POLITICA: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

Con la renuncia de Martín Redrado, el foco se centra en Julio Cobos y Prat Gay. El kirchnerismo paga elevados costos por las niñerías de Aníbal Fernández

El capítulo Kirchner vs. Redrado no da respiro. A pesar de haber presentado su renuncia definitiva a la conducción del Banco Central, Aníbal Fernández sume al gobierno en un maloliente lodazal, insistiendo en no aceptar la dimisión. El público y los mercados comienzan a preguntarse acerca de la estabilidad emocional del matrimonio patagónico y la de su Jefe de Gabinete. Redrado reveló -en su conferencia de prensa- datos más interesantes de lo que los medios se ocuparon de transcribir.

21 de Julio de 2010
Difícilmente se pueda achacarle algo a la exposición del hasta ayer Presidente del Banco Central, Martín Redrado, en el hotel Marriott. Ella sobresalió en su dimensión no solo técnica, sino política. Pero, por encima de la riqueza de los contenidos vertidos por el economista profesional, deben destacarse las declamaciones frente a las presiones devaluatorias que Redrado afirmó existieron de parte de ciertos funcionarios del kirchnerismo. Sobre esta probabilidad, en su momento El Ojo Digital supo advertir oportunamente a sus lectores: hubo intenciones comprobadas de parte de allegados al núcleo íntimo presidencial de llevar al tipo de cambio a un rango de entre 4,20 y 4,50 pesos por dólar estadounidense, entre 2008 y 2009. Factor que perseguía el aprovechamiento de una recaudación más elevada, en función de continuar sosteniendo el insoportable gasto político sobre el que los Kirchner han montado su Administración. El "Fútbol para Todos", la "Televisión Pública", Aerolíneas Argentinas y la manutención del business plan de Electroingeniería alcanzan para explicar el despilfarro. También dio a conocer Martín Redrado las recurrentes intenciones del kirchnerismo de echar mano de las reservas del Central para financiar la adquisición de un grueso paquete accionario de Repsol YPF, con lo que se perseguía remover a los españoles de la ecuación. Por cierto, el Congreso de la Nación quedaba fuera de cualquier consulta a la hora de llevar adelante tanto esta propuesta como la iniciativa devaluatoria. Todo a la medida de los deseos febriles del matrimonio patagónico. En rigor, la ponencia del economista no solo atendió a la defensa de su gestión desde el plano técnico: también persiguió el objetivo subrepticio de sopapear sin miramientos a un gobierno que pretende hacer propios los logros de sus funcionarios mejor preparados. Tiene razón Redrado cuando declama que la estabilidad de la economía -o, más bien, el éxito en evitar que esta se desmoronase- tiene relación directa con su gestión. Porque, para ello, bastó con oponerse -Carta Orgánica e independencia de la institución en mano- a la voraz ambición de Néstor Carlos Kirchner y sus acólitos de primera hora. Ya en su momento, el esposo de Cristina plagió la cosecha del ex ministro de Finanzas -cercano al duhaldismo-, Roberto Lavagna. Antes de finalizar la conferencia del aurífero joven del CenBank, el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se esforzaba por emitir sus declaraciones, contactando a periodistas del canal Todo Noticias (la señal que tanto desprecia). Raudamente, se apresuró a revelar que no le sería aceptada la renuncia al titular del Central. El motivo se circunscribe a la torpeza más reverberante: Néstor Kirchner ya había decidido la salida del economista, pero la única vía aceptable era su despido o la expulsión. No contaba con que el funcionario se atreviera a dimitir. De modo tal que Redrado terminó zamarreando al gobierno y propinándole un golpe en su propio terreno. Encima, ejecutando la maniobra tan prolijamente, que hoy puede decir que lo ha hecho respetando las leyes y los reglamentos que aplican en su caso. Del exacerbado infantilismo que se desprende de la actitud de Aníbal Fernández (obviamente, enviado por sus jefes), podría concluírse que: a) el Gobierno Nacional no acepta la renuncia de Martín Redrado, con lo cual, este continúa siendo el Presidente del CenBank. b) el oficialismo insiste con esperar la decisión de la Comisión Bicameral, a pesar de que siempre sostuvo públicamente a través de sus voceros que esa sentencia no es vinculante. Finalmente, ¿es o no es vinculante lo que decida ese "Consejo de Notables"? Los Kirchner y Aníbal acentúan una incoherencia discursiva que danza sobre el ridículo. * * * Por su parte, el Vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, había movilizado a sus voceros ante los medios de prensa a lo largo de la semana pasada, para implorar que Martín Redrado renunciara a su puesto. De este modo, pretendía aliviar la pesada carga sobre sus hombros, en vista de la decisión que aún debe tomar frente a la Bicameral. Cobos no pudo equivocar