SOCIEDAD: ALBERTO BENEGAS LYNCH (H)
El peculiar caso de Kant

Sin duda que los humanos nos equivocamos, pues somos limitados e imperfectos. No escapamos a las contradicciones por más que no las detectemos en nosotros mismos (de lo contrario es de creer que las rectificaríamos). Nuestras corroboraciones son siempre provisorias sujetas a refutaciones.