POLITICA: POR FRANCISCO MONTESANO, TOTALNEWS.COM.AR

Las renovadas críticas del Presidente Kirchner al agro, y la necesidad de encontrar culpables

¿CuÁl será, en el vocabulario presidencial, el sentido de la palabra tregua? Sin dudas, no es el mismo que el que figura en el diccionario.

21 de Julio de 2010
El gobierno aprovechó la pausa de abril para atacar y replicar al agro en cada una las declaraciones de sus dirigentes y sin dejar de culpar al sector por las desgracias que atravesamos, propias o impropias de la situación. La Señora Cristina Fernández -Presidente de la República-, en su última alocución, le atribuyó al sector un "sesgo predemocrático" y lo acusó de pretender una rentabilidad excesiva; el primero, un agravio difícil de definir y el segundo, un absurdo. Por el último, me gustaría recomendarle a la Presidente leer a los teóricos del capitalismo, quienes, entre sus fundamentos expresaban una hipótesis denominada "maximización de las ganancias", comprensible en un sistema capitalista, a menos que la señora considere que este "modelo" es socialista o un esquema de corte similar. También criticó la supuesta tenencia de armas de los ruralistas y se preguntó, "¿Para defenderse de quién?". Y nuevamente responsabilizó a los productores por la intensa humareda que cubrió Buenos Aires hace poco. Todas estas acusaciones en la Casa Rosada, para algunos funcionarios, significaron una "virtual declaración de guerra", mientras que otros del entorno íntimo simbolizaron que la puerta "quedó un poco abierta". Pese a que los presidentes de la Sociedad Rural, Federación Agraria y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se excusaron de opinar sobre el discurso presidencial, voceros de los líderes ruralistas declararon que ese tipo de discursos "empuja a la gente hacia las rutas". "Tenemos un compromiso con nuestra gente y con el país: hasta el 2 de mayo vamos a trabajar como podamos en la búsqueda de soluciones. En la medida en que no se consigan soluciones, un nuevo paro no va a ser responsabilidad nuestra", dijo oportunamente Javier Jayo Ordoqui, secretario de CRA. Este discurso merece una breve aclaración. La Señora Cristina Fernández de Kirchner sostuvo: "Me preocupa cierto sesgo predemocrático en algunos pedidos. Los reclamos deben hacerse a través de las instituciones". La inmediata pregunta que nos acomete es si acasp será valido reclamar a través de instituciones virtualmente operadas o manipuladas por el oficialismo. Asimismo, ¿qué sentido tiene reclamar sobre la base de una imposición claramente inconstitucional? Es lamentable el escenario en que la la Presidente colocó al país. En la Federación Agraria que agrupa a pequeños y medianos productores, las palabras no cayeron nada bien, argumentándose que "O la primera mandataria miente, o bien la asesoran mal". Tales fueron las palabras de Silvio Corti, director de la entidad, quien más temprano había participado de una reunión buscando un acuerdo con vistas a la comercialización de la próxima cosecha de trigo. Para los ruralistas, la voz de la negociación oficial con el sector sigue siendo la del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Sus ideas estuvieron presentes en todas las conversaciones entre funcionarios y ruralistas... y en las palabras mismas de la primera mandataria. Pero Cristina no está sola. Su esposo, el ex presidente Néstor Carlos Kirchner, increpó a "aquellos señores a los que les va tan bien, que tienen rentabilidad y miran con la espalda a la Patria, y nos llenaron de humo"... en una clarísima referencia al campo. El presidente del Consejo Nacional del Partido Justicialista proclamó "una Argentina en blanco, sin especuladores" y pidió: "basta de tratar de imponer por la fuerza ideas o conceptos que favorezcan sólo a un sector". Se expresó de esta manera en su discurso como titular del justicialismo. La visión autista y de corto plazo que reflejan los actos y discursos del matrimonio presidencial se explican a través de un mesianismo propio de aquellos dirigentes iluminados que solo ellos entienden y que conducen los destinos de una nación. Esta ideología no está lejos de aquella que dicen combatir y que aún se empeñan en enjuiciar. El principal problema de los Kirchner es el exceso de poder y no su orfandad, pero la mala administración de los graves problemas actuales como la inflación o el conflicto con el campo podría derivar en una crisis política y social de impensada magnitud. Los economistas, en su mayoría, están subrayando estas dificultades. En oposición, los Kirchner han decidido aplicar su propia receta y diagnóstico, al tiempo que se niegan a registrar la existencia de la inflación. Esta es la esencia de la obstinación contra la realidad económica. Nunca mejor aplicada la diferencia entre lo que define la economía política de la política económica, ambas inconciliables. Pero, indudablemente, anteponer la política al contexto real constituye un signo de obcecación de parte de la dirigencia y presenta un futuro incierto para todos. La política institucional de un país se maneja con reglas claras, ciertas y predecibles. Lo contrario es perjudicial para cualquier intento de desarrollo nacional. Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar. Email : franciscomontesano -arroba- totalnews.com.ar.
Por Francisco Montesano, Totalnews.com.ar