SOCIEDAD - LOS CORTES DE LA AUTOPISTA ILLIA POR PARTE DE LOS HABITANTES DE LAS VILLAS DE RETIRO: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

Las villas, pesadilla perpetua de los porteños. Nuevos ataques del Gobierno Nacional contra Mauricio Macri. Aníbal Fernández, humillado por Rodríguez Larreta en tevé

Sufridos automovilistas debieron sufrir, por quinta vez en lo que va de 2008, el atropello de parte de los habitantes de la Villa 31 bis de Retiro. Estos cortaron la autopista Illia por un récord de tiempo de nueve horas, provocando conmoción y furia. Como era lógico, el Gobierno Nacional volvió a caracterizarse por la inacción y ni siquiera ordenó el despeje de la vía. Cruces entre referentes del Gobierno Nacional y la Administración Macri en el programa "A Dos Voces".

21 de Julio de 2010
El miércoles 19 de noviembre de 2008 ya pasó a la historia. Un nuevo récord había sido quebrado. Un puñado de habitantes de la Villa 31 bis de Retiro se dispusieron a cortar la Autopista Arturo Illia por más de nueve horas, con el objetivo de reclamar por la urbanización del asentamiento ilegal. Si su intención era molestar, lograron salirse con la suya. Pero sus objetivos, al menos por ahora, se han visto truncados. El gobierno porteño no quiso recibirlos hasta tanto no levantaran el corte. Exactamente lo opuesto a la manera en que opera el Gobierno Federal, al que cualquier organización social de poca monta puede correr con la vaina sin mayores inconvenientes. La Villa 31 bis se parece a muchas otras. Continúa expandiéndose cada día un poco más, siempre al amparo de la ilegalidad. De nada sirve aquí recalar en consideraciones derechohumanistas o de estricto corte demagógico. En el caso de los asentamientos 31 y 31 bis, sus habitantes han incurrido en un obvio y evidente delito de usurpación. Se han aprovechado de una democracia vetusta que ni siquiera vela por los intereses de sus propios ciudadanos. Un Estado que ni siquiera contempla el cuidado de la infraestructura pública de la que debe hacerse cargo. Por supuesto, el villero no es tonto. Conoce esta situación y sabe que nunca nadie moverá un dedo para mudarlo. Ese es precisamente el problema. Una porción importante de los habitantes del asentamiento se ha instalado allí por la ventaja logística de tener cerca el microcentro porteño para ir a delinquir. A pocas cuadras de la villa, turistas extranjeros pululan por las calles, siempre cargados de euros y dólares. Ejecutivos de la City visitan las casas de cambio y bancos del barrio para hacer importantes extracciones de dinero. Otra porción de los habitantes de la 31 bis están allí, simplemente porque imaginan que es un gran negocio a futuro. Pero todos coinciden en un aspecto : han usurpado y, tras estar allí muchos años, se arrogan un derecho de propiedad que jamás les perteneció. No pagan por consumo de electricidad ni pagan impuestos. Empleados de Edenor que han intentado colocar medidores fueron apaleados con violencia recientemente. Casa y terreno gratis, libres de impuestos, cable, electricidad, etc. Del lado de los simpatizantes del villero solo existen los propios habitantes de las villas y los núcleos de siempre de la izquierda revolucionaria. Alegan que Mauricio Macri tiene contemplado un negociado importantísimo para el sitio que hoy ocupa la villa 31 bis. El terreno tiene un valor aproximado -sin actualizar- de US$400 millones. Si bien existe la sospecha de una relación más que cercana entre los contratistas del Gobierno de la Ciudad y el propio Mauricio Macri, también es cierto que esta cuestión no interesa demasiado al ciudadano promedio de Buenos Aires. Después de todo, siempre es mejor tener edificios torre a la vista o rascacielos, antes que una villa... La mayoría de los disertantes de los derechos humanos y otras supuestas organizaciones sociales fracasan pues carecen de un punto de vista pragmático. La interpretación de lo que quiere la sociedad siempre es errada. Antes que un honesto inútil, siempre es