ESTADOS UNIDOS: POR ERICKA ANDERSEN

Los tratados de libre comercio, un logro para la prosperidad

Los tratados de libre comercio (TLC) han beneficiado económicamente a naciones de todo el mundo desde su creación. Los índices de pobreza en los países con pocas barreras comerciales son significativamente más bajos y los datos del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage muestran que el libre comercio también conducen a mayores ingresos, más empleo y mayor igualdad...

10 de Octubre de 2011

Los tratados de libre comercio (TLC) han beneficiado económicamente a naciones de todo el mundo desde su creación. Los índices de pobreza en los países con pocas barreras comerciales son significativamente más bajos y los datos del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage muestran que el libre comercio también conducen a mayores ingresos, más empleo y mayor igualdad.

Por eso es sumamente importante promulgar rápidamente los tres acuerdos comerciales pendientes de Estados Unidos con Colombia, Panamá y Corea del Sur. Estos tratados de libre comercio han estado guardados en algún cajón del escritorio presidencial desde 2007 sin ningún buen motivo aparente. Pero, por fin, el presidente Obama los ha convertido en prioridad enviándolos al Congreso la noce del lunes pasado.

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (R-OH) dio su respaldo a estos documentos y ya es hora de aprobarlos — especialmente si se toman en consideración las oportunidades ya perdidas por el atasco de cuatro años. Hasta ahora, la pasividad de Washington en asuntos de comercio ha dado ventaja a otros países, cediendo nuevos puestos de trabajo y exportaciones al extranjero y borrando esas perspectivas en favor de trabajadores americanos que las necesitan desesperadamente.

En Corea, Estados Unidos ha perdido $40,000 millones en exportaciones, dejando en gran desventaja a las empresas americanas frente a sus competidores de la Unión Europea. El experto de Heritage Bruce Klingner explica que: “En un momento de malestar económico, una iniciativa libre de costos de estímulo laboral es exactamente lo que Estados Unidos necesita”. Los tratados de libre comercio son exactamente eso.

En el caso de Panamá, el analista de Heritage Ray Walser señala: “La promulgación del tratado de libre comercio  eliminaría los aranceles de entre el 7% y el 15% que están frenando el comercio de Estados Unidos con Panamá”. Y otro experto de Heritage, Bryan Riley, añade que los agricultores americanos necesitan el tratado de libre comercio con Colombia para competir con las exportaciones de Canadá, país que ya tiene un tratado de libre comercio con Colombia.

Nuestros más recientes puntajes en libertad comercial demuestran que los tratados de libre comercio generan un modo de vida más próspero para todo país que toma parte en ellos — por tanto, son cruciales para la exitosa sostenibilidad de algunas naciones. Para Estados Unidos, son necesarios para no quedarse atrás en una competitiva economía mundial. Ciertamente son muchas las razones para dar ese paso adelante.

Estados Unidos es líder global en comercio y aprobar estos acuerdos mejorará esa posición rápidamente, mostrando así los beneficios del libre comercio para mejorar las economías locales y crear empleo.

Estados Unidos no es exactamente un modelo de prosperidad económica en este momento — y la opinión pública mundial es, ciertamente, consciente de ello. Desafortunadamente, el presidente esperó sin necesidad alguna para impulsar estos importantes proyectos legislativos y en su lugar puso sus prioridades en un fracasado paquete de estímulo de $787,000 millones, provocando que la economía americana cayera aún más profundamente en una gravísima deuda.

El presidente Obama debería comprender que la mejor forma para que Estados Unidos siga siendo competitivo y se beneficie del mercado mundial es mantener su cometido permanente con la defensa del libre comercio. Necesitamos dar todos los pasos posibles para que el reloj de la deuda empiece a ir en la dirección contraria.

Los tratados de libre comercio han sido retenidos recientemente debido a   desacuerdos sobre la ampliación del Programa de Asistencia para Ajuste del Comercio (TAA) que se creó para proporcionar beneficios y servicios a los trabajadores que se supone se verían desplazados por el libre comercio. La mejor forma de ayudar a los trabajadores no es mediante el aumento del gasto gubernamental, sino adoptando políticas como el libre comercio que alientan el crecimiento del sector privado y crean nuevos empleos.

De hecho, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos predice que estos tres acuerdos aumentarán las exportaciones y el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos en $12,000 millones anuales. Para un país con una deuda de más de $14 billones, esto suena como un negoción que no hay que dejar pasar.

Mientras los congresistas estudian estos importantes tratados de libre comercio en los próximos días, deberían consultar el Índice 2011 de Libertad Económica que demuestra que la gente en Estados Unidos y en todo el mundo ganan en prosperidad e igualdad cuando sus gobiernos les permiten comerciar libremente.

Por Ericka Andersen, Libertad.org