Carlos Reutemann, Mauricio Macri y Felipe Solá, candidatos de Kirchner. El sombrío 2009 y el (muy) remoto 2011

Ya lo dijo Jorge Asís en su popular sitio web JorgeAsisDigital.com : "El núcleo duro del kirchnerismo solo cabe en una Van; son solo doce personas". Lo que constituye la prueba definitiva de que el gobierno kirchnerista hace agua por todas partes es, no solo el inexistente apoyo ciudadano, sino la consecuencia directa de este hecho, que se resume en el comprobado abandono del barco del matrimonio presidencial que hacen los otrora aliados políticos. Aquellos que, como todo mundo sospechaba, solo se encontraban alineados con Balcarce 50 merced al poder de la billetera. Piqueteros y la menguante lacra de cierta izquierda revolucionaria también se han hecho a un lado, intentando esbozar críticas basadas en el endeble cimiento de la ideología, cuando en realidad el motivo es que los cheques que reciben no tienen fondos. La patética gama de candidatos que se ofrecen al mercado, rápidamente se esfuerzan por diferenciarse de cualquier posible pacto con el matrimonio morganático. ¿Acaso qué otra explicación existe para esto más que la que señala que tales nombres han probado de una vez por todas que acercarse a pactar con el kirchnerismo es un suicidio político? Otra prueba fundamental está dada por el brusco giro de 180 grados demostrado por la Justicia, que ya ni siquiera mueve un dedo para garantizarle impunidad ni a Néstor ni a su esposa, la Presidente Cristina Fernández. Ahí está la denuncia presentada por Elisa Carrió contra lo que ella y muchos caracterizan de "asociación ilícita", y que están firmemente enquistados en el poder. La denuncia, de acuerdo a fuentes judiciales, tiene grandes posibilidades de éxito, y terminará en algún momento con Julio de Vido, Ricardo Jaime y el ex presidente paseando por los tribunales del país hasta que se les acalambren las piernas. En su momento, otras iniciativas pugnarán por poner tras las rejas a referentes de la talla de Aníbal Fernández y el piquetero Luis D Elía. Este último es quien, de acuerdo a esta misma fuente, "tiene todas las fichas" para terminar preso. Se reactivará la causa del ataque y toma de la comisaría de la Policía Federal en La Boca, y también otros tantos hechos de violencia callejera en donde el violento D Elía tomó protagonismo. Los Kirchner se las han arreglado para sembrar enemigos en todo ámbito, y esas fuerzas se han activado más que nunca. Incluso en rubros inesperados, como el empresario. A este respecto, se espera también un planificado aislamiento social para empresarios kirchneristas que se han "portado" definitivamente mal. Se dice por allí que Rubén Manusovich, de la oficialista Fedecámaras, no podrá hacer negocios desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego. En círculos industriales y de negocios cayó muy mal la actitud de Manusovich durante el conflicto del Gobierno contra el Campo. El titular de Fedecámaras irrumpió en medio de un corte, apoyando a los Kirchner a viva voz, con el objetivo de provocar que le dieran una golpiza y que el poder pudiera utilizar el episodio como propaganda. Por estos días, Manusovich y su organismo publican cifras inverosímiles al respecto del crecimiento de la facturación en los comercios, en contraposición a lo publicado por cámaras independientes. En el rubro publicitario, otro que se quedará sin empleo es Fernando Braga Menéndez, quien con su estilo frontal y provocador, ha aparecido en todo programa político habido y por haber, para apoyar a Kirchner y sus socios en el poder. Un caso aparte es el del Secretario Guillermo Moreno. Referentes políticos en las sombras le auguran un destino más sombrío. "*Patota* tendrá que irse del país porque tendrá una condena ejemplar. Lo más probable es que él mismo se suba al primer avión porque hay gente haciendo cola para darle una paliza. Incluso en determinados círculos empresarios hay quienes propusieron contratar mano de obra clandestina para darle una lección. Nada extremo, pero algo que lo deje en el hospital por unos meses antes de que le preparen la celda que ocupará, por lo menos, diez años". Chismes de vendetta al margen, lo concreto es que el kirchnerismo deberá dar explicaciones