preferible un corrupto que se ponga a trabajar. Hay demasiada hipocresía hoy entre los comunicadores sociales. Considérese también el aspecto de la seguridad, cuando se habla de los asentamientos ilegales como la villa 31 bis. La Policía Federal ni siquiera puede ingresar al sitio para detener a los novedosos y flamantes barones del paco que hacen de la impunidad un estilo de vida. Una categórica mayoría de ciudadanos de Buenos Aires quisieran ver a las villas 31 y 31 bis eliminadas, junto con otras de la Capital Federal. Así lo vienen expresando numerosas encuestas de opinión desde que los cortes de la autopista llegaron a los medios. Importante destacarlo pues estos hechos vienen teniendo lugar con demasiada regularidad. Ahora bien, si está claro que este tipo de asentamientos son el origen de los problemas más graves de inseguridad en la Ciudad, y si encima hay acuerdo en que los votantes quisieran ver esos terrenos liberados, ¿por qué desde el poder político nadie reacciona? Ocurre que el crecimiento de las villas es negocio, en especial para los Kirchner. Es en estos sitios donde, en tiempos preelectorales, los referentes del matrimonio presidencial caen "de visita", electrodomésticos, efectivo e indumentaria en mano. Por supuesto, para comprar los votos de rigor. Así ha ocurrido, por ejemplo, en las últimas elecciones presidenciales. Mientras más habitantes tiene la villa, más votos para el poder de turno. Mientras tanto, habrá que recalcular el conteo de víctimas que se puede adjudicar al crimen organizado de los asentamientos. El episodio del corte de la Autopista Illia del miércoles pareció ser la gota que derramó el vaso. Coincidiendo tal vez con una evidente escasez de noticias, los canales de tevé rápidamente se apersonaron en el sitio del corte para corroborar el enojo de automovilistas y motociclistas por igual. Todos decían por lo bajo aquello que ante los micrófonos no se reconoce : que quieren a los villeros fuera de ahí. Como era de esperarse, el episodio repercutió en los medios en la forma de debates entre referentes del Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Como siempre, el programa "A Dos Sobres" -como nuestro columnista estrella se refiere cariñosamente al programa de Gustavo Sylvestre y el "tartamudo" Marcelo Bonelli-, saltó de la pantalla a los medios de prensa escrita. Allí, debatieron Horacio Rodríguez Larreta, mano derecha de Mauricio Macri en la Ciudad, y el Ministro de Justicia Aníbal Fernández. Rodríguez Larreta jamás se caracterizó por dominar el arte de la retórica ni por su habilidoso sofismo. Sin embargo, lo cierto es que humilló al bueno de Aníbal Fernández, cuando le endilgó que la Ciudad simplemente no puede ingresar en terrenos federales y que los porteños nunca pueden contar con la Policía Federal Argentina para disolver manifestaciones ni impedir delitos. Fernández quería debatir sobre la existencia o no de una orden judicial para proceder al desalojo de los villeros de la autopista. Solo podía referirse a esta cuestión pues sobre el resto del temario quedó indefectiblemente expuesto a un Rodríguez Larreta que arremetió sin cesar. Aníbal acusó al gobierno porteño de mentir, pero todo murió en la acusación. Se sabe que Fernández es el elegido de Néstor Kirchner para salir a cruzar a Mauricio y su troupe en la arena política, pero a veces sencillamente lo arrojan a los leones. Y, como siempre reiteramos desde esta columna, lo mejor de todo es que el propio matrimonio presidencial entregará a Aníbal en bandeja de plata cuando el sueño se termine. Tanto Fernández como De Vido, Kunkel, Luis D Elía y otros, conforman un grupillo de selectos kirchneristas sobre los cuales la oposición ya acordó a priori, mandar tras las rejas luego de 2011 -o antes, si la situación lo requiere-. Desde El Ojo Digital, la idea es informar al Ministro, pues este aún nos cae simpático. Ya es muy difícil no mencionar los comentarios de primera mano que refieren a las actividades que llevan a cabo