POLITICA: POR MATIAS E. RUIZ, EDITOR

La clase política solo podrá sobrevivir si acerca al matrimonio Kirchner y sus socios a los tribunales

Este es el verdadero centro de gravedad sobre el que debería girar la preocupación de la dirigencia actual, a modo de salir relativamente indemne del lamentable proceso destructivo que tuvo lugar a lo largo de los últimos siete años. El Grupo Clarín también deberá poner barbas a remojar: su abultada influencia política en las últimas décadas -pergeñada sobre la consabida debilidad de muchos ex presidentes- solo le ha traído grandes dolores de cabeza a la República.

19 de Septiembre de 2010
La Argentina vive hoy sumida en una crisis institucional sin paralelo desde el retorno de la "democracia", en gran parte alimentada desde los interminables cheques en blanco que sociedad, clase dirigente y poderes le han obsequiado a un matrimonio de agenda y proceder demenciales. Tenía razón Alberto Lestelle -ex titular del SEDRONAR- cuando refirió en este espacio que Néstor Carlos Kirchner, desde su posición de legislador, ha mandoneado sin miramientos a funcionarios de mayor "categoría" en el organigrama para que se sometan a sus imperativos categóricos. El caso más reciente, en función de la alta exposición que ha tenido el tema, fue el del Gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli. El ex motonauta, lejos de hacer honor al importante cargo que ocupa, desde hace tiempo que ha relegado los intereses de su distrito para hacer de andrajoso felpudo del esposo de la Presidente de la Nación. Inexplicablemente, se alzan opiniones que reportan que el hecho de que Scioli no le contestara a Kirchner bien podría haberle sumado algunos puntos en lo que hace a consideración ciudadana. La "decrepitud dirigencial" de la que hablaba Lestelle se ha llevado puesto también al sentido común de la opinión pública, que a estas alturas se conforma con demasiado poco. Esta ya no espera que el proceso democrático funcione en lo absoluto: no aguarda soluciones en materia de seguridad, salud o educación. Simplemente aspira a renovar los rostros, para que nada cambie. En medio de este bizarro y deleznable escenario, los bonaerenses -por citar un caso- no pretenden siquiera "incomodar" a su gobernador con exigirle que ponga manos a la obra. En patético correlato, éste reconoce que tampoco puede hacer demasiado. Entonces aparecen las preguntas que se renuevan desde 1983 a la fecha: ¿para qué concurren a votar los ciudadanos? ¿Terminan siendo cómplices de las necesidades económicas y de protagonismo de los candidatos? ¿Terminan acaso validando un sistema que solo le sirve a amigos y parientes para sumar alguna que otra oportunidad de bien fondeado "conchabo"? Se impone un examen profundo y a consciencia frente a qué tipo de democracia pretendemos los argentinos de cara a las próximas décadas. Mientras naciones vecinas como Chile o la República Federativa del Brasil ya hace tiempo que han visualizado su posición futura en el globo y no cejan en sus ambiciones de progreso -que consolidan año tras año-, la Argentina deberá debatir próximamente si acaso seguirá existiendo como nación, en la forma que la conocemos actualmente. Este llamado de atención involucra un amplio espectro de consideraciones que trascienden la esfera de lo político y lo social, para resquebrajar incluso las fronteras del ámbito geopolítico. Los expertos en estas temáticas sabrán apreciar las presentes líneas y echar oportuna mano del análisis que les compete. Vale la pena ilustrar lo que sucede en el hemisferio norte, donde Canadá -por ejemplo- ha desarrollado un moderno sistema de submarinos tripulados por ordenadores que rastrean las profundidades del Mar Artico, a los efectos de mapear los nuevos cientos de miles de kilómetros cuadrados que se agregarán a su geografía, completado su reclamo ante Naciones Unidas. Terreno en el que compiten con rusos y estadounidenses. En la Argentina, la dirigencia aún no tiene claro si hay que castigar a aquel que interrumpe el tránsito en una ruta o si corresponde reprender con prisión efectiva a un homicida. El Poder Ejecutivo, después de cuatro años, está a punto de otorgar asilo político a un violento guerrillero chileno que es reclamado por autoridades de su país. El "mundo del revés" es una metáfora que nos deja con sabor a poco. Más grave aún, Diario Clarín expresó casi abiertamente, a mano de un puñado de reprochables articulistas, que el asesinato del senador en el que participó junto a un comando extremista el chileno Apablaza Guerra no cae bajo el orden de "asesinato político". Y todo porque el impresentable Procurador Esteban Righi -¿qué otra cosa iba a decir?