POLITICA: POR LUCIO CATANO (H), PARA EL OJO DIGITAL

El infierno tan temido

El 30 de enero de 1933, cuando Adolfo Hitler asumía la Cancillería del Reich, en medio del estertor de sus seguidores, y ante el estupor del viejo Mariscal Von Hindenburg, que terminaba de prestarle juramento, le confiaba a uno de sus subalternos "No habrá en el mundo fuerza capáz de arrancarme de aquí con vida".

21 de Julio de 2010
Se puede coincidir o no con lo actuado por este sujeto. Pero, detractores o admiradores, deberán aceptar que cumplió con su promesa, poco más de siete años después. En sustrato, el pequeño Cabo austríaco, no hizo más que exteriorizar lo que la gran mayoría de los dictadores, piensan acerca de su destino en el poder. Desde los tiempos de Pisístrato, aquél autócrata de una pequeña isla griega, hasta nuestros días. Algo idéntico, es lo que de seguro pensó Néstor en 2003, mientras blandía el bastón de mando, como si fuese una especie de anunciador de circo, luego que el pandillero de Duhalde se lo entregó, en esa vergonzante ceremonia en el salón Blanco de la Casa de Gobierno. Todos hablan hoy de la hermética enfermedad de Kretina. Que hay mucho más detrás de su supuesta lipotimia. Pero no he visto que nadie exteriorice lo que realmente, esta cortesana, padece en su fuero interior. Según me han relatado algunos funcionarios de su intimísimo entorno, la Presidente padece de un agudo ataque de pánico. Por lo que me han referido, ese miedo existencial que la embarga, es bastante comprensible. Esta irreverente mujer, que desconoce como pocos, los devaneos del manejo de la cosa pública, está poco a poco, tomando conciencia de los tiempos que se avecinan. Sus asesores, le están informando con dósis pediátricas, para no incomodarla aún más, que toda la Nación, enfrentará durante el curso de este año y los subsiguientes, el desplome sine die de la actividad mercantil, industrial y agrícolo-ganadera, en proporciones bastante equivalentes. Que su administración carece de recursos genuinos para atemperar lo que se proyecta en en un lúgubre y sombrío horizonte. Que el stock de reservas en el Banco Central han menguado a menos de veinte mil millones de dólares. Que esa masa monetaria podría tornarse abstracta, si el dólar se desploma por una sobre emisión espúrea, como se acreditará cuando este Obama tome las riendas a partir del día 20. Que el último botín, esto es, la apropiación del dinero de la administradoras de pensión, será exiguo, como para afrontar el pago de esta abultada plantilla de empleados públicos. Que la recaudación tributaria tendrá los guarismos más alarmantes, por insuficientes, desde el último mes de la gestión del filósofo Alfonsín. Que presume, con bastante criterio que todo le explotará en su cara. Y finalmente, que anudará su destino, con una simetría bastante cercana a lo que le aconteció a "Isabelita". Aunque los matices serán un tanto diferentes. No existe aún una cúpula militar dispuesta a reemplazarla. Las Fuerzas Armadas, diezmadas como están, carecen de la vocación de poder, como las motivaba principiándo 1976. El escenario internacional, también es notoriamente diferente y mucho más complejo, lo que torna ineluctable, cualquier hipótesis de desenlace. Y ese es precisamente el punto. Nadie puede asegurar que sucederá cuando los demócratas procedan a la apertura del cofre de abyecciónes de todo tipo que les obsequiará Bush. Ignoran incluso, cuál es el "físico" que está emitido, a espaldas del Congreso. Todo el orbe se enfrenta a un dilema, por ahora al menos, indescifrable. Los Argentinos, capaces de superar setenta u ochenta mil almas en torno de un cotejo deportivo, pero que carecen de vocación para nuclearse en la Plaza de Mayo, para repudiar a estos maleantes, desconocemos como actuarán, cuando comiencen los despidos masivos, en fábricas y comercios. Cuando las cosas se presentan con tal carga de enigmas, hasta una insensata como Kretina, es muy predecible que esté sortenado una crísis emocional, de estas características. Es muy probable, que una mujer con tan pocas luces como ella, a pesar de ello, esté conteste que sobre su cabeza, esté arribando a ese Infierno tan Temido. Por Lucio Catano (h), para El Ojo Digital Política. Email : luciocatano -arroba- yahoo.com.ar
Por Lucio Catano (h), para El Ojo Digital Internacionales