POLITICA: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

Marionetas diplomáticas y equipos de ajuste

El velo de desprolija corruptela que cobija a los avatares de las relaciones de la Argentina con el resto del mundo solo trae como consecuencia nuevas dosis de hartazgo ciudadano. El flamante Canciller Héctor Timerman ya abrió el juego con una serie de declaraciones que ciertamente lo ayudarán a competir en el ranking de los insufribles con el hilarante ministro Aníbal Fernández.

21 de Julio de 2010
Para no andar con gran rodeo, ni pringarse hasta los codos de enrulado palabrerío: la política de las relaciones internacionales de la Argentina quedó relegada, desde 2003, a los avatares del Palacio San Martín con la República Bolivariana de Venezuela. Bajo la subdesarrollada ideología del latinoamericanismo, crecieron en intensidad intereses económicos específicos de intrincada ingeniería, que tenían por fin enriquecer a una élite puntual de funcionarios. Lo único que importaba era disfrazar el verdadero objetivo, aunque ello no pudiera concretarse elegantemente. Desde que Jorge Taiana arribó al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, ciertamente no hizo demasiado. Cumplió órdenes sin patalear, argüir ni protestar. Recorrió el mundo en un rol de bienaventurado espectador y observador omnisciente -en el más activo de los casos-. Se despachó recurrentemente en elogios para con Fidel y Hugo, los neodictadores de moda en la región. Porque -si acaso algo hemos aprendido de los Kirchner y otros mandamases alojados en esta Latinoamérica caprichosa y populista- es que los votos no amortiguan la condición autoritaria. Por más que mucho se esfuercen en restregarnos aquella frase caprichosa de "gobierno nacional y popular, elegido por el Pueblo". Sentencia que no llega ni al estatus de "verdad a medias", dado que -al contrario- se esboza en una recalcitrante mentira. Aterrizó Timerman y asomóse al escenario político desde un sinfín de expresiones lamentables que intentan defender lo indefendible, a saber, que hemos dejado de ser deudores del Fondo Monetario, para pasar a ser una república amputada en sus posibilidades y regida por el chavismo desde las narices. El hijo pródigo de Jacobo no llegó para dar explicaciones ni para contestar preguntas -esto está claro-. Continuará ignorando que representaciones de importancia como el Reino Unido de Gran Bretaña y los Estados Unidos Mexicanos -entre otras- aún no exhiben embajador acreditado en el país. Se ha determinado que la Argentina está obligada a ponerse en la vereda de enfrente del colombiano Alvaro Uribe porque, de otro modo, Hugo Chávez Frías pondría el grito en el cielo. Muy a pesar de que, en Colombia, el mandatario en cuestión dejara el cargo con una popularidad superior al ochenta por ciento. O que, en las recientes elecciones presidenciales, se impusiera categóricamente su protegé político Santos. Héctor Timerman viene de cumplir su faena diplomática en Nueva York, pero Hillary Clinton, en su reciente visita a Buenos Aires, no pudo evitar preguntarle: "¿Y Usted quién es?". El nuevo Canciller ha mostrado raudamente sus cartas marcadas. Solo le resta blanquear que su llegada tiene por objetivo remover a Aníbal Fernández del primer puesto del ranking de los más insufribles funcionarios de la Administración Kirchner. En sí mismo, Timerman constituye toda una novedad sin novedades. Cuando, hace un par de años, visitara estas tierras el presidente de la desconocida nación africana de Guinea Ecuatorial, el ahora saliente Jorge Taiana fue cómplice obligado de una histérica jugarreta de la Presidente Cristina Fernández, quien aprovechó para endilgarle al mandatario africano ciertas responsabilidades en las violaciones a los derechos humanos que tenían lugar en su patria. Olvidó nuestra Jefa de Estado que, en su oportunidad, el presidente Teodoro Obiang Nguema fue víctima de un intento de coup d etat de parte de un ejército de mercenarios con enlaces comprobados con la Central de Inteligencia americana y el MI-5 británico (enmarañado zoológico donde también supo mezclarse el hijo de Maggie Thatcher). Después de todo, el visitante de Guinea había llegado al país para pedir que YPF remitiera equipos técnicos a su nación para participar de un millonario negocio petrolero, que iba cobrando forma a partir del descubrimiento de importantes reservorios. José Ignacio Lula Da Silva sacó a relucir su consabido y aplaudido