tanto él como su ex mano derecha en Quilmes, Sergio Villordo, en el departamento de Aníbal en Puerto Madero. Volviendo al tema de las villas, puntualmente llama la atención recordar cómo es que el asentamiento Rodrigo Bueno ha logrado, oportunamente, vía libre para su erradicación. Y no sorprende la respuesta : sucede que tal asentamiento ilegal se ubicaba en la Reserva Ecológica, próxima a Puerto Madero. El sitio elegido por los políticos argentinos para vivir. Debe decirse que la exposición lograda por Horacio Rodríguez Larreta frente a Fernández ha sido más que bienvenida por Mauricio, cuya administración no marcha de lo más bien. Hasta ahora, el único aspecto positivo es la puesta en marcha de obras récord en la Ciudad. Pero Macri ha cedido casi cobardemente en más de una cuestión donde los porteños le reclamaban dureza. Cedió ante la mafia de los taxis de la Capital en la áspera agenda de los carriles exclusivos. En pocas palabras, se dejó apretar por Omar Viviani, del "sindicato" de peones de taxi porteño. Lo lógico era privilegiar a los colectivos, que son el medio más barato para movilizarse, en comparación con los caros taxímetros. Macri terminó haciendo lo opuesto. Cedió también Mauricio ante la agrupación Madres de Plaza de Mayo de Hebe de Bonafini y Sergio Schoklender, garantizándoles partidas de dinero que pertenece a los contribuyentes porteños, sus votantes. Frente al apriete, también de taxistas y colectiveros en su momento, convirtió en inútil e insípida al nuevo proyecto de ordenamiento del tránsito, convirtiendo a los castigos para los automovilistas particulares en más duros que para los que manejan taxi o conducen un ómnibus. Con la idea original, ni taxistas ni colectiveros hubieran continuado con la impunidad que poseen para asesinar, cruzar luces rojas y entorpecer el tránsito como lo hacen hoy. Los insufribles motoqueros seguirán manejando sin casco y posándose para hablar por celular o handy sobre las sendas peatonales, al tiempo que insultan a todo el mundo a su alrededor y quiebran toda ley de tránsito habida y por haber. Como fuere, Mauricio ha bendecido a los villeros de la 31 bis por el corte que saltó a todos los medios. Este solo hecho le valió quitar de la agenda mediática su tristemente célebre intención de hacer tributar a las hoy escasas operaciones de compra por tarjeta de crédito existentes. Los parquímetros de Barrio Norte y Recoleta tienen un objetivo puramente recaudatorio, esto salta a las claras. Pero llegó Aníbal Fernández para solucionarle sus problemas de imagen pública. Mauricio se sonríe feliz, y su estrategia de mandar como emisario a Horacio Rodríguez Larreta para debatir con elementos kirchneristas, ha funcionado. Cuando se requiere presentar una imagen de victimización, recurre a Gabriela Michetti. ¿Cómo contestarle mal a una mujer en silla de ruedas? Existen aquellos que cuestionan la viveza de Mauricio, pero el hijo de Franco ha aprendido mucho en estos tiempos. Mucho más de lo que han aprendido ministros como nuestro amigo Aníbal. De todas formas, en este mundillo kantiano y maquiavélico que configura la política vernácula, es fácil perderse. Hay aquellos que sostienen -y con argumento- que las peleas entre Mauricio y los K-Men constituyen un espectáculo para la masa, pues han acordado todo por debajo de la mesa y, en apariencia, Macri es el presidente que quiere Kirchner para cuando ya no esté. En palabras de Guillermo Cherasny, Mauricio es quien garantizará la impunidad de los Kirchner, dado que entre ellos existen muchos negociados y, si se hunden, lo hacen juntos. Si bien sobre esto no existe aún certeza, corresponde conservar una mente abierta, lista para asistir a cualquier eventualidad. Del mismo modo en que lo hacen los medios, el lector también debe, ocasionalmente, reinventarse a sí mismo. Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política. Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.
Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política