POLITICA: POR EL DR. ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO

Otro clavo para el ataúd

“Podría hablarse de ello con tristeza e indulgencia si no fuera porque había sacado miles de millones de las arcas del Estado, cometiendo –él y su gente- estos actos de rapiña en medio de cementerios de gente muerta por hambre, cementerios que se veían desde las ventanas del palacio” (Ryszard Kapuścińki)

25 de Julio de 2011

Pido anticipadas disculpas por la autorefencia en la que se convertirá, a poco de comenzar, esta nota. Pero no la realizaré a título de vanagloria sino, en la medida en que mis pronósticos son confrontados diariamente con los resultados de supuestas encuestas, para fortalecer la esperanza de la ciudadanía en un cambio de rumbo para la República.

Nuevamente ayer, en Santa Fe, las empresas de compulsa de opinión, aún las más serias, erraron en sus proyecciones, algunas por distancias enormes. Ese fracaso se suma a la propia interna del PJ unido en Santa Fe (cuando dieron ganador a Bielsa, que salió tercero), a Tierra del Fuego (cuando anunciaron que la próxima Gobernadora sería la Diputada Bertone), a la Ciudad Autónoma (cuando nadie pudo predecir los veinte puntos de ventaja que obtuvo Macri).

Hasta ayer a la mañana, es decir el propio domingo de las elecciones santafecinas, los analistas –reales o presuntos, serios o alquilados- nos hicieron saber, amparados en que la veda electoral sólo regía para la Provincia que concentraba todas las miradas, que el orden de mérito favorecería fuertemente a Bonfati, candidato del Frente Progresista, y que los otros dos mayores competidores, Torres del Sel –del Pro- y Rossi –del FpV- pelearían voto a voto por el segundo lugar.

Como se vio, no solamente no fue así sino que el actor, recientemente devenido candidato electoral, lideró las posiciones hasta casi la medianoche.

Esas mismas empresas de medición de opinión pública son las que soportan, diariamente, el “ya ganó” oficial. ¿Por qué creerles ahora, cuando venimos de ver cómo se equivocan tan fiero o, lisa y llanamente, mienten?

Desde estas columnas dije: “Dentro de diez días, el 24 de julio, la elección de Santa Fe seguramente pondrá a don Agustín Rossi, abandonado y solitario representante del FpV en la Provincia, en el tercer lugar, después de Bonfati, socialista, y de Del Sel, del PRO, cualquiera sea el orden en que éstos terminen”. Esa nota, que puede verse en mi blog (http://egavogadro.blogspot.com/2011/07/cristina-y-sus-catastrofes.html) y que fue publicada por dieciséis medios electrónicos argentinos y uno venezolano, no me convierte, ni pretendo que lo haga, en un gurú de la política, y su referencia sólo viene a cuento para justificar por qué dudo de las encuestas.

El gran perdedor de ayer fue Binner quien no sólo vio ganar a su delfín por estrechísimo margen –menor a 4%- sino que tendrá que contemplar como Bonfati intenta gobernar sin mayoría propia en ambas cámaras de la Legislatura, cosa que no ha sucedido nunca. Tampoco resulta un sapo fácil de tragar esa pequeña diferencia para los distintos partidos que forman su Frente Progresista, del cual el radicalismo es el principal componente; es que la gente del interior provincial, esencialmente fieles al partido de Alem y de Yrigoyen, tampoco vieron con buenos ojos la traición del socialismo en las provincias de Córdoba y Buenos Aires, y algunos votos de Barletta se les perdieron por el camino a ese Frente.

Don Rossi soportó, tal como lo predije en la misma nota, una fuga muy importante de votantes del PJ en la interna, aquellos que acompañaron a Perotti en su pseudo patriada y que no lo siguieron cuando se dejó “convencer” por la Casa Rosada para encabezar la lista de diputados nacionales del FpV. El campo, masivamente, trasladó sus votos al PRO y en esa mudanza no resultó un dato menor el comentario de Reutemann, cuando aclaró que siempre ha sido peronista y nunca kirchnerista. También dije, y el resultado de ayer me dio la razón, que la visita de la señora Presidente el martes a Santa Fe y, sobre todo, sus dichos anti-Binner, actuarían como un salvavidas de plomo sobre la candidatura del “Chivo” Rossi.