en referencia a demasiados desmanejos polémicos, tropiezos incalificables cuya prensa ha sido administrada con la más encumbrada de las torpezas. Sería reiterativo volver a mencionarlos, pues estos son harto conocidos. Algunos son, a saber, el caso del tráfico de cocaína realizado a través de aviones de Southern Winds desde Perú, el caso del valijero Antonini Wilson y el dinero negro aportado por el dictador venezolano y fan número uno de las FARC, Hugo Chávez, el envío de agitadores y patotas desde Balcarce 50 para apalear a manifestantes de clase media en ocasión de los cacerolazos, la enorme sobrefacturación y defraudación en el rubro de la obra pública a cargo de De Vido y los episodios equivalentes sucedidos en la Subsecretaría de Transporte a cargo de Ricardo Jaime -protegido del ex presidente-, el desmanejo de la publicación de cintas con información del caso AMIA -donde Kirchner dijo que las cintas existían y luego la SI lo desmintió, dejando en ridículo al ex presidente-, la putrefacta relación con Venezuela y los créditos excesivamente caros arreglados por el matrimonio presidencial, el eterno enigma de los fondos desaparecidos de Santa Cruz, los casos de Jorge Julio López y de Luis Gerez -probados como autosecuestros y que pretendían enriquecer la propaganda oficial-, los números falseados del INDEC y la economía real, la promoción de candidatos propios utilizando fondos públicos -en donde el caso de Aníbal Ibarra destaca visiblemente-, más otros tantos hechos no mencionados y que no dejan de revestir gravedad. Puntualmente, las condenas más elevadas para el ex presidente, de tener lugar, seguramente tendrán relación con los créditos obtenidos de parte de Venezuela, que resultaron extremadamente caros para el erario público. Lo propio aportarán el caso de los fondos de Santa Cruz y la utilización discrecional de dinero público para fines personales o de promoción de aliados políticos. En cualquier caso, desde la propia provincia sureña partirán las primeras oleadas de información negativa sobre el matrimonio presidencial caído en desgracia, que ya ni siquiera puede exhibirse libremente en sitios públicos de Río Gallegos, en su propio terruño. La información que tiene el común de la gente -y a la que le son ocultados los verdaderos detalles sobre la política- indica que Carlos Menem es quien más irregularidades ha cometido durante su estadía en el poder. Cuando en realidad, en círculos internos el comentario es que los ministros y allegados a Fernando de la Rúa fueron quienes hicieron de esa administración radical la más corrupta hasta ese momento. Pero los Kirchner han batido todos los récords. No solo se apropincuaron de los setecientos millones de dólares de las regalías petroleras, sino que también se han hecho dueños o accionistas mayoritarios y minoritarios de, prácticamente, todo rubro de negocios rentable habido y por haber del país. De acuerdo a algunos analistas, esto sería de una magnitud tal que podría computarse en puntos del Producto Bruto Interno de la Argentina, por supuesto si se tiene en cuenta no solo al matrimonio sino a todos los empresarios y amigos allegados al poder, como Enrique Eskenazi, Cristóbal "Tragamonedas" López, Rudy Ulloa, Ricardo Jaime y Julio de Vido, como protagonistas principales. Una importante porción de la opinión pública vería con buenos ojos el encarcelamiento del ex presidente Néstor Carlos Kirchner y sus principales socios del poder, como De Vido o Moreno. Sin embargo, en miniencuestas hechas al azar por colaboradores de nuestro medio en algunos barrios de la Capital Federal y los centros urbanos de provincia más populosos, ese deseo de castigo se hace extensivo también a la propia Cristina Fernández. Legalistas consultados por El Ojo Digital refieren que, como mínimo, su destino debería ser similar al de María Julia Alsogaray, con la diferencia de que la defraudación cometida por la Presidente hasta el momento involucra cifras más elevadas, relacionadas principalmente con la utilización del parque aéreo presidencial para uso personal y hasta de traslado de mobiliario privado. Todo esto incluye también la utilización que los hijos del matrimonio han hecho de, por ejemplo, el Tango 01 para