más el camino: ahora que Redrado se ha ido, el foco se concentra todavía más en su voto. Si hasta ahora pensaba condenar a Redrado a la soledad, sosteniendo la intención presidencial de removerlo, el Vicepresidente perdería hasta el último ápice de la consideración ciudadana que venía alimentando con esfuerzo. El problema se ha agravado para el mendocino, habida cuenta de que Martín Redrado -desde su exposición en el Marriott- se anotó una interesante porción de apoyo de la opinión pública. Esta comienza a valorar al economista en función de su abultado conocimiento teórico-práctico, su experiencia y un compendio de declaraciones políticas light que revelan su interés por lo que sucede en el ámbito social (al revés de la postura de otros economistas que rara vez se preocupan por lo que sucede en la calle). Lejos de lo que ha hecho, por citar un caso, Francisco De Narváez, quien cosechó los beneficios de oponerse a Kirchner sin hacer mucho más, el golden boy puede respaldar su faena con un sólido comportamiento y una férrea defensa de un republicanismo que hoy escasea. Aunque se empecine en negarlo, Martín Redrado se ha convertido hoy en un nuevo referente político y social, frente a una maraña de políticos de oposición que solo exhiben una verborragia vacía de contenido y una dosis de edulcorado oportunismo con los que intentan promocionarse. Julio César Cobos aún no se libera de fijar posición ante la Bicameral. Ahora más que nunca, tendrá que pagar un costo importante por votar en línea con los intereses del matrimonio patagónico. Mucho más si opta por lo deseado por el esposo de la Presidente de la Nación, recomendando remover a Redrado. Hasta Elisa Carrió ha insistido en que la Comisión deberá expedirse, todo con tal de que Cobos no se libere fácilmente del problema. Todo iría peor para el Vicepresidente si Alfonso Prat Gay se pronunciara en oposición al poco afable Gustavo Marconato. El primer error de la promocionada Comisión Bicameral, después de todo, fue no ampliar la discusión para derogar el nefasto DNU 2010, que resume la iniciativa oficialista para disponer de las reservas del Banco Central para cancelar deuda. En concreto, si el patético Decreto Presidencial prosiguiera su marcha, los Kirchner no solo podrán manipular ese dinero discrecionalmente para dibujar sonrisas en los titulares de los fondos buitres que tanto desprecian, sino que la puerta quedará abierta para seguir extorsionando a los gobernadores inútiles del Interior que, subidos a caballo de la propia ineptitud para administrar sus dineros, han puesto a sus provincias en un rojo intolerable. Escenario con el que Néstor Carlos se frota las manos, sonriente, pues le sirve para mantener a raya a todo el que se atreva a mirarlo mal siquiera. La lección que deja este versículo es muy sencilla: casi ningún gobernador ha comprendido que el mejor camino para la independencia de su provincia respecto del gobierno federal es oponer una buena administración de los propios recursos. A nadie se le ha ocurrido emular el buen ejemplo de los Rodríguez Saá en San Luis. ¿En qué han gastado el dinero Schiaretti, Binner y los gobernadores de las provincias devastadas del Noreste y el Litoral? Respuesta: en un brutal asistencialismo. En distritos como Corrientes o Formosa, el estado concentra al menos el 80% de la actividad económica. Un esquema que solo puede conducir al fracaso, pues las estructuras estatales son los peores garantes del desarrollo. Y los ejemplos para refrendar esta realidad son numerosos. Como se observa, el affaire Redrado es mucho más meduloso y complicado de lo que se aprecia en una primera instancia. * * * En cualquier caso, el kirchnerismo ya comienza a pagar nuevos costos políticos y sociales frente a la crisis del Central y la nueva apología de la estupidez montada por el Jefe de Gabinete. No sorprende que la ciudadanía se pregunte, cada vez con mayor frecuencia, si acaso la Presidente y sus asesores se encuentran realmente en sus cabales. Estos cuestionamientos vienen con el aderezo de otra preocupación: si los Kirchner no logran meter mano en las arcas del Central para cerrar el canje, ¿qué ideas se les ocurrirán para reemplazar esos fondos? La gente exhibe temor de solo pensarlo. Los mercados, también. Precisamente, desde iniciada la presente crisis, los bonos argentinos han acumulado pérdidas por más del 20% en promedio, a la vez que se ha disparado el riesgo país, ese índice que -aunque subjetivo- tanto se consultaba en las horas previas a la caída de Fernando De la Rúa. Gracias al bueno de Aníbal, el lunes habrá que volver a consultar las pizarras electrónicas para contemplar los movimientos en la cotización del dólar. Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política. E-mail: contacto (arroba) elojodigital.com.
Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política