- lo argumentó "sobradamente" en un escrito. Volveremos sobre el Multimedio en un instante. Los Kirchner han invitado a todo mundo a concentrarse en cuestiones menores -sino ridículas-, y oposición y medios tradicionales suelen ser los primeros en devorar ávidamente la carnada. Incluso se pelean por ella. Se habla hoy hasta el cansancio de la enfermedad del marido de Cristina Fernández, pero el dato nunca fue nuevo: El Ojo Digital nació en 2004, profundizando en particular sobre este tema. El pollo sin piel con arroz hervido y el cólon irritable siempre fueron noticia vieja. Ni siquiera el bueno de Néstor puede contra la realidad de la entropía y la Segunda Ley de la Termodinámica. Este miniestudio sobre la memoria tardía de muchos analistas políticos deja abundante tela para cortar: ¿qué hicieron durante todos estos años? La respuesta es que se ocuparon de callar todo aquello que ya conocían. Se dirá que la dolencia del "cónyuge presidencial" es importante, pues hace a la construcción del mapa político argentino desde el 2011 en adelante. Pero lo cierto es que, preinfarto o no, Kirchner está liquidado electoralmente y lo sabe bien. Referencia que hemos arrojado en forma recurrente desde nuestro medio. Sin importar que él o ella se presenten como candidatos, lo concreto es que la sangría ha trascendido el organismo del patagónico para aterrizar en su mundillo de aliados propios y extraños. Del primero al último, todos representaban el rol del distraído mientras repasaban la superficie del mobiliario del Titanic. Muchos hablan -y continúan haciéndolo- con los medios, incluso con el que Ud. está leyendo en este instante. Conviene explorar también los movimientos que vienen teniendo lugar en la propia Secretaría de Inteligencia del Estado, en donde el personal profesional que efectuaba tareas para el poder central se ha tornado más reticente. El staff especializado de 25 de Mayo ha sufrido el impacto de la mala prensa que le vienen dedicando los medios desde hace años. Protestan -y con razón- que se "meta a todo el mundo en la misma bolsa". Y es correcto: el mal elemento en esas dependencias es minoritario. Valga el humilde acto de desagravio para muchos de los que allí se desempeñan y que exhiben problemáticas que no varían demasiado de las que tiene el común de la gente. Supieron los opositores desde finiquitadas las legislativas de 2009 que el proceso de desgajamiento definitivo de la nave del Frente para la Victoria era inevitable. Los de la vereda de enfrente del oficialismo -con todos sus defectos- previeron que no era conveniente saltar a la yugular de la Administración apenas consumada esa victoria, porque el hecho le hubiera servido a los adláteres del gobierno federal para fogonear el insufrible discurso destituyente. Sin embargo, recién ahora salta a la palestra que, tanto Daniel Scioli como José Pampuro venían alternando con el duhaldismo. El tucumano José Alperovich saltará a los brazos del Peronismo Federal, a más tardar en marzo. Ya se han explorado los detalles de la diáspora de los intendentes del conurbano y ciertas provincias en donde otrora reputados albaceas del kirchnerismo pelean ahora por los invaluables botes salvavidas que quedan. Con todo, Néstor Kirchner y señora continúan intentando imponer su agenda, en una versión más virulenta que nunca. A sabiendas de un destino perdidoso, ni siquiera redoblan la apuesta: la triplican. Sus secuaces tampoco dan el brazo a torcer, como el caso del legislador cordobés del FPV que invitó recientemente a considerar una abolición del derecho de la propiedad. Este tipo de pinceladas procedentes del espectro kirchnerista que aún no se resigna, justifican los cruces públicos que el empresariado ha despachado en perjuicio del gobierno. Dijo recientemente Mauricio Macri: "Si vuelve a ganar Kirchner, me voy a vivir a Roma con mi flamante esposa". Aún cuando la frase de Mauricio Macri suene truculenta (porque sabe que el sureño no ganará), es ciertamente criticable que un candidato del orbe opositor amenace con irse del país si vuelve a ganar el oficialismo. ¿Es este tipo de líderes el que la ciudadanía debería considerar para emitir sufragio el año entrante? La triste expresión del Jefe de Gobierno porteño habla de una comodidad que difícilmente sea conveniente expresar en público. La lectura entre líneas de su comentario, en lenguaje urbano, es un correlato similar a "Si las cosas no me salen, me voy. Total, los