divertirse con amigos propios y ajenos. Transitemos, ahora, algunas líneas sobre actualidad. El flamante 2009 poco tiene de auspicioso. En este punto coincidirán millones de argentinos que aún no han partido de vacaciones, pues ya están viviendo las malas noticias que traen los medios y la realidad. En marzo, a este grupo de creyentes se sumarán otros cientos de miles que han podido tomarse un descanso estival en algún centro turístico. Marzo será un mes negro cuando llegue el momento de tomar la temperatura de la calle. Muchos comenzarán febrero y marzo con la novedad de que las prepagas habrán aumentado un 30% más sobre el porcentaje que tuviera lugar durante 2008. Verán que gas y electricidad se habrán incrementado un 40% real, sin considerar -nuevamente- los aumentos del año pasado. Para las clases bajas, la jornada laboral será un infierno desde el vamos, a partir de los aumentos decretados desde la Casa Rosada para el sistema de transporte público de pasajeros, que no baja de un 25%. Muchos encargados de edificios en la Capital Federal, que realizan cuatro viajes diarios en colectivo con el pasaje más caro, estarán desembolsando $5 diarios para movilizarse. Lo cual equivale a no menos de $250 mensuales que se van solo en transporte. Como en muchos otros rubros, las quejas se transmitirán hacia arriba, es decir, a las cabezas de los gremios. Los cuales, a su vez, se aglutinarán y reclamarán con mayor fuerza al Gobierno para que asigne nuevos e importantes aumentos de salarios. Si el kirchnerismo cede, como ha venido haciéndolo, la carrera de los sueldos contra la inflación -que históricamente jamás ha ganado- nos llevará a un estado de situación similar al de la hiperinflación de los tiempos de Raúl Alfonsín, para muchos el peor presidente de la historia argentina, junto con Fernando de la Rúa. Los Kirchner han perdido el control sobre la economía, como hace menos de un año lo anticipaba este medio. La estrategia solo podría consistir en mantener la mentira, en forma de acuerdos con medios de prensa como el Grupo Clarín, y a la vez liberando información dibujada sobre índices de inflación, desempleo y producción. Hoy el dólar debe ser sostenido por el Banco Central porque la delicada situación de Estados Unidos hace que la moneda americana se deprecie internacionalmente. Pero la Argentina vive en otras condiciones que no son las de los centros financieros mundiales. Cuando la inflación de los Kirchner se transforme en hiperinflación encubierta, la sociedad seguirá corriendo para aprovisionarse de dólares. Ya lo hace, pero los controles de los hombres del poder hacen imposible que las clases castigadas por la devaluación del peso se refugien en la moneda extranjera. El mensaje desde el gobierno central es : "No les permitiremos ahorrar comprando dólares; tendrán que soportar seguir perdiendo poder adquisitivo". Por otro lado, 2009 será el año de los vencimientos sobre los créditos obtenidos por el país, un problema que los Kirchner han contribuído a agravar. El fallido canje quedó atrás, y hoy es información comprobada que la deuda externa del país se ha incrementado en un 25% desde que llegó Néstor Kirchner al poder. Cifra incontestable y que borra de un plumazo los logros aparentes obtenidos en este rubro. La inseguridad continúa haciendo añicos la tranquilidad de los argentinos, aunque en estos tiempos de vacaciones el tema se ha esfumado de los medios. Inseguridad que, sin dudas también, ha fogoneado este estilo de gobierno y que nos fue impuesto desde el conurbano bonaerense del duhaldismo y desde Santa Cruz. De todas maneras, la gran pregunta es cómo logrará subsistir el kirchnerismo en el poder, cuando enfrente tiene un año pleno de erogaciones y con expectativas de ingresos en extremo baja. El dinero de la soja se ha terminado, muy a pesar de que la sequía internacional ha revalorizado en unos puntos su cotización, al igual que la demanda china. Pero si acaso el matrimonio presidencial quisiera echar mano del yuyo de la discordia para salvarse, antes deberá acordar con el Campo, o de lo contrario la soja no se exportará como en los buenos tiempos. Dicho sea de paso, el agro prepara nuevas protestas para comienzos de febrero, pero sin cortes. El