pragmatismo, y logró que Petrobras cerrara acuerdos con el presidente Nguema. Dicho sea de paso, y acercándonos más en el tiempo, Da Silva volvió a birlarle el as de espadas a los Kirchner: desde ahora, Petrobras muy probablemente participe del negocio de la explotación de oro negro en las islas Malvinas. ¿Puede etiquetarse a los brasileños de traidores, o corresponde simplemente reconocerles cierta habilidad para explotar las falencias de los soberbios argentinos? Se recordará también que Néstor Carlos Kirchner -ya presidente- hizo esperar por horas a la ex alta ejecutiva de Hewlett-Packard Carly Fiorina, porque se encontraba compartiendo jugosas anécdotas y altisonantes risotadas con Diego Armando Maradona. Fiorina se llevó sus carpetas y proyectos de inversión a la vecina República Federativa del Brasil, por suerte para la diplomacia yankee, que luego hubiera tenido que disculparse ante su inacción por los maltratos de Balcarce 50 y tomas de la planta de parte de trabajadores de gremios ideologizados. Ello, si acaso HP se hubiera instalado finalmente aquí, claro está. Timerman, Aníbal Fernández y Julio De Vido cobran nuevamente protagonismo, en la forma de bien aceitados y almidonados comisarios políticos del Adjustment Team o Equipo de Ajuste oficialista que ahora deberá pugnar, presionar y maniatar al ex funcionario del servicio exterior en tierras caribeñas, Eduardo Sadous. No vaya a ser que el referido patee las puertas del Congreso, cruce la línea del "no comment" y termine por revelar hasta el color de la ropa interior de los personajes de mirada torba que triangulaban en Miami los dineros del Tesoro Nacional, y que tenían por destino poner en marcha los incontables acuerdos de "cooperación" con Venezuela. Yerran grosera e incontestablemente los analistas políticos que caracterizan a los personajes épicos de esta historieta como inoperantes o incapaces. Porque de esto, nada tienen. Más bien al contrario: como en las produccciones ochentosas de Hollywood, podría concluírse sin temor a error que los protagonistas son brillantes y se montan a caballo de una aguda inteligencia que utilizan "para hacer el mal". Por estas razones, no puede uno menos que sorprenderse cuando el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, don Felipe Solá, sale al ruedo para abrazar y felicitar a Jorge Taiana por la valentía, el honor y la dignidad demostrados. A Solá solo le faltó mandar tallar una placa de bronce en su honor y elevarlo -discurso mediante- a la categoría de prócer nacional, a la par de don José de San Martín y Manuel Belgrano. Dicen los bien informados que Felipe Solá deberá pagar por este grueso desliz con el poco capital político que le quedaba. Referentes del "Peronismo Federal" ya se refieren a su persona en los peores términos, mientras que algunos le pedirán que se llame definitivamente a silencio y que deje el escenario político, a modo de expiar las culpas por el caso. Tampoco faltaron aquellos que concluyeron que Néstor Kirchner, con opositores como estos, puede irse a dormir todas las noches con una amplia sonrisa. En definitiva, Felipe Solá fue -en su oportunidad- un acérrimo defensor de los peores modos y las bajadas de línea que descendían en cascada desde el rosado edificio de Balcarce 50. Tampoco ha dejado de codearse con los personeros derechohumanistas del ala de Horacio Verbitsky, Carlotto y compañía. Recientemente, suscribió un acuerdo desarrollado por el CELS, en donde se reclamaba a futuros gobiernos no criminalizar las protestas sociales, y evitar retocar el Código Penal para perseguir a la delincuencia. Si -como lo reportara recientemente la web InformadorPublico.com- Jorge Taiana ha dado inicio a contactos con el Peronismo Federal para sumarse a ese espacio, el bastardeado concepto de "nueva política" volverá a quedar en la abstracción. Y, por cierto, quién sabe a qué individuos podría intentar acercar el ex Canciller. Del mismo modo en que los votos no quitan lo autoritario, podría referirse que, para que un indulto presidencial sea válido, el verdadero perdón debe proceder, primeramente, desde la sociedad. Y nada parece indicar que la ciudadanía exhiba hoy el espíritu para perdonar a los Kirchner y sus asociados, una vez finiquitadas las Presidenciales de 2011. Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política. e-Mail: contacto (arroba) elojodigital.com.
Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política