argentinos, que se jodan". Sin importar ese arrebato de sinceridad del alcalde capitalino, columnistas dominicales y dirigentes siguen considerando al hijo de Franco como un candidato de peso. Incomprensible. El Grupo Clarín merece todo un párrafo aparte. Su Chief Executive Officer (CEO) Héctor Magnetto se encuentra a punto de convertirse en un perseguido de la Justicia, si acaso se cumplen efectivamente los deseos de Néstor Carlos Kirchner, para quien destruir al multimedio es una tarea obligada que debe cumplimentarse efectivamente antes de las vísperas del verano meridional. No vaya a ser que el Grupo influya para que la opinión pública eche a patadas al oficialismo del poder, merced a su influencia mediática. Es correcto apreciar que la firma de Herrera de Noble ha quedado grandemente debilitada con respecto a años anteriores, pero aún conserva el poder suficiente como para rearmarse y volver a imponer condiciones y contratos draconianos a cualquier nueva Administración. Clarín es, en su totalidad, una compañía en cuya programación inherente se encuentra priorizar la rentabilidad, justificando cualquier medio. Si para asegurar la supervivencia, el Grupo debe llevarse puesto a un país entero, pues habrá que hacerlo. Podrá ser cierto que el Diputado Nacional Néstor Kirchner le haya interpuesto toda su maquinaria político-propagandista al esfuerzo para obliterar a la empresa de medios bajo mención, utilizando los métodos más viles y descarnados. Pero nunca podrá argüírse que Clarín ni sus personeros son víctimas. Bajo el riesgo de sonar reiterativos, no cabe otro camino que adherir a la Doctrina Asís, que reza que "Lo mejor será que pierdan los dos; Kirchner y Clarín". La actualidad oscurantista que aqueja a la República Argentina, y que ha sabido manufacturar artificialmente el matrimonio patagónico, permite incluso los exabruptos más surrealistas. Ahí está, por ejemplo, el camionero Hugo Moyano, quien se percibe como candidato potable para gobernador de Buenos Aires. Lo auspician su preferencia por el garrote, el usufructo del miedo y una abundante billetera, en gran parte confeccionada gracias a bloqueos de fábricas e hipermercados, y por el cobro de cuotas para que esas interferencias no se repitan. Después de todo, para convencer al porcentaje trabajador del electorado, solo le bastaría garantizar un futuro de salarios inmejorables a todo aquel que gustare de pasarse a su gremio. Monopoliza la recolección de la basura en prácticamente la totalidad del conurbano y, por desgracia, tiene a sus dos hijos para brindarle apoyo logístico en su plétora de amenazas. Habrá que ver cómo hace Graciela Camaño -señora de Luis Barrionuevo- para desarticular tamaña estructura mafiosa. Se dirá que, en la guerra, no sirve de nada enviar a carmelitas descalzas al combate. Pues bien; los bien informados saben que la señora del gastronómico conoce todos los talones de Aquiles del pendenciero camionero. Todo está aún por verse. No merece gran espacio el comentario del estatus de la res política en el espacio de los candidatos, por cuanto nada es seguro. Ni siquiera pueden confirmarse los rumores en relación a la posible fórmula Cobos-Alfonsín (de carácter intercambiable). Solo puede uno atreverse a considerar la imposibilidad del tándem, en función de las conocidas diferencias entre ambos referentes. Por otra parte, el ciudadano promedio sigue dudando frente a las posibilidades reales de un radical -cualquiera que éste sea- de resolver los problemas del país. Muy a pesar de que a don Eduardo Duhalde le pese que la opinión pública exprese, por lo bajo, esa opinión. Hablando del de Lomas de Zamora, recién en las últimas 72 horas los medios han comenzado a atreverse a hablar de sus chances. Estas, por lo visto, comienzan a crecer. Mucho más después de la reunión en donde el patrón de San Vicente compartiera ciertos conceptos -algunos de ellos muy específicos- con encumbrados generales del empresariado local. En cualesquiera de los casos, de ciertos comentarios escuchados de parte de hombres fuertes del PJ Federal, surge una conclusión no menor, a saber, que aquel que pretenda salir triunfante de las próximas Presidenciales deberá esgrimir un discurso verdaderamente nacional y productivo, combinándolo con una necesidad imperativa. Esta coincide con el objetivo de llevar al matrimonio Kirchner ante los tribunales, junto con todos sus socios y amigos en el poder. Los duhaldistas del círculo íntimo destacan que a su candidato le cuesta conciliar el sueño porque necesita cumplir esa meta, tanto como requiere