base del clientelismo político y sostén virtual de la gran acumulación de poder de una sociedad conyugal atada a un modelo retórico que jamás pudo ser explicado a una sola persona en ocho años.

Salud, Educación, Defensa, Seguridad Pública, Acción Social, Relaciones Internacionales... todo, individualmente y en conjunto, muestra un deterioro tan evidente como alarmante.

La gran plataforma artificial que les ha servido de estructura de apoyo se resquebraja en forma inexorable. La urgencia de un sinceramiento los acomete como el agua que entra a un bote por varios agujeros a la vez.  

Ella está paralizada.

No hizo la menor reforma estructural y ni siquiera se le ocurrió inventar algún sustituto para alimentar esa gran "caja" que le dio oxígeno...

No atrajo a un solo inversor.

Inversamente, se ocupó de ahuyentar a todos los que pudo.


El 85% de las actividades privadas que resultan esenciales, comenzando por el transporte, están hoy subsidiadas de un modo que es tan impúdico como descontrolado.

Pero la Señora quiere profundizar este "régimen". Y ella es la cabeza del mismo.

Ni tiene la menor idea de cómo evitar el famoso "sinceramiento" de la realidad que tiene "pisada" bajo la alfombra.

Vale reiterarlo enfáticamente:

Si alguien espera un cambio, debe esperarlo para peor.

Ella, solita, extasiada hasta el delirio por el poder, embelesada por su viejo sueño de traspaso en el espejo, sin hacer absolutamente nada y en una escena conmovedora de narcisismo y autocontemplación, nos avisa a todos que las cosas van a seguir así...

... en el tobogán que se ha descripto.

En un descarrilamiento interminable que acaso estemos obligados a ver en cámara lenta.

Pero si en el páramo del devenir, si en medio del desierto social, aparece la policía para interrogar a una señora que se ha atrevido a ir a comprar cien dólares y no aparece la policía para llevarse un solo ladrón... ni del gobierno, ni de los de la calle...

... entonces, es legítimo tener sospechas de una explosión inminente.

Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política