ELECCIONES 2011 - CANDIDATOS: POR ALFONSO PRAT GAY, COALICION CIVICA-ARI

Alfonso Prat Gay: un Banco Central para la campaña

El Programa Monetario 2011 está hecho a medida para Cristina. Es, podría decirse, un programa monetario para la corona. Si bien pasó desapercibido entre tantos DNUs de la semana pasada, es, seguramente, el regalo que más esperaba Cristina de las bolsas de Papá Noel y los Reyes.

12 de Enero de 2011
La presidenta [Mercedes Marcó del Pont] –en comisión, es bueno recordarlo– del BCRA, que dejó sin billetes a millones de argentinos durante las fiestas, no le va a fallar a Cristina durante la campaña. ¡No señora! Tiene más de $44.000 millones listos para emitir en 2011 y está dispuesta a elevar la expansión monetaria al 40%, convenientemente justo antes de las elecciones. Mercedes tiene que emitir muchos pesos para comprar los dólares que Cristina se lleva del BCRA por medio de uno de aquellos DNUs (unos $30.000 millones) y para cubrir el déficit fiscal ($24.000 millones según el programa monetario recientemente publicado). ¡Cómo cambian las cosas! Cuando yo estaba a cargo del BCRA, le pedía al Tesoro que me trajera los pesos para comprar las reservas que necesitaba para el pago de deuda. Me traía unos $4.000 millones por año (o el 14% de la base monetaria). Ahora es al revés, es el BCRA el que emite sin respaldo más de $24.000 millones (15% de la base monetaria) para que Cristina tenga un buen pasar. ¿Cuántos de los precandidatos presidenciales se conformarían con el 0.01% de esos fondos para sus campañas, no? Me pregunto si nuestras presidentes habrán tenido en cuenta las consecuencias inflacionarias de poner al Banco Central al frente de la campaña electoral. La experiencia del 2010 está demasiado fresca: durante el año pasado la emisión subió del 8% al 30% anual y, con ella, la inflación trepó del 13% al 27%. Difícil imaginar que la inflación baje mucho del 35% este año, entonces. Esto implica un impuesto inflacionario de alrededor de 3.5% del PIB, un impuesto que pagan, fundamentalmente, los más pobres. Me pregunto también cómo van a hacer para convencer a Moyano que acepte un aumento salarial del 20%, si el BCRA está emitiendo pesos al 40%. Me pregunto, finalmente, cuándo se darán cuenta de que están haciendo lo mismo que durante la convertibilidad: garantizar un tipo de cambio nominal y que todo lo demás se mueva en torno de esa ancla. La deflación de los ´90 y la alta inflación de estos años son caras de una misma moneda monetaria. Tan así es que con estos niveles de inflación en dólares a fines de año ya tendremos la misma competitividad de la convertibilidad: pronto quien no exporte soja, no sé qué va a poder exportar. Lo más paradójico es que a esta lamentable política económica, que le cobra el impuesto más regresivo a los más pobres, que arrincona a los asalariados y que le quita competitividad a nuestra industria, la sigan calificando de progresista. No hay tipo de cambio competitivo, ni crédito a largo plazo, ni inclusión social cuando las autoridades persiguen una inflación de más del 30%. Había un poco de todo ello en los primeros años del kirchnerismo, cuando la inflación estaba por debajo del 5%. Había entonces un Banco Central independiente, claro. Justo lo que les vengo pidiendo a los Reyes, hasta ahora con menos éxito que Cristina.
Por Alfonso Prat Gay, ex Presidente del Banco Central de la República Argentina