INTERNACIONALES: INCIDENTES E INFORMANTES

Boeing y un mundo de turbulencias

Boeing, celebrada fabricante de aeronaves comerciales y contratista de defensa en los Estados Unidos...

03 de May de 2024


Boeing, celebrada fabricante de aeronaves comerciales y contratista de defensa en los Estados Unidos, se ha visto forzada recientemente a lidiar con una colección de desafíos que han puesto en tela de juicio a la calidad de sus productos. En concreto, numerosas investigaciones dieron curso para arrojar luz sobre una serie de incidentes -lo cual exhibe marcadas implicancias para la firma, oriunda de Seattle.

 
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La paz de la compañía ha sido perturbada por la reiteración de incidentes en pleno vuelo y, en consecuencia, se han multiplicado los procesos investigativos en torno a los protocolos de fabricación. Ahora mismo, la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense ha tomado cartas en el asunto, prohibiéndole a la firma ampliar su producción de los populares 737 Max (al menos, hasta tanto la investigación no arribe a sus conclusiones).
 
En tal sentido, se han multiplicado también las declaraciones de informantes, otrora empleados de Boeing. Tal vez el más famoso de ellos, John Barnett, falleció trágicamente el pasado 11 de marzo. De acuerdo al National Whistleblowers Center, Barnett advirtió sobre riesgosas prácticas en el proceso de fabricación de la planta del 787 Dreamliner en North Charleston. Sin embargo, sus denuncias fueron ignoradas por sus supervisores y luego negadas por la propia empresa. Al momento de su deceso, el informante se encontraba avanzando en el diagrama de un proceso judicial en curso contra su ex empleador.

Una investigación de la FAA fechada en 2017 estableció que componentes defectuosos en la planta de North Charleston habían sido extraviados, con lo cual se allanaba el camino para que los mismos fueran luego incorporadas al proceso de fabricación -según alegó Barnett. Hace pocas semanas, la agencia -dependiente del gobierno federal estadounidense- expresó que, tras una auditoría de seis semanas realizada a la firma, Boeing fracasó a la hora de cumplimentar con requisitos de control de calidad. Otro informante, de identidad reservada, había declarado que fue 'amenazado con violencia por su supervisor', tras señalar problemas relacionados con la fabricación del 787.

En definitiva, las entrevistas y las declaraciones concedidas por ex empleados presentan el cuadro de una cultura empresarial que privilegia la velocidad en la producción, en desmedro de la calidad y la seguridad -lo cual redunda en defectos que se 'dejan pasar' con el propósito de cumplir con las metas corporativas previstas.

Entre los incidentes más notorios que afectan a Boeing se cuentan el agujero en el fuselaje que se produjo en un 737 Max 9, durante un vuelo de Alaska Airlines. Otro episodio involucró a un vuelo de la línea aérea chilena LATAM que partía de Sydney, Australia, en viaje hacia Auckland, Nueva Zelanda; en este caso, cincuenta pasajeros resultaron heridos.

En la práctica, esta serie de desarrollos ha contribuído a multiplicar los cuestionamientos en torno a los protocolos de fabricación en la prestigiosa compañía, alcanzando la preocupación a la seguridad de sus aeronaves.