del oxígeno del aire para vivir. Sin embargo, sería incorrecto poner el foco en el estricto cumplimiento de ese objetivo, pues ello depararía en una caza de brujas de proporciones macartistas. En tal caso, la persecución y el señalamiento de todo aquello que fue kirchnerista partirá, primeramente, desde la propia sociedad. Los candidatos deberán ocuparse tiempo completo en desmadejar los desaguisados que se han venido pergeñando desde Santa Cruz. Existe otra razón por la cual, para muchos en el Peronismo Federal, llevar a Néstor y a Cristina a Comodoro Py no es una cuestión sobre la que se pueda transigir: mayoritariamente, es lo que la sociedad está pidiendo. De otra forma, la dirigencia política toda podría ver comprometida hasta su última gota de credibilidad, si es que acaso le queda alguna. Si el próximo Presidente de la Nación -sea quien fuera-, se subiera a caballo de una amnistía o una suerte de renovado "borrón y cuenta nueva", la opinión pública se lo demandará. Los nutridos contactos entre el justicialismo antikirchnerista y la Unión Cívica Radical ya han abarcado la compleja ingeniería que requerirá esta cuestión. En primer término, habrá que refrendar acuerdos -aunque sean tácitos- en este sentido. A posteriori, habrá que desarticular la extensiva red de negocios del esposo de Cristina, desarrollada mayormente a base de testaferros y amigos (terreno en el cual muchos apuntan, lógicamente, a Lázaro Báez, Cristóbal López y Enrique Eskenazi, entre otros). Algunos opinan que, llegado ese capítulo, podría ser de utilidad convocar a doña Elisa Carrió quien, con todos sus desperfectos, contabiliza voluminosa información sobre el sistema acumulativo de los hombres clave del oficialismo. La chaqueña podría no servir como candidata, pero el día de mañana, a lo mejor pueda sentarle bien un cargo como Ministro de Justicia. Hasta hace poco, los del partido de Yrigoyen expresaban algún reparo ante la postura persecutoria contra sacerdotes oficialistas. Pero los "disidentes" insisten vehementemente sobre este punto. Habrá que ver qué postura toma la UCR en el Congreso de cara al affaire Peralta, Gobernador de Santa Cruz, quien se encuentra obstinado en ningunear las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Los magistrados que la componen, lentamente, comienzan a abandonar el barco kirchnerista. Incluso el garantista Eugenio Zaffaroni ha visto conveniente cortar lazos con el gobierno. Por su parte, Carmen Argibay ha dejado de poner sobre el tapete la cuestión innecesaria del "aborto gratuito para todo el mundo". ¿Pudiera ser que, a estos dos últimos primeros magistrados alguien les recordara ciertos episodios de su pasado que podrían ventilarse? Hay temáticas relacionadas con propiedades inmobiliarias de dudoso origen y cierto aprovechamiento de los beneficios económicos que, provenientes de la moda derechohumanista, siguen estando poco claras. En el cierre de la presente nota, se impone refrescar la memoria de los lectores, haciendo referencia a los primeros personajes que el matrimonio presidencial dejará caer próximamente, y que exhiben el incómodo peso de un lastre. Las identidades podrían ser demasiado obvias, pero solo es cuestión de tiempo y de paciencia. Se trata de Nilda Garré, Aníbal Fernández, el piquetero Luis D Elía y, quizás más tarde -pero no tanto-, Julio De Vido. Ya se ha visto el destino que le fuera deparado a Ricardo Jaime. De todas maneras, antes que los mencionados, deberán caer Ricardo Echegaray (AFIP), Héctor Timerman (Canciller) y Amado Boudou (Economía). Este último -ya lo hemos mencionado desde El Ojo Digital- observa demasiados puntos oscuros en su declaración jurada. Si a este panorama se le agrega la fuga masiva de gobernadores, intendentes, diputados y senadores -ambos de la Nación-, todo se tornará insostenible para una dupla presidencial que, por si todo fuera poco, se encuentra ahora forzada a maniobrar a la sombra de la frágil salud del Mandamás. Su último aliento parece encaminado a explotar políticamente el episodio. La victimización, a flor de piel. Y -para qué negarlo-, un prematuro deceso de Néstor Carlos Kirchner ciertamente aguaría la fiesta de más de un referente opositor. Como en el caso de las fiestas de casamiento donde, con todo convenientemente contratado, el evento principal finalmente debe suspenderse en función de la cancelación de la boda. Por Matías E. Ruiz, para El Ojo Digital Política. Twitter: http://www.twitter.com/matiaseruiz e-Mail: contacto@elojodigital.com.
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