Un párrafo aparte merece el fuerte triunfo de la señora Bielsa como primera candidata a Diputado provincial por el FpV. La hermana del ex Canciller y del ex DT de la selección de fútbol no pertenece –pese a que, obviamente, no será reconocido por los lenguaraces de doña Cristina- a la propia tropa del “cristinismo”. Su victoria proviene, en realidad, de la presencia mayoritaria del PJ federal de la Provincia; sucede, entonces, que su elección responde, con exactitud, a la realidad local, en este caso no traspolable al nivel nacional, y así debe ser leído.

Todo esto, obviamente, se relaciona con mi firme convencimiento de que el FpV perderá las elecciones de octubre y noviembre y, sobre todo, de que doña Cristina, que de tonta no tiene un pelo, no se presentará para caer derrotada y, ni siquiera, para asumir ese riesgo.

El próximo domingo, si es que la señora Presidente no ordena a su representante renunciar, habrá ballotage en la ciudad de Buenos Aires. El pobre  Filmus –con quien no coincido, pese a reconocerlo como un político probo- sufrirá un castigo inimaginable hace pocos días. No sólo ha recibido el fuerte fuego amigo que le dirigieron los ¿intelectuales? de Carta Abierta sino que ha debido soportar las “colaboraciones” de don Fito Páez y don Anímal Fernández. Ese cúmulo de buenas noticias, al cual la informada ciudadanía porteña accedió con facilidad, será acompañado por el natural voto triunfalista que llevarán los vientos santafecinos a las arcas del PRO.

Como la prudencia no es una de las escasas virtudes que me adornan, me atrevo a pronosticar un resultado que se parecerá al 68% - 32%. O sea, una nueva catástrofe para el “cristinismo”, que necesita al menos de un 40% para mantener infladas las velas del “ya ganó”.

Luego, llegará la ya demostrada –por la ausencia de candidatos propios- debacle cordobesa. A pesar de no acompañar de cerca el tema provincial, algunos amigos mediterráneos me dicen que Aguad podría dar una sorpresa, reverdeciendo las esperanzas de Alfonsín de resultar segundo en las primarias de agosto.

Hoy, en la foto –no en la película- debe pelear ese lugar con Duhalde, a quien el enorme porcentaje de votos obtenidos ayer por Del Sel, más muchos del PRO porteño, acompañarán el 14. Los “barones” del Conurbano también remarán para evitar ser enterrados con el ataúd del “cristinismo”, al igual que varios gobernadores, hoy encubiertos aliados del “Cabezón”.

No quiero transformar en realidad una mera expresión de deseos pero, si tan incierto resulta hoy el triunfo de doña Cristina en octubre, ¿no cabe la posibilidad de que salga tercera en agosto? Es poco probable pero, con certeza, posible.

No dudo, ni por un momento, que doña Cristina debe estar soportando una enorme presión de los delincuentes que forman parte de su banda para que no abandone la carrera presidencial, ya que muchos de ellos terminarán presos y pobres. Sin embargo, la fuerte personalidad de nuestra señora Presidente se impondrá, a último minuto, para evitarle la ya segura derrota en las urnas.

Los dados están rodando nuevamente. Y todos los tiros con grandes apuestas la han encontrado perdidosa.

Tal vez, sólo tal vez, nuestros amigos economistas puedan decirnos, a partir de ahora, cuánto dinero, proveniente de los cofres non sanctos de estos corruptos, se fugará de la Argentina antes de diciembre. Será un buen termómetro para medir la real fe de los bandidos en un nuevo período presidencial de la viuda de “Él”.

La otra forma de evaluar esa situación será el comportamiento de los “capitanes” de la industria. Son, salvo honrosísimas excepciones, prebendarios, corruptos y, sobre todo, pusilánimes. Pero no comen vidrio. El natural temor a equivocarse y quedar a la intemperie en el paraíso gubernamental hará, con certeza, que repartan sus huevos en diferentes canastas; el diferente tamaño de esos huevos dará la verdadera pauta de su pensamiento.

Los argentinos tenemos, por delante, dos semanas de gran stress, pero estamos acostumbrados a soportarlo individualmente y a sobrevivir. Falta sólo saber, entonces, qué sucederá con la República.

Por el Dr. Enrique Guillermo Avogadro -Abogado-, para El Ojo Digital Política