La deuda del juez Baltasar Garzón Real

Entre otras de sus investigaciones, se conoce la que llevó a cabo contra la red terrorista al-Qaeda (2001), que incluyó la orden de captura contra Osama bin Laden, en el 2003. Ahora es una figura mediática ?famosa-; aparece mas que nunca en los periódicos y en la televisión, y en las últimas semanas hemos visto hasta el interés mostrado por algunos presidentes por reunirse con el magistrado, incluyendo la nueva mandataria de Costa Rica, Laura Chinchilla. Esta aprovechó su viaje por España y logró su reunión. Sus razones tendrá, pero yo me preguntó, ¿para qué? Baltasar Garzón ascendió a Magistrado en el año 1983 y desde este cargo -junto con otros tres jueces- fueron los encargados de instruir causas contra el terrorismo y el narcotráfico. Citó, además, numerosos casos contra la organización ETA, y se le ha conocido como un hombre honesto, valiente y de bien. No quedan dudas acerca de su encomiable labor. Ahora, se encuentra suspendido -me parece que injustamente- desde el pasado 14 de mayo, cuando el Consejo general del Poder Judicial Español (CGPJ) resolvió suspenderlo de su cargo, que ha ocupado desde hace ya mas de 22 años en la Audiencia Nacional. Esta es la instancia principal de España concerniente a lo penal. Este Consejo lo ha acusado de intentar investigar los crímenes de la dictadura de Franco sin tener la competencia para ello. En la denuncia contra el "famoso" se alega que ignoró la ley de amnistía de 1977. De momento, se espera que se fije la fecha para su juicio y de ser condenado, podría quedar inhabilitado como juez por un período de hasta veinte años. Sin embargo, la gran deuda que tiene el juez Garzón es el no haber llevado a cabo una acusación contra el dictador más famoso de los últimos sesenta años: el cubano Fidel Castro. Si comparamos las obras y logros, así como los crímenes, abusos y atropellos cometidos por el gobierno de Augusto Pinochet contra los del gobierno de Fidel Castro, seguro que el dictador chileno quedaría con una mejor puntuación. Tendríamos que reconocer, por ejemplo, que el dictador chileno fue menos "malo" con su pueblo; fue ostensiblemente menor el número de asesinatos y torturas en comparación con los del gobierno de Fidel. Su período fue mas corto: sólo 17 años contra los 49 de su "igual". Además, dejó un país ordenado y listo para el progreso en democracia, mientras que su colega en los oficios de dictador, Fidel Castro, permaneció mas años en el poder que cualquier otro dictador de la historia. Y nunca logró alcanzar progreso en la isla, aún cuando la antigua Unión Soviética lo respaldó y le facilitó miles de millones de dólares al año por mucho tiempo. No defiendo a Augusto Pinochet, dado que resultan censurables los crímenes de uno y del otro. Pero, si hiciéramos entonces un análisis de la historia y comparáramos a estos dictadores con los crímenes y atropellos cometidos por otro siniestro personaje como lo fue Stalin en la antigua Unión Soviética, ambos quedarían disminuídos y opacados. Mientras estos dictadores cometieron cientos y miles de crímenes en América, Josef Stalin ejecutó y asesinó a millones de personas en la Unión Soviética. Tal la realidad, vista en su justa dimensión. Por Carlos Vilchez Navamuel, para El Ojo Digital Internacionales. Blog: http://carlosvilcheznavamuel.blogspot.com/