sector sigue manteniendo apoyo de parte de la mayoría de la sociedad, incontestablemente. En los últimos dos meses se ha sumado el apoyo de aquella porción de la opinión pública que ya exhibe un odio visceral contra la Presidente Cristina Fernández. Y es una porción importante. Pero la billetera presidencial solo tiene telarañas, y los amigos han empezado a esfumarse, junto con el apoyo. Para colmo de males, el 2011 aún está demasiado lejos. ¡Tantas cosas pueden suceder en casi tres años! La desesperanza ciudadana es cada vez mayor ante los datos de la economía. Economía que ya se encuentra en plena recesión, con una caída del 5% en la actividad en los últimos tres meses, aunque esto no será reconocido oficialmente. Algunas hipótesis rezan que los Kirchner no podrán sostenerse y que deberán huir del Sillón de Rivadavia, no solo por las malas noticias del empleo y la economía, sino por el hecho aún no mensurado de que las fuerzas ocultas que siempre han renegado del kirchnerismo están comenzando a activarse ahora. Sectores del empresariado, la industria, el comercio y la propia política se están movilizando de una manera tal que, si coordinaran sus acciones, la permanencia le resultaría insostenible a Néstor y Cristina. Otros mencionan que Eduardo Duhalde se encuentra organizando saqueos, aunque esta información más bien parece provenir de sector kirchneristas de contrainteligencia política. Esas mismas voces han destacado que los Duhalde se han ocupado de fogonear ciertos episodios de inseguridad del conurbano, a modo de sacudir a la opinión pública y asegurar nuevas protestas, cada vez más masivas. Difícil de probar. De todos modos, si la hipótesis inicial sobre la activación de tales fuerzas ocultas fuera correcta, ¿podría este gobierno, con los índices de rechazo históricamente más elevados de la democracia argentina, subsistir hasta diciembre de 2011? ¿De qué manera podría sostenerse sin apoyo popular y con un puñado de oficialistas acérrimos sin la menor credibilidad pública? Finalmente, y si acaso el matrimonio morganático se las arreglara para llegar a las elecciones presidenciales, está la cuestión de los candidatos a presentar. El objetivo que obsesiona por estas horas al ex presidente y a su consorte es garantizarse impunidad por otros cuatro años más. A tal punto se preocupan por este espinoso tema, que Néstor Kirchner se las ha arreglado para convencer al ex piloto de Fórmula Uno Carlos Reutemann para que sea su delfín para 2011. En la tibieza de Reutemann está el reconocimiento de que el santafesino se convertirá en una suerte de agente infiltrado del kirchnerismo, del mismo modo en que lo fue Roberto Lavagna. A estas alturas, la estrategia de Néstor Kirchner debería estar clara para muchos : divide et impera. El matrimonio lo hizo en dos ocasiones ya. En la última, implantaron a Lavagna, con lo cual, esa candidatura le restaría puntos al resto de los contendientes opositores. Ahora Kirchner pretende lograr lo mismo, pero por partida triple. Los otros dos "agentes encubiertos" no son otros que Mauricio Macri y Felipe Solá. La relación con Mauricio Macri podría calificarse de fricción acordada. Hay pelea para las cámaras, pero por debajo de la mesa todo se arregla. Fue el irreverente Guillermo Cherasny quien sacudió el tablero de los medios underground cuando sentenció que Macri es el elegido por los Kirchner para garantizarle impunidad. El juego de Kirchner es inteligente. Mantiene a un candidato propio -Carlos Reutemann-, quien exhibe un silencio intrigante para distraer a la prensa. Otro de sus candidatos es el contestatario, el "arrepentido". El que sale a contradecir en todo -aunque demasiado artificialmente- al poder del que formó parte. Se trata de Felipe Solá. Felipe finalizó sin pena ni gloria, aunque de milagro, su tarea en la Gobernación de Buenos Aires. Se salvó mil y una veces de que los bonaerenses lo ahorcaran por la acuciante inseguridad. Arregló dineros suculentos para los organismos de derechos humanos y hasta colocó en funciones al cuestionado y comprometidísimo León Arslanian. Sopapeó a la gente del Campo cuando más lo necesitaban. Fue un vil lacayo de los Kirchner al punto de la humillación extrema. Quiso ser candidato