Aníbal Ibarra, protegido por el kirchnerismo

La sospechosa ausencia de cuatro legisladores frustraba, pasada la medianoche, la posibilidad de que la Sala de Acusación de la Legislatura porteña avanzara en el enjuiciamiento político del jefe de Gobierno capitalino, Aníbal Ibarra, por presunto mal desempeño de sus funciones con relación al incendio del boliche República Cromañón, que el 30 de diciembre pasado causó la muerte de 194 personas, jóvenes en su gran mayoría. Los legisladores de la oposición que apoyaban el juicio político, en su mayoría macristas, del ARI, de izquierda e independientes, quedaron a uno de conseguir los 30 votos necesarios para aprobar el enjuiciamiento. El reglamento establece que el juicio político requiere del voto favorable de los dos tercios de los 45 integrantes de la sala acusadora. De haberlo alcanzado, Ibarra se habría convertido en el primer caso de juicio político en la historia institucional capitalina y habría significado la suspensión inmediata en sus funciones. Sobre la medianoche y luego de casi ocho horas de deliberaciones, interrumpidas varias veces por voces de reprobación contra los legisladores oficialistas de parte de los familiares de las víctimas presentes en las galerías del recinto, los jefes de bloque habían pasado a un cuarto intermedio. En las tres ocasiones en las que el presidente de la sesión, Santiago de Estrada, intentó convocar a la votación, tuvo que suspenderla ante la presión de los familiares, que insistían en la posibilidad de quebrar la negativa de alguno de los cuatro legisladores ausentes. Algunos de ellos habrían anticipado su apoyo al enjuiciamiento de Ibarra. Los cuatro ausentes fueron el kirchnerista Chango Farías Gómez, la ex ibarrista Mirta Onega, el radical Roberto Vázquez y el socialista Roy Cortina. Según familiares y legisladores de la oposición, los dos primeros les habrían anticipado su decisión de apoyar el procesamiento. Fuentes legislativas dijeron que Farías Gómez fue internado por un cuadro de hipertensión poco antes del inicio de la sesión. Los familiares presentes a lo largo de la sesión en grupos de 30 repudiaron el ingreso de Eduardo Lorenzo Borocotó, quien el miércoles fuera duramente criticado por todos los sectores políticos y la opinión pública por su pase del macrismo al kirchnerismo. No obstante, Borocotó -en una poco verosímil afirmación- había anticipado que votaría en favor de avanzar en el juicio a Ibarra, hasta la tragedia de Cromañón un firme aliado del gobierno de Néstor Kirchner. El momento de mayor tensión se produjo cuando cinco de los legisladores kirchneristas presentes se retiraron sorpresivamente de la sesión, cerca de la votación, lo que provocó una fuerte reprobación de los familiares y de legisladores opositores. El retiro de los kirchneristas se produjo en momentos en que el macrista Jorge San Martino les instó a fundamentar su rechazo al enjuiciamiento. Ibarra se había lanzado por la mañana contra el macrismo, ganador de las elecciones legislativas del 23 de octubre pasado también para diputados porteños. Lo acusó de alentar el "golpismo institucional" al impulsar el enjuiciamiento, en una maniobra desesperada para mantenerse en el cargo y seguir impune. El debate estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad. De espaldas a los legisladores y de frente a los familiares de las víctimas hubo unos 50 policías federales.