kirchnerista para 2011 pero terminó siendo ninguneado. "Solá no solamente es un tibio de la política, sino que para algunos no es más que un pelele demasiado crédulo y perfectamente maleable. Es el candidato típico a emular a Fernando de la Rúa o Arturo Illia. Si fuera presidente, sus propios ministros se lo llevarían puesto", nos reporta una fuente. Felipe Solá -esto debe recordarse- está seriamente comprometido por irregularidades cometidas en tiempos en que era el titular de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca en tiempos de Carlos Menem. Ello también revela la facilidad de Felipillo para sentarse a comer a la mesa de cualquiera. En definitiva, lo único a lo que debe apuntar Néstor Kirchner, junto con su señora esposa, es a "hacer el aguante" hasta 2011. Una vez llegado el momento, el juego estará cerrado para el matrimonio, y entonces podrán abandonar la alternativa del exilio. Compréndase el panorama : Solá y Reutemann son ambos delfines kirchneristas, el "bueno" y el "malo". En una supuesta vereda de enfrente se colocará Mauricio Macri. Pero Mauricio ya cerró con Kirchner un acuerdo para jamás permitir su procesamiento ni su persecución en los fueros judiciales. Ni del matrimonio ni de sus amigos. Pero Mauricio le habría propuesto intentar disimular el arreglo, utilizando cuando menos a un chivo expiatorio. Dijo Macri : "Dejámelo a Aníbal". Aníbal Fernández será el pato de la boda. Mauricio podrá manejarse tranquilo con los negociados en la obra pública, y sus empresarios "amigos" obtendrán las licitaciones correspondientes. Y acuerdo cerrado. Al esquema kirchnerista para 2011 solo le falta la cerecita del postre. Desde luego, todo podría desbarrancarse si la señora Elisa Carrió patea el tablero político y resulta vencedora en la carrera presidencial. Mas los Kirchner saben lo que piensa la opinión pública respecto de ella. Carrió es percibida como una señora despechada que solo sirve para hacer denuncias y que no tiene aptitudes ejecutivas. Se percibe que, si se quedara con la presidencia, duraría tres meses, atropellada por los remanentes pejotistas del conurbano y las mafias del juego y el tráfico de drogas. ¿Acaso deben los argentinos rasgarse las vestiduras si escucharan que el tráfico de estupefacientes en la Argentina es manejado y administrado por caudillos de provincia que en muchos casos son gobernadores amigos del poder central, y que, por lógica, tienen el visto bueno del Presidente, quienquiera que sea? En la Mesopotamia, priman el comercio de marihuana y el contrabando ilegal. En la zona de Jujuy y Salta, es la cocaína. Nombres de prominentes gobernadores se anotan en la charada. El periodismo, como siempre, está ausente de estas realidades, como si se tratara de temas de los que no hay que hablar. En el caso de las provincias, particularmente de la Mesopotamia, se debe prestar especial atención a los gobernadores que administran miles de hectáreas en donde, aparentemente, se cultiva yerba mate. Continuando con Carrió, pocos argentinos creen que pueda salir adelante, habida cuenta de los obstáculos existentes. La percepción generalizada es que Lilita podría desempeñarse perfectamente en un cargo como Fiscal General o Attorney General, que fuera la cabeza visible del Ministerio de Justicia y figura clave del combate del crimen organizado en todo el país. Pero dentro de la administración presidencial de otro nombre. Reutemann, Mauricio, Solá. Jugarán todos para Kirchner. Carrió irá en solitario. Disputando votos con Carlos Menem y tal vez alguno de los Rodríguez Saá, invisibles para el electorado nacional y principalmente bonaerense y porteño. Todos juegan para el matrimonio presidencial. De tal suerte que la única manera de que los Kirchner abandonen el poder definitivamente es si tienen que hacerlo antes de 2011, presionados por la olla a presión de la bronca ciudadana y el abandono de los aliados políticos. ¡Qué gran disyuntiva para Eduardo Duhalde y los golpistas! La alternativa es expulsar a los Kirchner y arriesgar la ropa martirizándolos, o bien garantizarles su estadía por toda la eternidad... Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política. Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.